Por Jarrett Bellini
Nota del editor: Cada semana en Aparentemente esto es importante, Jarret Bellini de CNN, aplica sus susceptibilidades deformadas para temas del momento en los medios sociales y elementos aleatorios de interés en la web.
(CNN) – En el mejor caso soy un 5.
No me estoy quejando. Algunos de ustedes sólo llegan a ser un 4. No diré nombres, pero los he visto entrar a Great Clips.
Por lo general, cuando voy saliendo de Old Navy. Así que, estamos en esto juntos.
Pero, sí, en el mejor de los casos soy un 5. En un buen día. Con poca iluminación. En el festival de los Juggalos.
Y estoy totalmente conforme con mi estatus de cinco. Porque, de acuerdo a un nuevo estudio, tener una apariencia promedio es sexy. GQ no me ha llamado aún para pedirme una sesión de fotos, pero he preparado mis mejores pantalones cortos sólo para estar seguro.
Todo esto se basa en una teoría llamada “el efecto porrista”, la cual originalmente surgió de la exitosa serie “How I Met Your Mother” cuando el personaje de Neil Patrick Harris, Barney Stinson, le explicó el fenómeno a sus amigos mientras admiraban a los clientes en un bar.
Barney dice, “El “efecto porrista” es cuando un grupo de mujeres parecen ser atractivas, pero sólo en grupo. Exactamente como sucede con las porristas. Ellas se ven bien, pero si las ves a cada una por separado… ¡es otra historia!”
Al parecer, se trata de un promedio social dentro de un grupo, donde, de alguna manera, la apariencia de aquellos que son feos mejora y la apariencia de los que son guapos declina en una especie de punto medio perfecto.
Básicamente, el grupo entero se convierte en un menú de Applebee’s, el cuál es sumamente apetitoso.
A simple vista.
Pero de eso estamos hablando aquí. De esa apariencia inicial.
Y el efecto porrista definitivamente se aplica a ambos sexos, tal como fue probado por investigadores reales en la Universidad de California, San Diego, donde este estudio de la vida real se llevó a cabo tanto para hombres como para mujeres.
Los resultados, recientemente publicados en la revista Psychological Science, revelan que una buena manera de aumentar tu atractivo general mientras estás en público es simplemente rodearte de otras personas. Es preferible que sean personas que conozcas.
“Tremenda reunión, ¿verdad? Hola, soy Dave”.
Por supuesto, todo parece bastante obvio. En situaciones sociales, estar rodeado de otros te hace más deseable que ser un solitario rodeado de dudas. Pero este estudio no es acerca de tu vibra, sino de tu apariencia real.
Los científicos principales, Drew Walker y Edward Vul, escribieron que las caras de las personas tienden a “promediarse” en un grupo, lo cual hace que la apariencia general de un individuo se vea menos única de lo que es en realidad. Cincos perfectos.
Lo cual no necesariamente parece ser algo bueno. Pero sí lo es.
Según esta investigación, el promedio social es realmente la clave para verse bien en lugares públicos.
Walker explica en el estudio que, “las caras promedio son más atractivas, probablemente debido al promedio de las idiosincrasias poco atractivas. Quizá es como las familias de Tolstoy: las personas hermosas son todas iguales, pero cada persona poco atractiva es poco atractiva a su manera”.
Básicamente, sugieren que salir en grupo no necesariamente acentúa tus supuestas buenas cualidades, lo que sí hace, sin embargo, es minimizar tus características menos atractivas.
Así que esa marca de nacimiento que tienes en tu mejilla y que parece Richard Nixon… pfff, ¡como si no estuviese ahí!
De hecho, las conclusiones mostraron que las personas en grupo fueron calificadas en un 5,5% más atractivas que cuando fueron vistas por separado. Esto no parece ser mucho, pero es algo.
Para realmente probar esta teoría del efecto porrista, se realizaron cinco experimentos con al rededor de 130 estudiantes universitarios a los que se les mostraron fotos de 100 personas. Debían calificar su atractivo. Algunas de las personas aparecían solas en las fotos, y en otras, eran parte de un grupo.
Al final, mujeres y hombres fueron considerados más atractivos en las fotos de grupo.
Por supuesto, una vez que te desconectas del grupo estás sólo y la verdad sale a luz.
“¿Es… Richard Nixon?”
Así que, definitivamente hay un poco de mérito en la idea de ser un alero o alera. Y cuantos más tengas, mejor.
¡Vamos a colarnos en las reuniones!