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(CNN) — La escritora Harper Lee no ha publicado una novela en más de medio siglo, pero sus palabras en una corte federal de Estados Unidos buscan proteger a la más conocida propiedad intelectual de la mujer de 87 años, Matar a un ruiseñor (To Kill a Mockingbird).

La autora originaria de Alabama ha demandado al Museo del Patrimonio del Condado de Monroe, su ciudad natal, de violación al registro de marcas, pues afirma que está usando ilegalmente su fama para su propio beneficio.

“El museo pretende beneficiarse de la utilización no autorizada de las denominaciones protegidas y marcas de Harper Lee y Matar a un ruiseñor. Se trata de un importante negocio que generó más de 500,000 dólares en ingresos en 2011, el último año del que hay datos disponibles”, dice la demanda presentada la semana pasada.

“Sin embargo, su trabajo actual no hace referencia a la historia. Más bien, su misión principal es el comercio en la historia de ficción, la trama y los personajes que Harper Lee creó”, agrega.

La autora aún vive en el condado, a unos 170 kilómetros de Montgomery, en la parte sur del estado. El lugar fue la inspiración para el ficticio Condado de Maycomb.

Situada en la época de la segregación en el sur, la novela de 1960 —la única escrita por Lee— ganó un Premio Pulitzer y una película se convirtió en ganadora del Oscar. Se trata de la relación de un abogado local con sus hijos y su comunidad en donde defiende a un hombre afroamericano acusado de violar a una mujer blanca durante las leyes Jim Crow de 1930.

Sus temas de injusticia racial e inocencia perdida, basadas en personajes que poseen valentía y tolerancia, han inspirado a millones de lectores.

El museo reconoce plenamente a su residente más famosa. En su sitio web dice que “mantiene y opera seis sitios históricos en el condado de Monroe, Alabama, que interpretan colectivamente la rica historia de la zona”, incluyendo “el legado literario de Truman Capote y Harper Lee”, que eran amigos de la infancia.

Una tienda de regalos —llamada Nido de Pájaro— vende objetos de recuerdo, camisetas e incluso utensilios de cocina del libro, y el museo pone en escena pasajes de Matar a un ruiseñor.

Un abogado del museo negó rotundamente las acusaciones de Lee.

“Cada declaración en la demanda es falsa o sin mérito, o ambos”, dijo Matthew Goforth , abogado en Birmingham contratado por el museo.

“Es triste que los ávidos administradors de Harper Lee consideren oportuno atacar al museo sin fines de lucro en su ciudad natal que ha honrado su legado y la rica historia de la ciudad relacionada con el legado de más de 20 años”.

“Desafortunadamente para Harper Lee, sus administradores no hacen otra cosa que malgastar su dinero con esta demanda. El museo está pleno en su derecho de llevar a cabo su misión como siempre lo ha hecho”, dijo.

En su demanda judicial, Lee reconoció el impacto de la novela en su comunidad. “El deseo del pueblo de capitalizar la fama de Matar a un ruiseñor es inconfundible: logotipo de la ciudad de Monroe ofrece una imagen de un ruiseñor, y la cúpula de la corte del Condado Old, que fue el escenario para el drama Matar a un ruiseñor”.

Sus abogados dijeron que habían intentado antes detener al museo de cualquier uso comercial no autorizado de la novela, y afirmó que trató de bloquear su registro federal de la marca Matar a un ruiseñor.

“Los hechos históricos son del mundo, pero la ficción y marcas comerciales están protegidos por la ley”, dice la demanda.

Nelle Harper Lee —su nombre completo— presentó por separado una demanda el mes pasado en el que afirmó que fue “engañada” para que firmara los derechos de autor de su libro hace seis años. Su demanda actual dice que la novela sigue vendiendo un millón de copias al año.