Se estima que hay 3.000 médicos inmigrantes de origen latino que no ejercen la medicina.

Por Danielle Dellorto

(CNN) — Landor Sánchez quiere ejercer la medicina de nuevo. Sin embargo, trabaja removiendo escombros de asbesto en Nueva York.

Por cinco años, Sánchez fue médico en Cuba, emigró a Estados Unidos en 2011 con el sueño de seguir ejerciendo su profesión en ese país. Como muchos, tenía el plan de vivir con unos amigos para ahorrar dinero y poder estudiar para el examen que revalidaría su licencia como médico en Estados Unidos.

Sin embargo, pronto se quedó sin dinero y al tener que comenzar a trabajar se encontró con menos tiempo para estudiar. Los trabajos disponibles fueron desde pintar casas, trabajar en restaurantes de comida rápida, hasta remover escombros, su actual empleo.

Sánchez es un médico, que no ejerce su profesión en un país que no tiene suficientes médicos de medicina general. Su historia no es un caso aislado entre los médicos inmigrantes de origen hispano.

Se estima que hay 3.000 médicos inmigrantes de origen latino que no ejercen la medicina, solamente en el sur de California. “Siempre nos preguntábamos ¿dónde estaban los médicos (inmigrantes) de Latinoamérica?”, dijo el médico Patrick Dowling, presidente del departamento de Medicina Familiar en la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA, por sus siglas en inglés). “Los encontramos trabajando en empleos de bajo perfil”, agregó.

En lugar de atender pacientes, muchos médicos pasan años limpiando casas, trabajando en construcciones y cadenas de comida rápida, dijo Dowling.

“Supimos de una mujer que trabajaba en un McDonald’s en Colorado”. “Ella está vendiendo comida rápida, sin embargo, si tuviera la licencia para practicar medicina, podría estar educando a esas mismas personas que son sus clientes en cómo mejorar su dieta”, agregó Dowling.

Los médicos que emigran de Latinoamérica son a los que más les cuesta integrarse al sistema de salud de Estados Unidos, según Dowling.

“Frecuentemente trabajaron en sus países de origen por 10 años antes de llegar a Estados Unidos.

Cuando llegan no están acreditados para ejercer y se dan cuenta de lo difícil que es el proceso y de que necesitarán trabajar en cualquier sector que les permita mantenerse”.

Es un proceso costoso que requiere mucho tiempo, y que muchos inmigrantes no están preparados para vivirlo.

La reinserción laboral

Dowling y su colega, la médico Michelle Bholat, desarrollaron un programa en la UCLA que ayuda a los médicos hispanos a incorporarse rápidamente al Sistema de Salud de Estados Unidos.

El programa se llama International Medical Graduate Program (en español, Programa de Médicos Graduados Internacionales), en el se dan clases de preparación y de observación clínica con médicos de la UCLA.

Además, el programa cubre el costo del examen del Colegio de Médicos, con el que los médicos obtienen su licencia, y los beneficiados reciben una beca mensual.

Patrocinado por donadores privados, el programa ha ayudado a que 66 doctores latinos logren aprobar los exámenes del Colegio de Médicos y sean incorporados en programas de residencia médica en California.

A cambio, los doctores se comprometen a trabajar en algún área en donde haya escasez de médicos especialistas.

El médico José Chávez es uno de los beneficiados. Fue médico en El Salvador por más de ocho años cuando decidió migrar a Estados Unidos en 2005. Sin embargo, antes de lo que se esperaba tuvo que trabajar limpiando casas e instalando pisos. “Hubiera hecho cualquier cosa siempre y cuando fuera legal y me pagaran por ella”, dijo Chávez.

Chávez acota que sin la ayuda del programa de la UCLA, aún trabajaría en empleos de bajo perfil para pagar sus cuentas, y trataría de estudiar para el examen por la noche.

“Requiere que estudies por lo menos 10 horas al día, imagina que tienes que trabajar 10 horas al día y luego tratar de estudiar por 10 horas más por la noche. Es realmente imposible”, dijo Chávez.

La beca del programa le permitió a Chávez dejar su trabajo limpiando casas y concentrarse en sus horas de estudio. Pasó el examen del Colegio de Médicos de Estados Unidos tan solo seis meses después de haber ingresado al programa.

Actualmente, es residente de primer año en el Centro Médico Riverside County Regional de California, un lugar que necesita muchos médicos, pues cuenta con uno por cada 9,000 residentes, según el hospital.

“Personalmente, conozco al menos a 20 médicos inmigrantes latinoamericanos que se encargan de entregar pizzas y que podrían estar trabajando aquí, si tuvieran la ayuda que yo recibí del programa”, dijo Chávez.

Se prevé que con la aprobación de la Reforma de Salud en Estados Unidos, se podrían agregar de 25 a 30 millones de personas al sistema de salud, lo que incrementaría la demanda de médicos.

“Cuando llegue 2014, ellos (los estadounidenses) podrán tener un seguro con el que recibirían atención médica pero ¿en dónde van a recibir la atención? (…) No es suficiente tener un seguro médico”, dijo Bholat.

El problema se ha generalizado en California debido a la cantidad de inmigrantes. “40% de la población de aquí es hispana, pero solo 5% de los médicos son latinos. La diferencia es enorme”, dijo Bholat.

“Estamos recibiendo diariamente docenas de solicitudes y aceptamos a tantos candidatos como podamos ayudar económicamente”, dijo Bholat. “Necesitamos a estos médicos en Estados Unidos”.

Sánchez aplicó al programa de la UCLA y está esperando que lo acepten. Hasta ese momento, seguirá trabajando en la compañía de remoción de asbesto durante el día y estudiando por la noche.

A pesar de la dificultad de sus jornadas diarias, dice que sin importar lo que cueste, no dejará atrás su sueño de ejercer su profesión en Estados Unidos.