Por Frederik Pleitgen, Hamdi Alkhshali y Ben Brumfield

Damasco, Siria (CNN) — El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, dijo que el ataque químico en Siria la pasada es “inexcusable” e “innegable”.

La declaración de Kerry tuvo lugar en el mismo día en que inspectores de la ONU examinaron una de las áreas donde presuntamente ocurrió el ataque con armas químicas.

Los inspectores entraron al pueblo de Moadamiyet al-Sham y al parecer revisaron el área junto con doctores, de acuerdo con videos publicados en redes sociales por activistas opositores.

La inspección en el área de Ghouta, un suburbio de Damasco, ocurrió cinco días después de que se denunció un ataque con armas químicas en el lugar, algo que causó la condena de la comunicad internacional, y especulación de que Occidente podría responder militarmente.

Luego de un día “muy productivo” inspeccionando el área, el equipo comenzó a evaluar lo recopilado este lunes por la noche, y continuará su trabajo este martes, informó Farhan Haq, vocero de la ONU en Nueva York.

Horas antes, fuego de francotiradores dio blanco en un vehículo utilizado por el equipo de inspectores de la ONU.

El gobierno informó que detendría todas las hostilidades mientras los inspectores se encontraran sobre el terreno. Un grupo opositor sirio, la Coalición Nacional Siria, también afirmó la semana pasada que la oposición garantizaría la seguridad de cualquier personal de la ONU que inspeccionara el área.

El gobierno sirio acusó a “terroristas” de disparar contra los inspectores, según un reporte de la televisión estatal siria.

Naciones Unidas no ha dicho quién podría estar detrás de los disparos, que ocurrieron luego de una explosión cerca del sitio que el equipo de la ONU planea visitar. Algunos testigos dijeron que fue causada por artillería, quizá un mortero.

El vehículo “fue atacado deliberadamente varias veces por francotiradores no identificados”, informó la ONU en su comunicado, que pidió a ambos bandos “cooperar para que el equipo pueda realizar su importante trabajo”.

Un “crimen contra la humanidad”

El uso de armas químicas es un crimen contra la humanidad y debe ser castigado, dijo este lunes a los periodistas el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en Seúl.

El gobierno sirio no les permitió acercarse al sitio donde se produjo el presunto ataque durante días y se teme que la evidencia química se haya disipado.

“Cada hora cuenta. No podemos permitir más retrasos. Todos hemos visto las horribles imágenes en las pantallas de televisión y en las redes sociales. Claramente esto fue un incidente grave y terrible”, dijo Ban Ki-Moon.

“Debemos actuar por las familias de las víctimas”.

En tanto, el presidente sirio Bashar al Asad negó durante una entrevista con un diario ruso que su ejército tuviera algo que ver con el uso de gas venenoso.

“La zona del ataque es contigua a las posiciones del Ejército sirio, así que ¿cómo es posible que un país usaría armas químicas en una zona donde se encuentran sus propias fuerzas?” dijo este lunes el presidente sirio en una entrevista con el periódico ruso Izvestia.

Al Asad acusó a Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia de explotar el incidente al tratar de verificar las denuncias rebeldes en lugar de verificar los hechos.

Rusia afirmó que no hay evidencia de que ha ocurrido un ataque con armas químicas o de quién sería responsable, según una conversación telefónica que sostuvieron el presidente ruso Vladimir Putin y el primer ministro británico David Cameron, informó Downing Street.

Cameron telefoneó al presidente Putin este lunes por la tarde para discutir cómo la comunidad internacional responderá al presunto ataque con armas químicas, informó Downing Street en un comunicado.

Una línea roja

El uso de una gran cantidad de armas químicas cruzaría una “línea roja” y amenazaría los intereses estadounidenses en la región, aseguró el presidente Barack Obama. Es casi seguro que Washington actúe en consecuencia contra el gobierno del Bashar al Asad, afirmó este domingo un funcionario de Estados Unidos.

El Pentágono ha enviado cuatro buques de guerra armados con misiles tipo crucero a la región, y dos legisladores integrantes de comités claves del Senado y de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, afirmaron este domingo que esperarán que Estados Unidos ataque Siria si se confirman los informes del uso de las armas químicas.

El presidente Obama ha dicho que no prevé que tropas estadounidenses entren a territorio sirio, por lo que si ocurre un ataque, sería una campaña aérea.

Un segundo funcionario estadounidense dijo este lunes que las muestras de tejido que se obtuvieron de la escena del ataque en las primeras horas y días después del ataque del 21 de agosto “de varias fuentes internacionales”, se están analizando en lugares seguros.

Mientras Estados Unidos junta fuerzas en la región, la máquinaria de propaganda de al Asad y las fuerzas rebeldes se han señalado unos a otros sobre el uso del gas.

Sin embargo, ninguna de las partes niega lo ocurrido.

Acusaciones de la oposición

Algunos de los cohetes estaban cargados con sustancias químicas y fueron disparados en Jobar por el Ejército sirio el pasado miércoles, dijeron miembros de la oposición.

Más de 1,300 personas murieron, la mayoría de ellos por asfixia. La oposición respaldó los alegatos contra el gobierno con un vídeo que mostraba varias filas de cadáveres, entre ellos mujeres y niños.

No tenían heridas visibles. Algunos de ellos parecían hinchados.

La organización Médicos Sin Fronteras informó que tres hospitales de sus hospitales en Damasco recibieron unos 3,600 pacientes que mostraban síntomas neurotóxicos.

Las denuncias del gobierno

De acuerdo con la televisión estatal, las fuerzas del gobierno llegaron al sitio del ataque con gas cuando entraron en el bastión rebelde de Jobar en las afueras de Damasco.

Varios de los soldados del gobierno se “sofocaron” por la exposición a los gases al entrar en la ciudad, según el reporte.

“Se cree que los terroristas habrían utilizado armas químicas en la zona”, informó la televisión siria, citando una fuente anónima. El gobierno utiliza el término “terrorista” para describir a las fuerzas rebeldes.

Un video difundido mostró una habitación que contenía máscaras de gas, cilindros de gas y otra parafernalia que podrían ser haber sido utilizados en un ataque. El ejército dijo que descubrió el escondite en una instalación de almacenamiento en Jobar.

CNN no ha pidido confirmar independientemente la autenticidad de los videos mostrados por el gobierno o por los rebeldes.

Rusia se opone a una acción militar

Mientras que Estados Unidos y sus aliados han advertido sobre una acción militar, Rusia, que es aliado de Siria, envió un mensaje a Washington.

El ministro de Relaciones Exteriores ruso Sergey Lavrov dijo por teléfono a su contraparte estadounidense, John Kerry, que Moscú está profundamente preocupado por un posible ataque militar a Siria, según un comunicado publicado este lunes en la página web del ministerio.

Lavrov afirmó este lunes que no hay prueba de que el gobierno sirio haya estado involucrado en el ataque y afirmó que las acusaciones deben de ser “investigadas profesionalmente” y presentadas al Consejo de Seguridad de la ONU.

En tanto, este domingo su ministerio recordó la historia de las reclamaciones occidentales sobre Iraq e instó a Washington a evitar “un movimiento temerario”.

“Todo esto es una reminiscencia de los acontecimientos de hace 10 años en los que, utilizando información falsa de que los iraquíes poseían armas de destrucción masiva como pretexto y sin autorización de la ONU, Estados Unidos puso en marcha una operación de la que todo el mundo fue testigo”, afirmó un portavoz del ministerio de Exteriores ruso, quien agregó que una ofensiva respaldada por Estados Unidos y a sus aliados europeos generaría tensión en la zona, el mundo árabe y todo el mundo islámico.

Bashar al Asad dijo este lunes que Rusia sigue suministrando armas a su Ejército.

Fred Pleitgen reportó desde Siria. Ben Brumfield escribió y reportó desde Atlanta. Hamdi Alkhshali reportó desde Atlanta. Boriana Milanova, Chris Lawrence, Jim Acosta, Josh Levs, Elise Labott y Jill Dougherty contribuyeron con este reporte.