Por David Goldman
Nueva York (CNNMoney) — ¿Cuánto más crees que costaría fabricar un smartphone en Estados Unidos y no en China? ¿50 dólares por teléfono (640 pesos)? ¿100 dólares?
¿Qué te parecen cuatro dólares?
Google causó un gran alboroto cuando anunció que fabricará en Texas el nuevo Moto X, el nuevo teléfono inteligente insignia de la división Motorola de la empresa. En un análisis que llevó a cabo la empresa IHS iSupply sobre los componentes internos del smartphone, reveló que fabricar el Moto X cuesta entre 3.50 y cuatro dólares (entre 45 y 51 pesos) más que fabricar el iPhone 5 de Apple o el Galaxy S4 de Samsung, que se ensamblan en China.
“A pesar de su etiqueta de ‘Hecho en Estados Unidos’, los costos totales siguen siendo competitivos ante los smartphones similares”, dijo Andrew Rassweiler, director principal de servicios de evaluación de costos de IHS.
Google no respondió de inmediato a las solicitudes de información.
Esto es un logro notable en una época en la que el fabricar dispositivos y artefactos en el Lejano Oriente se ha vuelto la norma.
La fabricación de dispositivos de alto perfil en Estados Unidos tiene algunos precedentes: el año pasado, el director ejecutivo de Apple, Tim Cook, hizo el sorprendente anuncio de que una parte de la producción de Macintosh de la empresa se trasladaría a Estados Unidos.
Sin embargo, no esperen una revolución “Hecha en Estados Unidos”.
El Moto X es un teléfono agradable, pero nadie predice que venda un volumen similar al de los iPhones o los teléfonos Galaxy S. De igual forma, Macintosh es por un gran margen el menor de los cuatro productos centrales de Apple en cuanto a ventas por unidad se refiere.
La compañía de la manzana vendió 17 millones de Macs en los cuatro trimestres anteriores, en comparación con los 138 millones de iPhones vendidos.
Además, si se asume que Apple también gastaría cuatro dólares más para fabricar el iPhone en Estados Unidos, eso se traduce en costos agregados por 550 millones de dólares (6,875 millones de pesos), algo inaceptable para una empresa que ya en la actualidad enfrenta dificultades para impedir que los márgenes de ganancias sigan disminuyendo.
Ese cálculo también podría ser demasiado bajo al considerar los posibles costos relacionados con la mejora de las instalaciones manufactureras en Estados Unidos, así como la capacitación de los trabajadores.
Sin embargo, con un costo de cuatro dólares por teléfono, está claro que ese no es el único problema. Los verdaderos obstáculos son la velocidad y la capacitación.
A diferencia de las plantas de Estados Unidos, Foxconn y otras operaciones de fabricación en China alojan a los empleados en dormitorios y pueden enviar a miles de empleados a las líneas de ensamblaje sin previo aviso. Los empleados están sujetos a lo que la mayoría de los estadounidenses considerarían jornadas laborales insoportablemente prolongadas y duras condiciones laborales.
Ese sistema brinda a las empresas tecnológicas la eficiencia que necesitan para entrar en la carrera de la presentación de productos. Además, la mayoría de los proveedores de componentes de las empresas de tecnología también están en China o en otros países asiáticos. Eso da a las empresas la flexibilidad de cambiar el diseño de un producto a último momento y poder procesar los pedidos a tiempo.
China también tiene ingenieros mucho más calificados que Estados Unidos. Apple señaló que requiere de 30,000 ingenieros industriales para apoyar a sus empleados en las fábricas, cantidad que simplemente no existe en Estados Unidos.
“Tiene que haber un cambio fundamental en el sistema educativo para que una parte de esta (mano de obra) regrese”, dijo Tim Cook en una entrevista que concedió el año pasado al sitio web AllThingsD.