ROMA (CNN) — La Capilla Sixtina está lista, al igual que las ropas que vestirá el nuevo Papa. Ahora todo depende de los cardenales.

El trabajo para elegir al sucesor de Benedicto XVI iniciará el martes, con una misa matutina en la Basílica de San Pedro. El servicio abierto al público será el último evento público al que acudan los 115 cardenales que elegirán al nuevo líder espiritual de 1.200 millones de católicos en el mundo.

Los cardenales han hablado en sesiones diarias durante el último fin de semana en las llamadas congregaciones generales, la última de ellas ocurrirá este lunes.

Tras la misa del martes, los purpurados que participen en el cónclave caminarán en procesión a la Capilla Sixtina, cantando oraciones a su paso, en el inicio de la elección secreta llamada cónclave.

Después de eso, la única pista que tendrá el mundo para saber qué pasa dentro serán las fumarolas periódicas de la chimenea instalada este fin de semana en el techo de la Capilla Sixtina. El humo negro significa que no hay Papa, el blanco se traducirá en éxito.

La actividad era intensa en Roma este lunes con los preparativos para el cónclave, desde los 5,600 periodistas que el Vaticano informó que habían sido acreditados para cubrir el acto hasta la instalación de cortinas rojas en el balcón central que da a la Plaza de San Pedro, donde el mundo escuchará la noticia del nuevo Papa.

Los sastres completaron juegos de nuevas prendas para el nuevo pontífice, las cuales usará tan pronto sea electo. Un video liberado por el Vaticano durante el fin de semana mostró la instalación de un par de estufas dentro de la capilla. Una será usada para quemar las boletas de los cardenales después de la votación y la otra para enviar la señal de humo.

Los cardenales probablemente votarán el martes, pero no están obligados a hacerlo, dijo este lunes el vocero del Vaticano, Federico Lombardi. Si lo hacen, la primera “fumata” podría verse alrededor de las 20:00 hora local, dijo.

Cuando los cardenales eligieron a Benedicto en 2005, el humo blanco que anunció la decisión salió casi seis horas después de una votación “inclusiva”, recordó Lombardi. Luego le tomó otros 50 minutos vestirse, orar y finalmente aparecer públicamente.

El cónclave más largo desde el siglo pasado duró cinco días.

A partir del martes, los cardenales electores se mudarán a una instalación del Vaticano, Casa Santa Marta, y no les será permitido hablar con nadie fuera del cónclave. Durante los siguientes días habrá votaciones hasta que uno de los contendientes obtenga una mayoría de dos tercios.

En tanto, la prensa italiana se llena de especulación sobre qué cardenal podría ganar el apoyo de sus compañeros para ser electo, y qué alianzas regionales se están formando.

En el cónclave participan tres cardenales mexicanos: Norberto Rivera Carrera, Juan Sandoval Íñiguez y Juan Francisco Robles.

Sesenta de los cardenales provienen de Europa y 67 fueron nombrados por Benedicto XVI, quien renunció a fines de febrero, convirtiéndose en el primer pontífice en hacerlo en casi 600 años.