Estos son los calzoncillos Shreddies. Aparentemente funcionan.

Por Jarrett Bellini, CNN

(CNN) - El otro día me vi envuelto en una conversación algo delicada con una de mis colegas de CNN, una periodista que posee una educación de una de las mejores universidades, quien ha ganado reconocimientos y es admirada por todos debido a su encanto y compasión. Me pidió que me tirara un pedo.

Ahora, no quiero avergonzar a esta persona al mencionar su nombre, pero definitivamente se trata de Jessica Ravitz.

Así se dio la conversación.

Jessica: “No puedo creer que esté diciendo esto, pero quiero que lo hagas”.

(Me tiré uno. Fue silencioso).

Yo: “¿Qué te parece?”

Jessica: “¡No. No lo hiciste!”

Yo: “Oh, sí lo hice”.

Jessica: “¿De verdad? ¿En serio? No huelo nada”.

¡Arriba esos cinco!

Verás, yo tenía puestos los nuevos Shreddies, la ropa interior que filtra flatulencias y recientemente fue una noticia importante en toda la red. En realidad, ya tenía algunas semanas de popularidad, y esperaba escribir sobre el producto entonces, mientras todavía era un importante tema de discusión en línea.

“Aparentemente esto es importante” es el artículo semanal (y un tanto aleatorio) que Jarret Bellini escribe sobre los temas del momento en los medios sociales.

Sin embargo, soy un periodista serio con literalmente horas de experiencia, y sentí que no era suficiente simplemente mencionar que estas cosas existen. En realidad tenía que probarlas.

Así que me mandaron un nuevo par de calzoncillos desde el Reino Unido. Al menos espero que hayan sido nuevos.

De cualquier manera, ahora ya no lo son.

Finalmente, los recibí. Y después de tres días de prueba el martes, miércoles y jueves de esta semana, finalmente llegó la hora de tener una seria conversación sobre los pedos. Lo cual es grandioso, porque es básicamente mi ritmo.

“¡Tenemos noticias de última hora sobre pedos! Bellini, tienes que volar a Pittsburgh en seguida”.

“¿Esta misión requerirá de calzoncillos?”

Así que, sí, estamos hablando de pedos. Y pido disculpas por nada.

De hecho, si piensas que este tema es desagradable o poco intelectual, sólo considera las palabras de su Santidad el Dalai Lama. En Junio, mientras se dirigía a una audiencia en Australia, explicó que, en esencia, todas las personas somos iguales. Y luego, compartió esta anécdota maravillosa.

“Cuando vas en un avión, a veces surge el problema de los gases”, dijo. “Entonces, verás, es difícil soltarlos. Así que, en ocasiones, tienes que ver a tu alrededor y hacer esto”.

Su Santidad se inclinó hacia un lado como si se estuviera tirando un gran gas y luego, empezó a reirse como un niño de doce años.

Porque los pedos son graciosos. Incluso para el Dalai Lama.

EL PRODUCTO  

Los Shreddies fueron inventados por un diseñador industrial británico llamado Paul O’Leary y el nombre viene de un término coloquial utilizado para la ropa interior, el cual se originó con las fuerzas británicas. Me dijeron que los soldados literalmente destrozaban (shred) su ropa interior de tanto marchar.

De ahí viene el nombre, Shreddies.

Pero estos Shreddies son nada como los calzoncillos desgastados y rotos que su nombre suguere. Tampoco se parecen a los que compré en Target en 2003, que todavía se aferran a la vida.

Aquí, O’Leary en realidad trabajó con los diseñadores de ropa interior de la Universidad De Montfort del curso de diseño de ropa interior (¿dónde diablos era esto cuando yo fui la universidad?) y utilizaron algo llamado Zorflex, una tela de carbón activada que tradicionalmente se ha utilizado en los trajes de guerra química.

Así que, básicamente, es como colocar un filtro de fuerza militar en tu trasero.

Sin embargo, definitivamente no quieres probar esto en casa a menos de que anheles tener una conversación incómoda en la sala de emergencias.

“… y así fue como sucedió”.

“Señor, no soy doctor. Esta es la cafetería”.

Pero no parece haber algo voluminoso o peligrosos sobre esta tela Zoflex, la cual es perfectamente cómoda, y ha sido cosida correctamente en la parte posterior de la ropa interior. Y cuando sueltas el gas, las partículas del mal olor - un término técnico - se quedan atrapadas en el mágico filtro, lo cual te permite comer con confianza todo tipo de cosas horribles, y tirarte pedos en compañía de amigos y extraños.

Eso fue exactamente lo que yo hice.

EL EXPERIMENTO  

El día uno comenzó como cualquier otro: triste y sumido en la falta de confianza en mí mismo.

Pero después de despegarme de la cama, preparé café, me comí un banano y bebí un poco de leche de almendras con sabor a chocolate amargo antes de dirigirme a la oficina. Éste sería mi desayuno habitual durante todo el experimento, una forma más o menos saludable de iniciar el día.

Todo lo demás fue puro terror.

Estamos hablando de pizza, tacos y aguas gaseosas. Y cuando nada de esto dio resultado, pensé: “Bien, una buena cantidad de carne asada tendría que funcionar”.

Y así fue. Un poco.

Pero, ¿cómo iba yo a saber que los Shreddies en realidad estaban funcionando?   Este experimento necesitaba un control.

Entonces, hice lo que definitivamente había que hacer. Me tiré uno.

(Me detengo para hacer una pregunta completamente ajena al tema: ¿Por qué las mujeres no me quieren?)

Ahora, por el bien de las personas más puritanas entre nuestro público, no voy a entrar en muchos más detalles.

Sólo deben saber que el experimento estaba funcionando y, durante los próximos dos días y medio, continué con esta línea agresiva de alimentación, consumiendo de todo, desde el pastel de carne hasta un frío y húmedo tazón espeso de chili de un puesto de comida rápida barata. Todo en nombre del periodismo.

Y he aquí el resultado final: Estas cosas funcionan.

Me puse los Shreddies durante la prueba de resistencia final y estuvieron a la altura de lo que prometen. Y Jessica estuvo justo allí para apoyarme.

“No puedo decir que alguna vez le he pedido a alguien que se tire un pedo frente a mí y no estoy particularmente orgullosa de haberlo hecho”, comentó. “Pero alguien tenía que verificar lo que Jarrett estaba haciendo. Afortunadamente, esos calzoncillos funcionan “.

Pido disculpas por nada.

Sigue @JarrettBellini en Twitter.