Tokyo (CNN) — El alcalde de Osaka, Toru Hashimoto, pidió disculpas este lunes después de sugerir a los militares estadounidenses que utilicen con más frecuencia el entretenimiento para adultos de Japón para aliviar su frustración sexual y reducir su agresividad.
Hashimoto no se retractó, sin embargo, de sus comentarios acerca del supuesto uso de prostitución forzada por parte del ejército japonés durante la Segunda Guerra Mundial.
El alcalde japonés causó indignación en su país y a nivel internacional con una serie de comentarios sobre el trato de los militares hacia las mujeres.
El 13 de mayo dijo a un comandante militar estadounidense, durante un viaje a una base en la isla de Okinawa, que la industria del entretenimiento en Japón debería ser “más utilizada” por el personal estadounidense.
“Le dije que hay lugares que operan dentro de la ley que pueden utilizar para liberar la frustración sexual, así que ellos (el ejército estadounidense) deberían utilizarlo o los marinos no serían capaces de controlar sus deseos sexuales agresivos”.
En un comunicado entregado este lunes al Club de Corresponsales Extranjeros en Tokio, Hashimoto reconoció que su comentario “podía interpretarse como un insulto a las fuerzas y a la gente estadounidense, y que por lo tanto era inapropiado”.
Hashimoto, dirigente del nacionalista Partido de la Restauración de Japón, dijo que se retractaba de la declaración y se disculpó.
Añadió que le impulsó “una fuerte sensación de crisis” que sintió tras recientes casos de abuso sexual en los que se han visto involucrados militares estadounidenses en Japón.
¿Mujeres de confort?
Hashimoto también había considerado “necesario” obligar a las mujeres a prostituirse para entretener a las tropas japonesas durante la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, este lunes aclaró que su declaración fue sacada de contexto.
El 13 de mayo indicó que “cualquiera entendería” el papel de “mujeres de confort” cuando los soldados están arriesgando sus vidas y se quiere darles “un descanso”.
“Mujeres de confort” es un término usado para las casi 200.000 mujeres que los historiadores calculan que fueron utilizadas como esclavas sexuales por el antiguo Ejército Imperial de Japón.
Los comentarios de Hashimoto han recibido críticas internacionales, especialmente en países ocupados por Japón durante la guerra, como Corea del Sur y China. El gobierno estadounidense se refirió a las declaraciones como “indignantes y ofensivas”.