(CNN) – Le disparó a una ballena gris, corrió por San Petersburgo a bordo de un auto Fórmula 1 y tomó un vuelo supersónico en un bombardero.
Ahora, en su nuevo truco publicitario, Vladimir Putin se sumergió 50 metros en una pequeña embarcación para ver los restos de un naufragio. El presidente ruso, un verdadero hombre de acción, examinó en el Golfo de Finlandia una fragata que se hundió en 1869.
El mandatario de 60 años, exespía de la KGB, demostró una vez más su audacia ante las cámaras. Tras inspeccionar el naufragio, Putin comentó lo bien preservada que estaba la fragata Oleg y elogió el trabajo de la Sociedad Geográfica Rusia, que la ha estado estudiando.
No es la primera vez que el osado presidente demuestra en el agua su espíritu intrépido y destreza física.
En 2009, Putin se sumergió al fondo del lago Baikal en Siberia a bordo de un mini submarino. Luego, en 2011, el líder ruso anunció que había descubierto dos urnas antiguas mientras buceaba en el mar Negro, algo que sin embargo después fue desmentido por el Kremlin.