(CNN) – La organización rectora del fútbol mundial espera que la Copa del Mundo 2018 promueva el cambio social en Rusia a pesar de ciertas declaraciones anti gay del director del comité organizador.
La FIFA le dijo a CNN este martes que buscaba explicaciones sobre la adopción de nuevas leyes en Rusia que “prohíben la propaganda de relaciones sexuales no tradicionales” entre menores.
La legislación también proscribe símbolos tales como la bandera gay y ha provocado llamados a boicotear los Juegos Olímpicos de Invierno 2014 y la Copa del Mundo 2018.
Alexey Sorokin, director ejecutivo del comité organizador del Mundial, defendió las nuevas leyes y aseguró que habían sido malinterpretadas.
“Están diseñadas en contra de la propaganda activa de la homosexualidad, no en contra de la homosexualidad en sí misma. Es una diferencia grande”, declaró en un artículo a World Football Insider.
“¿Te gustaría una Copa del Mundo donde la gente corriera desnuda demostrando su homosexualidad? Creo que la respuesta es bastante obvia”, agregó.
También señaló: “Los Juegos Olímpicos y la Copa del Mundo no son un escenario para varias visiones. No lo son para los nazis ni para otras formas de vida. Debería ser sobre fútbol y nada más”.
La FIFA dijo que sus estatutos tenían “cero tolerancia contra la discriminación basada, entre otras cuestiones, en la orientación sexual” y que confiaba en que el país organizador del Mundial 2018 estará preparado para recibir a visitantes y fanáticos de todo el mundo.
“La FIFA está firmemente convencida de que la Copa del mundo puede contribuir a unir a las personas y tener un impacto social positivo”, indicó.
El Comité Olímpico Internacional (COI) ya ha manifestado públicamente su oposición a cualquier intento de boicot, pero le señaló a CNN que seguirá con atención los acontecimientos en Rusia.
“El COI ha recibido la confirmación del gobierno de Rusia de que la legislación no afectará a quienes vayan o participen de los Juegos”, dijo el organismo.
Rusia fue elegida como sede de la Copa del Mundo 2018 en diciembre de 2010 y prometió construir 13 estadios nuevos como parte de un plan de unos cinco mil millones de dólares.
Cifras siderales también serán destinadas a mejorar la infraestructura necesaria para albergar el evento deportivo.