Por Saima Mohsin y Tim Schwarz, CNN
(CNN) — Al menos siete personas murieron este sábado en un tiroteo en un hospital en el suroeste de Pakistán, el cual atiende a los lesionados por un atentado que ocurrió esta mañana, informaron las autoridades.
Ocho militantes retuvieron como rehenes a cientos de pacientes, médicos y enfermeras en el complejo médico de Bolan, en Quetta, según la policía. Los hombres armados mataron a tres miembros de las fuerzas de seguridad y al vicecomisionado de la policía de Quetta.
Otras tres enfermeras murieron en la balacera.
Entre los pacientes del hospital hay más de 20 personas que resultaron heridas en la explosión de un autobús que también causó la muerte de al menos once mujeres de una universidad, dijo la policía.
Otros más sufrieron lesiones por otro estallido cerca de la sala de emergencias del hospital.
“Todas las víctimas son mujeres, profesoras y estudiantes”, dijo el policía Mir Zubair Mahmood. La explosión destrozó las ventanas de las oficinas y salones de clases dentro de la Universidad para Mujeres Sardar Bahadur Khan.
El autobús universitario estaba estacionado. La escuela está ubicada a las afueras de Quetta, capital de la provincia de Baluchistán.
Ningún grupo se ha adjudicado la responsabilidad del atentado.
Esta mañana, agresores atacaron con bombas la casa del padre fundador de Pakistán, Quaid e Azam Muhammad Ali Jinna en Balochistán. En ese atentado murió un policía y un empleado resultó herido, informaron las autoridades.
El ataque ocurrió en Ziarat, uno de los puntos turísticos más importantes del país. Jinnah pasó los últimos días de su vida en esa casa.