(CNN) — Mientras el Tour de Francia pasa por los campos franceses y la sombra del escándalo de Lance Armstrong permanece, la Unión Ciclista Internacional (UCI) está bajo presión para reparar la imagen del deporte.
Pero su presidente, Pat McQuaid, insiste en que el organismo rector del ciclismo no tiene la culpa.
“Al mirar al pasado veré a un ciclista que estaba tan bien como muchos otros en ese periodo, que engañaba y se salía con la suya porque el sistema no era lo suficientemente fuerte para vencerlo”, dijo McQuaid a CNN antes del comienzo del Tour.
“No era una cuestión de las autoridades, porque muchas autoridades intentaron atraparlo y no pudieron, así que no culpo a la UCI. No culpo a la AFLD (siglas en francés de la Agencia Francesa Antidopaje) o la USADA (la Agencia Antidopaje de EU) ni a nadie más”, agregó.
Apenas en enero pasado, Armstrong —el hombre que ganó el Tour en siete ocasiones— confesó haberse dopado después de varios años de negar las acusaciones. Su admisión en una entrevista con Oprah llegó después un reporte de la USADA que lo acusaba de participar en uno de los programas de dopaje “más sofisticados”.
“El sistema no era lo suficientemente fuerte y ellos utilizaban productos que no podían ser detectados con el sistema”, dijo McQuaid.
“El sistema ahora es mucho más fuerte”.
Una reelección lejana
Sin embargo, la posición de McQuaid al frente de la UCI está bajo una gran tensión por los oponentes que están desesperados por desplazarlo.
El organismo de su casa, Cycling Ireland, se niega a respaldarlo para las elecciones de septiembre, mientras que el comité de administración tuvo una discusión acalorada en una reciente reunión en Noruega.
Una serie de informes sobre McQuaid compilados por investigadores privados fue presentada al comité, pero el irlandés bloqueó los intentos por hablar del asunto en el primer día de la reunión.
Eventualmente el documento entró a discusión, pero el contenido del dossier no ha sido difundido. Eso representó otro golpe a las esperanzas de reelección de McQuaid.
Aunque ha negado tener conocimiento de las actividades de Armstrong, tanto él como la UCI recibieron críticas por el reporte de la USADA publicado en octubre pasado.
Dicho informe cuestionaba si la UCI tenía un papel en el encubrimiento de pruebas positivas, una acusación que McQuaid niega.
Cuestionado por CNN al respecto, el presidente de la Unión negó haber participado en las irregularidades.
“Lo sabemos, lo hemos estudiado, sabemos qué hemos hecho y lo sabemos, hemos observado todo esto desde ese entonces”, aclaró. “Hemos preparado un gran número de archivos para la comisión independiente, que íbamos a presentar a la comisión independiente, y todas esas preguntas que has hecho se responden en esos archivos”, dijo McQuaid.
“Creo que él (Armstrong) se sometió a pruebas entre 10 y 15 veces en el Tour de Francia, así que hicimos todo lo que pudimos. Esas muestras fueron enviadas y regresaron como negativas”, explicó.
Además, agregó el directivo, la UCI no fue la única “agencia antidopaje” que examinó al ciclista.
¿Errores o malas decisiones?
McQuaid enfrenta un desafío por parte del liderazgo del director del ciclismo británico, Brian Cookson, quien se desilusionó con el mandato del irlandés.
Este sentimiento sigue a una serie de supuestos errores por parte de la UCI, incluida la aceptación de una donación de 100,000 dólares por parte de Armstrong en 2002, cuatro años antes de que McQuaid asumiera su papel.
El dinero fue utilizado para comprar una máquina Sysmex, un artilugio para analizar las muestras de sangre.
Esa decisión, según McQuaid, no debió tomarse.”Hubiera dicho, y lo dijimos, admitimos eso en retrospectiva; y por supuesto la retrospectiva es una ciencia exacta, admitimos que lo hubiéramos hecho mejor y no hubiéramos aceptado eso”, dijo.
Cookson ha criticado la forma en que el actual presidente de la UCI busca restaurar la fe en la organización y ha prometido crear una unidad antidopaje independiente completamente nueva, que funcionaría junto con la Agencia Mundial Antidopaje (WADA, por sus siglas en inglés).
Trampas
McQuaid, quien busca su tercer mandato, tiene una visión filosófica sobre el futuro y la batalla contra el dopaje.
“Nadie es lo suficientemente tonto como para decir que tienes el 100% de confianza de que el pelotón está 100% limpio”, añadió el presidente de la UCI.
“Eso simplemente no es posible. No va a ser posible en ningún deporte o en ninguna parte de la sociedad, pero ciertamente creo que la gran mayoría de los ciclistas ahora entran en sus carreras sin querer involucrarse en el dopaje”.
Aún así, McQuaid dice que hay equipos fuertes que buscan posicionarse como un ejemplo de cómo ganar una carrera de manera limpia.
Y por otra parte, el directivo no descarta otra ruta en la que Armstrong funcionaría como un agente para mejorar los controles antidopaje.
“Ciertamente él tiene más conocimiento”, señaló. “Si estuviera preparado para venir a la UCI, no necesariamente conmigo, para explicar con más detalles o ayudarnos, darnos más información e intentar ayudarnos a planear el futuro de la lucha en contra del dopaje, ciertamente estaríamos interesados en hablar con él”.
Con información de Amanda Davies y James Masters