(CNN) - Tras la exhumación de tres cuerpos de una cripta en Florencia, los investigadores podrían estar un paso más cerca de confirmar la identidad de la mujer representada en la obra “Mona Lisa” de Leonardo da Vinci, también conocida como “La Gioconda”.
“La Gioconda” hace referencia a Lisa Gherardini, la segunda mujer de un mercader de textiles y sedas de Florencia, Francesco del Giocondo.
Los restos de Del Giocondo, su hijo con Gherardini, Piero, y el hijastro de Gherardini, Bartolomeo, fueron excavados de la tumba familiar el 6 de agosto, según anunciaron las autoridades de la ciudad italiana en un comunicado.
El equipo de investigadores, liderado por Silvano Vinceti, había desenterrado el año pasado los restos de ocho mujeres de las ruinas de un convento franciscano en Florencia donde se cree que pudo haber sido enterrada Gherardini.
Un laboratorio de la Universidad de Bolonia afirmó que tres de los esqueletos recuperados en el convento de Santa Úrsula eran consistentes con la edad en que murió la mujer, afirma el comunicado. Estudios posteriores de carbono para determinar cuál de estos esqueletos fue enterrado en el siglo XVI, cuando murió Gherardini, están siendo realizados por la Universidad de Salento, dijo Vincenti según el comunicado.
Ahora, los investigadores intentarán cruzar los ADN de la familia de Del Giocondo con los esqueletos para confirmar la identidad de la mujer, agregó.
Los científicos podrían luego reconstruir el rostro de Gherardini y compararlo con los del misterioso retrato de Da Vinci.
En declaraciones a CNN el año pasado, Vinceti aseguró que la reconstrucción tendría un margen de error de entre el 2 y el 8 por ciento.
Vinceti también dijo estar seguro de que Da Vinci había sido contratado para pintar un retrato de Gherardini pero que no podía confirmar que que la Mona Lisa fuera ella o si apenas incluía algunos de sus rasgos.
Para empezar, la famosa sonrisa no era de Gherardini, indicó. Varios análisis de la Mona Lisa han mostrado que “cuando Leonardo comenzó a pintar a la modelo que estaba al frente de él, no dibujó esa sonrisa metafísica, irónica y conmovedora, sino que pintó a una persona oscura y depresiva”.
La reconstrucción podría finalmente responder una pregunta que ha estado vigente durante siglos, dijo Vinceti: “¿Quién posó para Leonardo?”.