Por Lorenzo Ferrigno

New York (CNN) — La participante femenina de edad más avanzada en correr la ING New York City Marathon 2013 murió pocas horas después de terminar su vigésima quinta aparición consecutiva en la carrera, dice su hija.

Joy Johnson, de 86 años de edad y residente de California, completó la carrera del domingo en menos de ocho horas. La tarde siguiente, se encontraba descansando en su habitación del hotel en Nueva York y nunca despertó, le dijo su hija Donna Graffis a CNN.

Alrededor del kilómetro 32 del recorrido de 42 kilómetros, sobre las 5 p.m., Johnson se cayó y se golpeó la cabeza, dijo Graffis. La llevaron al puesto de primeros auxilios, donde el equipo sugirió que fuera al hospital.

Graffis dijo que su madre -quien hablaba coherentemente y estaba lúcida- continuó , más decidida que nunca a terminar la carrera.

Johnson terminó con un tiempo de 7:57:41 , según Chris Weiller, un portavoz de los New York Road Runners, la organización que prepara la maratón.

A la mañana siguiente, se aventuró al programa “Today Show” de NBC con su hermana, Faith Anderson, para hablar con Al Roker, a quien llamó “su amigo”, después de más de diez años de apariciones anuales en el programa.

Después de su visita al Rockefeller Center, Johnson se dirigió de vuelta al Roosevelt Hotel para descansar. Alrededor de las 3 p.m., su hermana no logró despertarla.

No está claro cuál fué la causa exacta de su muerte.

Aunque este año no hizo su mejor tiempo, y se tardó casi tres horas más que la primera vez que corrió la carrera en 1988, con un tiempo de 4:22:59, se sintió muy contenta de haber terminado, dice Graffis.

Johnson fue una de los 18 octogenarios en la carrera de este año, y una de sólo cuatro mujeres en ese grupo de edad, según Weiller. También fue la mujer de edad más avanzada en la maratón de 2011, y le ganó a su grupo de edad en un total de seis veces durante el último cuarto de siglo.

“La vamos a extrañar; ella fue una inspiración para nosotros”, dijo Weiller. “Durante 25 años ha estado presente al inicio y al final de la carrera, y en el 2014 no va a ser lo mismo sin ella”.

Johnson, quien nació en Minnesota, se trasladó a California a sus veintitantos años, donde trabajó como maestra de educación física y entrenadora de voleibol y atletismo, dijo Graffis. No fue sino hasta que se jubiló a sus cincuenta años que empezó a practicar las carreras de distancia. Graffis llamó a su madre “una inspiración para todos, demostrando que sí es posible empezar algo en ese momento de tu vida”.

En casa, Johnson corría con lo que llamaba el “Willow Glen Track Pack”, dijo su hija. El grupo se llama así por el barrio donde vivía en San José, California.

En son de broma, le gustaba llamar “whipper-snappers” (atrevidos) a los otros octogenarios en su grupo de edad. Graffis dijo que Johnson amaba correr, a su familia y su fe.

“Todos estamos aturdidos y tristes, pero de alguna manera, al hablar con muchas personas que la conocían, sabemos que ésta es la forma en que se quería ir”, dijo Graffis. “Una pequeña parte de nosotros sonríe, porque sabemos que ella está muy feliz. Lo único es que le hubiera gustado seguir corriendo, y pasarle sus zapatos de correr a alguien más”.