(CNNMéxico) — Un grupo de inmigrantes indocumentados mexicanos  conocidos como ‘Dream 9’ lograron este martes un avance en su objetivo de regresar a Estados Unidos después de que las autoridades migratorias de estadounidenses aceptaran estudiar su petición de asilo político.

Los nueve jóvenes fueron liberados este miércoles de un centro de detención de Arizona para preparar su solicitud ante un juez.

“Después de estudiar cada caso individual, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) ha otorgado a los nueve individuos un estatus de residencia temporal dentro de Estados Unidos mientras está pendiente su audiencia ante la corte para considerar las peticiones de asilo. La resolución fue otorgada tras ser comprobado que los detenidos tienen miedo fundamentado”, reportó el ICE en un comunicado.

Los jóvenes argumentan que México no es seguro para ellos y quieren volver al lugar que consideran su hogar: Estados Unidos.

“Hemos abierto las puertas para que los otros dreamers que están en México sin una manera de regresar a casa ya tengan un camino”, dijo Maria Peniche en entrevista con CNN en Español tras ser liberada.

Peniche nació en la Ciudad de México, se mudó a los 10 años a Boston, Massachusetts. Regresó a México en 2012 para cursar sus estudios universitarios tres días antes de que Barack Obama anunciara la suspensión de deportaciones para jóvenes como ella, por lo que perdió la oportunidad de calificar.

Comprobar la cláusula de “miedo fundamentado” no es sinónimo de aprobación de una petición de asilo, dijo el portavoz de la Oficina de Servicios de Inmigración y Ciudadanía (USCIS, en inglés), Christopher Bentley, a EFE. “Simplemente significa que los individuos acuden ante un juez de Inmigración para que decida sus casos”, agregó.

El sitio en internet de la USCIS establece que quienes deseen obtener asilo deben “comprobar ante un oficial de asilo que su miedo por persecución o riesgo de tortura en su país de residencia es creíble”. Para lograr esto debe quedar claro durante una audiencia que el solicitante “ha sido perseguido o tiene miedo fundamentado de persecución debido a su raza, religión, nacionalidad, membresía en un grupo social particular o sus opiniones políticas si es regresado a su país de origen”, de acuerdo con la institución migratoria.

“La abogada local recibió los documentos que prueban que los detenidos comprobaron la cláusula de miedo. [Los ‘dreamers’] fueron informados por las autoridades del ICE y ellos nos avisaron por teléfono”, dijo en entrevista a CNNMéxico Domenic Powell, portavoz de la National Immigrant Youth Alliance (NIYA), la organización que representa a los jóvenes deportados.

En un acto sin precedentes, el grupo de inmigrantes indocumentados cruzó la frontera por Nogales el 22 de julio, con el apoyo de organizaciones estadounidenses. Desde entonces, estaban detenidos en el Eloy Detention Center de Arizona. Tras la puesta en libertad y el estatus de residencia temporal, pueden transitar libremente por Estados Unidos y preparar la solicitud de asilo. Este proceso podría tomar meses, de acuerdo con la USCIS.

“Esta es una gran victoria para el Dream 9 y para muchas personas como ellos en México”, dijo el portavoz de NIYA a CNNMéxico. Desde su detención, la organización inició una campaña para presionar a miembros del Congreso de EU y al presidente Barack Obama para liberarlos. Juntaron más de 27.000 firmas.

El grupo está integrado por Claudia Amaro, una maestra de 37 años que vivió en Estados Unidos por 20 años, Adriana Gil Díaz, de 22 años, que vivió en Arizona desde que tenía cuatro meses de edad; Luis León, de 20 años, originario de Michoacán y que residió en Carolina del Norte desde los cinco años; María Peniche, de 22 años, que se mudó a Boston a los 10; y Ceferino Santiago, de 21 años, originario de Oaxaca y que vivió en Kentucky desde los 13.

El resto de los detenidos regresó a México con la única intención de apoyar la causa: Lulú Martínez, de 23 años, quien vivió en Chicago desde los tres años; Marco Saavedra, de 23 años, y que ha vivido en Nueva York y Ohio desde hace 20 años; y Lizbeth Mateo, de 29 años y que vive en Los Ángeles desde los 14 años. La novena persona detenida fue una joven que se unió al movimiento a última hora.

(Con información de Patricia Soto)