Los operadores de casino extranjeros se han apresurado en llegar a Macao en la última década.

Por Charles Riley, CNNMoney

(CNNMoney) – Olvida Las Vegas y Atlantic City. Macao ha cimentado su estatus como el campeón indiscutible en la industria del juego.

El territorio chino reportó ingresos procedentes de los juegos de azar de 360.000 millones de patacas (45.000 millones de dólares) en 2013, un incremento de casi un 20% por encima del año pasado.

Si eso te parece mucho dinero, lo es. Las Vegas sería afortunada al ganar 6.500 millones de dólares, o un 15% del total de Macao. El cobro de Atlantic City es probablemente incluso más bajo.

El antiguo puesto de avanzada portugués ha ganado impulso durante años, exacerbado por unas regulaciones menos estrictas y una población china que está ansiosa por apostar. Cuando se levantaron las restricciones sobre operadores extranjeros en 2002, nuevos casinos abrieron en manadas así como firmas internacionales que se unieron en la carrera.

Macao es el único lugar en China donde el juego de azar es legal, y millones de turistas acuden al territorio cada año. El rápido crecimiento ha atraído a los mayores jugadores en la industria, entre ellos Las Vegas Sands y Wynn Resorts.

Este auge ha repercutido a través del delta del río Pearl. En Hong Kong, hogar de algunos jugadores muy devotos, el gobierno lucha por construir un puente a Macao que atravesará una de las rutas de transporte más concurridas del mundo. En la actualidad, los jugadores de Hong Kong confían en una flota de transbordadores para llegar al territorio.

Sin embargo en Macao, con una población de menos de 600.000 habitantes, no es una simple imitación de Las Vegas. Los jugadores chinos prefieren los juegos como el bacará más que el póquer o ‘blackjack’. Y Nevada todavía tiene la ventaja en cuanto al espectáculo, ofreciendo una mayor variedad de opciones para cenas y espectáculos dirigidos por estrellas como Britney Spears.

A pesar de su tremendo éxito, el auge de Macao no ha sido sin costo.

El territorio depende casi por completo de los juegos de azar. Cuando la industria está en auge, los impuestos sobre ingresos aumentan y los residentes, la mayoría de los cuales trabajan para la industria, reciben pagos del gobierno. Como resultado, son vulnerables a los cambios de políticas y sufrirían mucho si China repitiese la represión de 2008 en cuanto al número de visitantes del continente.

La ciudad ha atraído otros elementos desagradables a menudo vinculados a la industria, entre ellos blanqueadores de dinero que buscan evadir los límites de movimiento de efectivo fuera de China.

Pekín limita la cantidad de dinero que los chinos pueden sacar del país a 50.000 dólares anuales. Para aquellos que buscan eludir las regulaciones, Macao ofrece una opción atractiva.

Al trabajar con un operador de fiestas, que desempeña las funciones básicas de una empresa turística, los visitantes utilizan yuanes para comprar fichas del casino, pero cobran sus ganancias en monedas extranjeras, entre ellas dólares. Es entonces cuando el dinero puede ser trasladado al extranjero y utilizado para realizar compras en Europa y Estados Unidos.

A pesar de los esfuerzos para restringir esta actividad, esta práctica ha atraído muchas críticas, entre ellas de la Comisión Ejecutiva del Congreso de EE.UU. en China.