Por Faith Karimi y Aliza Kassim, CNN
(CNN) — En su primer discurso desde su regreso a Pakistán tras un autoexilio, el expresidente Pervez Musharraf declaró su intención de lanzarse a la presidencia, diciendo que desafío los riesgos de “salvar” al país.
Musharraf aterrizó en Karachi el domingo después de cuatro años de exilio. Enfrenta cargos criminales, y el Talibán prometió que un “escuadrón de la muerte” lo asesinaría.
Sin embargo, él no planea volver a salir del país.
“He puesto mi vida en peligro y he regresado a Pakistán, para ustedes y para el el salvador de este país”, dijo en el aeropuerto. “He venido a salvar a Pakistán”.
Él reprendió a las personas que dudaron que regresaría.
“Hubo varios rumores de que no regresaría. ¿En dónde están esas personas ahora?”, preguntó. “Estoy aquí. Regresé”.
En el aeropuerto, la multitud bailó y ondeó la bandera verde del país, mientras cantaba el nombre de Musharraf. Algunas personas llevaban grandes afiches con la foto del exmandatario.
“Si Dios quiere seremos exitosos si tengo el apoyo de ustedes”, dijo.
Tras su pronunciamiento, fue llevado a una ubicación no revelada por motivos de seguridad.
Difícil regreso
Musharraf —presidente entre 1999 y 2008— renunció a la presidencia de la nación asiática hace cinco años y se exilió en Londres y Dubái. Espera reafirmar su influencia y liderar a su partido en las elecciones de mayo.
Su regreso llega con muchas complicaciones. Funcionarios del gobierno han dicho que sería arrestado tan pronto como tocara pie en el país.
No obstante, su partido dice que ha tomado medidas preventivas para evitar un posible arresto.
Sus abogados pagaron un monto desconocido de fianza, lo que significa que Musharraf no será arrestado por al menos 15 días, pero debe presentarse ante la corte.
En 1999, Musharraf, entonces jefe del Ejército, se convirtió en presidente en un sangriento golpe de estado. Estuvo en el poder hasta su renuncia hace cinco años, un periodo que incluyó la invasión estadounidense a la nación vecina de Afganistán.
Pocos meses después de abandonar el cargo, Benazir Bhtto —quien era la primera mujer elegida como primer ministra en Pakistán— fue asesinada en un ataque de un terrorista suicida mientras terminaba un acto de campaña en Rawalpindi.
El ataque se produjo meses después de que Bhutto sobreviviera a un intento de asesinato en Karachi. Las autoridades buscan el arresto de Musharraf por no hacer lo suficiente por proteger la vida de Bhutto a pesar de las numerosas amenazas en su contra. El exdirigente militar ha negado haber tenido algo que ver con el homicidio.
El año pasado, las autoridades pakistaníes confiscaron sus propiedades y congelaron su cuenta bancaria. Lo acusan de no declarar las cuentas bancarias extranjeras que tiene a su nombre.