CNNE 159206 - 140206033528-lkvl-duthiers-japan-composer-scandal-00001922-story-top

Por Tim Hume, Junko Ogawa y Yoko Wakatsuk

Un célebre compositor aclamado como el “Beethoven japonés” por crear sinfonías exitosas a pesar de su sordera ha sido expuesto como un fraude, luego de confesar que otro músico escribió sus obras más aclamadas.

Y en un giro sorpresivo, el hombre que dice ser el escritor anónimo de la obra, Takashi Niigaki, afirmó en una conferencia de prensa el jueves que él no creía que el aclamado compositor fuera en lo más mínimo sordo.

Niigaki informó a la prensa en Tokio que en los últimos 18 años se le había pagado alrededor de 7 millones de yenes (alrededor de 69.000 dólares) para escribir más de 20 piezas por encargo del compositor clásico Mamoru Samuragochi.

Niigaki, profesor de la prestigiosa escuela de música Toho Gakuen, dijo que en ningún momento imaginó que Samuragochi fuera sordo, ya que el compositor había escuchado repetidamente y proporcionado retroalimentación sobre la música para la cual lo contrató que escribiera en los últimos años.

Samuragochi es visto como una inspiración en Japón por haber creado populares sinfonías clásicas y música para videojuegos, a pesar de supuestamente haber sido completamente sordo durante 15 años.

Niigaki dijo que él había llegado a un acuerdo con Samuragochi sin mala intención, pero posteriormente se empezó a preocupar por el engaño y le dijo a Samuragochi que se quería salir.

Pero indicó que Samuragochi le dijo que si dejaba de componer para él, se suicidaría.

Niigaki dijo que él se considera a sí mismo como un cómplice en el fraude. “Ya no puedo seguir engañando a la gente”, dijo. Él dijo que la última vez que había visto a Samuragochi fue el 15 de diciembre del año pasado.

“La oficina de los abogados de Samuragochi, Kazushi Orimoto y Mizuki Wakamatsu, le comentaron a CNN que ellos no podían responder en relación a las afirmaciones de Niigaki.

Pero cuando se les acercó un reportero de Nippon Television, Orimoto dijo a la cámara que la firma creía que Samuragochi en realidad era sordo y que tenían un certificado emitido por el gobierno el cual confirmaba su discapacidad auditiva”.

Anteriormente, ellos habían hecho una declaración en nombre de Samuragochi, en la cual él pedía disculpas por haber “defraudado a sus seguidores” por haberle encargado a otro compositor escribir sus temas musicales por años.

En la declaración, Samuragochi reivindicaba que él proveyó las ideas base para los trabajos, mientras el colaborador había producido los temas terminados.

El colaborador había tenido sus propias razones para no identificarse a sí mismo como creador del trabajo, dice la declaración, entonces Samuragochi presentó  el trabajo como una creación individual.

La declaración de los abogados dice que si bien su cliente “debe ofrecer disculpas directas a sus seguidores”, él estaba demasiado “afectado mentalmente” por las revelaciones como para expresarse adecuadamente.

El compositor de 50 años, quien también deletrea su nombre Samuragoch, llegó a la cumbre por sus ambiciosas bandas sonoras sinfónicas para populares vídeo juegos, incluyendo “Resident Evil”.

Su obra más popular, “Sinfonía No. 1, de Hiroshima”, dedicado a las víctimas de la explosión atómica de 1945, se convirtió en un símbolo de la resistencia japonesa a raíz del tsunami de 2011, después que fuera presentada en el documental por la cadena pública NHK que mostró al compositor viajando a la zona del desastre.

Samuragochi había afirmado que él confiaba en su tono perfecto para componer después de perder su audición, diciéndole a la revista TIME en un perfil de 2001 que “si confías en tu sentido interno de sonido, se crea algo que es más cierto. Es como comunicarte desde el corazón. El perder mi audición fue un regalo de Dios”.

Su confesión provocó disculpas por parte de NHK y su sello discográfico. “Nos impactamos por la noticia y nos enfurecimos mucho”, decía un comunicado de Nippon Columbia Co., el sello discográfico de Samuragochi, y agregó que el compositor le había asegurado previamente a la empresa que él era el creador de las obras.

Daisuke Takahashi, un patinador artístico y medallista de bronce olímpico que tiene programado patinar usando una de las obras en Sochi, también se ha visto envuelto en la saga. Él emitió un comunicado diciendo que él ignoraba que Samuragochi no era el compositor de la obra, pero que a pesar de ello tenía la intención de usar la composición.

Niigaki reconoció que había dudado sobre el momento para hacer su revelación debido al impacto que podría tener sobre los preparativos olímpicos de Takahashi, pero decidió proceder de todos modos.

El impacto potencial que la controversia podría tener sobre las aspiraciones de Takahashi en Sochi fue un importante punto de conversación en los medios sociales, en los que muchos usuarios se quejan por el momento en que decidieron sacarlo a luz. Otros señalaron que Samuragochi había construido un mito irresistible del “moderno Beethoven” en torno a sí mismo que el público lo había acogido con entusiasmo.

“¿Me pregunto cuantas personas en verdad aman su música?”, preguntó el usuario de Twitter @kenichiromogi.