El iReporter Greg Ochoki tomó esta genial fotografía de las estrellas perseidas en 2011.

Por Alan Duke, CNN

(CNN) – Un espectáculo celestial de fuegos artificiales podrá verse el lunes y martes mientras la Tierra pasa a través del polvo de la cola de una cometa.

Los humanos alrededor del mundo han presenciado la lluvia de estrellas perseidas cada agosto por los últimos 2.000 años, un evento en que decenas de meteoros pasa por el cielo cada hora.

La vista es mejor después de medianoche justo antes del amanecer en el hemisferio norte. En lo posible, hay que alejarse de las luces de la ciudad para poder obtener el efecto completo. Con la luna menguante hay menos luz en el cielo para competir con los meteoros. El próximo año habrá luna llena, por lo que las estrellas no se verán tan bien.

El espectáculo anual ocurre cuando la órbita del planeta alrededor del sol pasa cerca al rastro del cometa Swift-Tuttle, que pasa cada 130 años. El último encuentro cercano con el cometa fue hace 20 años, pero dejó polvo estelar a su paso.

Las líneas brillantes que vemos son “polvo interplanetario” que se quema cuando choca con nuestra atmósfera a cerca de 214.000 kilómetros por hora, según dijo Diego Janches, experto en micrometeoritos de la NASA. “Los fragmentos son o restos de la formación del sistema solar o son producidos por colisiones entre asteroides y cometas de hace mucho tiempo”.

“Cada fragmento es aproximadamente del tamaño de una moneda, pero los meteoroides más constantes y esporádicos han estado mucho más tiempo, rompiéndose en fragmentos apenas tan grandes como un cabello humano”, de acuerdo con NASA.gov.

Aunque el espectáculo cósmico es entretenido para muchos, es una oportunidad de investigación para Janches y otros científicos de la NASA. Usarán sistemas de radas alrededor del planeta para observar los fragmentos de sodio, silicio calcio y magnesio que entran a la atmósfera.

“Los pequeños meteoroides nutren a la atmósfera con materiales adicionales”, dijo Janches en una nota de Nasa.com. “Ingresan, emiten átomos metálicos que son depositados en la mesosfera y son movidos de polo a polo por la circulación global general. Así que al usar esos metales como rastreadores, uno puede responder algunas de las preguntas más importantes sobre la composición general y el movimiento de la atmósfera”.