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Por Heather Kelly

(CNN) — Para las víctimas del robo de un teléfono inteligente, la justicia máxima es un botón que al tocarlo desactive el dispositivo convirtiéndolo en un pisapapeles rectangular sin valor alguno. Más aún, la capacidad de desactivar un teléfono inteligente robado podría reducir los robos a todos los consumidores, ya que el valor de reventa de los dispositivos se desplomaría.

Lo llaman el ‘kill switch’ (interruptor de apagado); este tipo de función ya existe y podría incluirse en los teléfonos inteligentes. El dueño del teléfono lo activaría con su nombre y contraseña si el dispositivo se pierde o es robado.

Los grandes operadores móviles en los EE.UU., sin embargo, están en contra de la idea de un dispositivo de apagado. Afirman que los piratas informáticos podrían explotar esta función y que, una vez activada, sería difícil de desactivar.

Quienes lo proponen alegan que el proceso es completamente reversible y que la verdadera razón por la que los operadores móviles no quieren esta función es que perderían dinero en planes de seguros, reactivación de teléfonos revendidos y ventas de teléfonos de remplazo.

“Creo que esto está motivado por las ganancias”, dijo el fiscal de distrito de San Francisco, George Gascón.

Junto con el fiscal general de Nueva York, Eric Schneiderman, Gascón lidera la ‘Secure Our Smartphones Initiative’ (Iniciativa aseguremos nuestros teléfonos inteligentes), una coalición entre los agentes del orden y otras partes de todos los EEUU. El grupo presiona a los fabricantes de teléfonos inteligentes y a la industria de las comunicaciones inalámbricas a tomar acción para proteger a los consumidores del robo de los teléfonos.

El robo de los teléfonos inteligentes ha ido en aumento en todos los Estados Unidos en años recientes; en muchos casos este robo puede tornarse violento. De acuerdo con el departamento de policía, en San Francisco, un 67% de los robos están relacionados con los dispositivos móviles. Un 10% de los dueños de teléfonos han sufrido el robo de un teléfono, de acuerdo con una encuesta de Harris; 1,6 millones de norteamericanos han sido víctimas del robo de un teléfono inteligente, de acuerdo con Consumer Reports.

La iniciativa ‘Secure our Smartphones’ ha trabajado con Samsung para incluir un interruptor de apagado en los teléfonos móviles de la compañía surcoreana, un esfuerzo que recientemente se encontró con un gran obstáculo.

“Hemos visto correos electrónicos que indican que los operadores móviles se rehúsan a permitir que Samsung coloque una solución externa en sus teléfonos”, dijo Gascón, refiriéndose a los correos electrónicos entre Samsung y un desarrollador.

El robo, a su manera, produce dinero a los operadores móviles. Por ejemplo, por $7 mensuales, los dueños de teléfonos inteligentes pueden contratar un plan de seguros para su dispositivo comprado por medio de AT&T; que cubre robo, así como pérdida y daño accidental.

Los teléfonos revendidos son rentables para los operadores móviles cuando sus nuevos dueños los reactivan, y los consumidos que no tienen seguro a menudo pagan el precio completo por un nuevo dispositivo por medio de los operadores.

“Trabajamos con los líderes de la iniciativa ‘Secure our Smartphones’ (S.O.S.) para incorporar la perspectiva de los órganos encargados de hacer cumplir la ley. Continuaremos trabajando con ellos y nuestros socios operadores móviles hacia la meta común de terminar con el robo de móviles”, dijo Samsung en una declaración.

Los mayores operadores móviles en los EEUU declinaron hacer comentarios para este artículo, diciendo que apoyan una declaración de la CTIA (por sus siglas en inglés, Asociación de telecomunicaciones e internet celular) - la Wireless Association (Asociación de comunicación inalámbrica), un grupo del sector que representa a las empresas de comunicación inalámbrica.

“La CTIA y las compañías miembro han trabajado duramente durante el pasado año para ayudar a los agentes del orden con este problema de teléfonos móviles robados”, dijo en un comunicado el Vice-Presidente de la CTIA, Jamie Hastings. “La industria, bajo la dirección de la Comisión federal de comunicaciones, los agentes del orden y otros legisladores, ha trabajado en cooperación para desarrollar un enfoque proactivo y polifacético para acabar con el mercado de los teléfonos móviles robados”.

La organización trazó las acciones en contra del robo que apoya. Una de las alternativas primarias a un interruptor de apagado es una base de datos global de teléfonos inteligentes que dificultaría la reactivación de un dispositivo robado. Pero, a menos que todos los operadores móviles en el mundo participen, los ladrones pueden continuar enviando dispositivos robados a otros países y venderlos allí.

La CTIA también apoya el uso del rastreo remoto y de las aplicaciones de borrado, en educar a los dueños para prevenir el robo y en exigir sanciones legales más fuertes para los ladrones de teléfonos inteligentes.

Una compañía es lo suficientemente poderosa para incluir esta función sin la aprobación de los operadores: Apple. La empresa introdujo con éxito una opción parecida al interruptor de apagado llamada ‘Activation Lock’ (Activación de apagado) en los iPhone e iPad con el lanzamiento de su último sistema operativo móvil, iOS 7.

“Apple ha sido capaz de mostrar a la industria cómo se puede hacer”, dijo Gascón.

A diferencia de los teléfonos con Android, Apple controla todos los aspectos de sus dispositivos, entre ellos el hardware de su sistema operativo. Debido a que los iPhone son tan populares y lucrativos para los operadores, Apple ha sido capaz de dictar las funciones que se incluyen en sus dispositivos. Apple también ha sido líder en la prevención de robos porque sus dispositivos son el blanco más popular de los ladrones de teléfonos inteligentes.

Los fabricantes como Samsung navegan en un sistema más complicado. Samsung agregaría la función adicional del interruptor de apagado al sistema operativo de Google Android que ya se encuentra en el dispositivo. Necesitan vender esos dispositivos alterados a los operadores móviles, que tienen el poder de decir que no.

Mientras los agentes del orden en los EEUU evalúan los próximos pasos a seguir en la batalla contra el robo de los teléfonos inteligentes, pueden ver fuera de los EEUU en busca de inspiración. En Korea del Sur se introdujo recientemente una ley que exige a todos los fabricantes locales de teléfonos inteligentes, entre ellos LG y Samsung, incluyan una función de interruptor de apagado en los dispositivos que se vendan en el país.