Un gran cheque anuncia el ganador de la lotería Powerball frente a la tienda Murphy Express en Lexington, Carolina del Sur.

Por Steve Almasy, CNN

(CNN) – Hay un hombre en Carolina del Sur que estuvo guardando un gran secreto en los últimos cinco días.

Bueno, sí le dijo al su perro. Y, asumimos, a su esposa.

Él probablemente espera que su reciente buena fortuna se mantenga en secreto, pero éste será un acontecimiento importante que le va costar mantener bajo reserva.

Las autoridades de la lotería de Carolina del Sur dijeron que un hombre fue a su oficina el lunes con el billete ganador del premio mayor del 399.4 millones de dólares de la lotería Poweball.

En un comunicado de prensa, autoridades de la lotería dijeron que el hombre es residente del área de Columbia.

Y eso es todo. No dijeron su edad ni su nombre. Por ley, Carolina del Sur no divulga las identidades de los ganadores de loterías al público si los afortunados no desean ser conocidos.

Las autoridades dicen  que el sujeto les contó que estaba conduciendo cuando su esposa lo llamó y le dijo que necesitaban panes para hot dogs. Así que entró a la tienda Murphy USA pero no había esos panes.

Lo que había era un afiche de la lotería, así que —por segunda vez en su vida— jugó la lotería, pagando 20 dólares.

El jueves, estaba en su casa sólo con su perro cuando revisó los números.

Y tenía el billete con los números ganadores: 7, 10, 22, 32, 35 y Powerball 19.

La combinación perfecta: una en 175.223.510 posibles.

La tienda Murphy recibirá 50.000 dólares —nada mal— por vender el boleto ganador. El comunicado no dice si el hombre escogió el plan anual de 29 años o si se llevó el premio en efectivo de 223 millones de dólares.

El sorteo del miércoles pasado fue el cuarto más grande en la historia de Estados Unidos, y es el mayor en Carolina del Sur.

El premio mayor de la historia estadounidense fue de 665 millones de dólares de la lotería Mega Millions en marzo de 2012. El mayor premio de Powerball fue de 590.5 millones, que ganó un solo boleto en Florida en mayo pasado.

Así que ahora los residentes de Columbia probablemente serán mucho más amables entre ellos. Después de todo, nunca sabes si el tipo al que le acabas de servir la comida tiene cientos de millones de dólares.