Por Leigh Ann Caldwell
Washington (CNN) — La carrera política aparentemente interminable de Bill y Hillary Clinton ha tenido un impacto tremendo en al menos una persona: Monica Lewinsky.
La exbecaria de la Casa Blanca —cuya relación sexual con el 42 presidente de Estados Unidos llevó a que se lo sometiera a juicio político— nunca escapará de los reflectores. Al menos no mientras los Clinton sigan en escena.
Mientras Hillary Clinton medita sobre otra campaña presidencial para 2016, la relación de su esposo con Lewinsky ha servido de material para sus enemigos políticos.
El probable candidato republicano a la presidencia en 2016, el senador por Kentucky, Rand Paul, invocó el romance de Lewinsky y Clinton dos veces en dos meses.
“Si (los demócratas) quieren asumir una postura en cuanto a los derechos de las mujeres, que lo hagan. Pero no puedes hacerlo y seguir el consejo de un hombre que usaba su posición de autoridad para aprovecharse de las jóvenes en la oficina”, dijo Paul la semana pasada en el programa Newsmakers de la cadena estadounidense C-SPAN. Además, en el programa Meet the Press de la cadena NBC, Paul mencionó el “comportamiento depredador” de Clinton.
Cuando le preguntaron si Bill Clinton debería ser tema de consideración para su esposa en una segunda posible candidatura a la presidencia, Paul dijo: “Yo no diría eso”, pero “a veces es difícil separar a uno del otro”. No obstante, cuando se trata de juzgar el legado de Bill Clinton, Paul dijo que el romance definitivamente debería considerarse como factor.
El diario conservador, Washington Free Beacon, tuvo la primicia acerca de unos documentos públicos que estaban almacenados en la biblioteca de la Universidad de Arkansas, en los que se detallan algunas de las discusiones que Hillary Clinton sostuvo en ese entonces con una amiga cercana, Diane Blair. Clinton le dijo a Blair que Lewinsky era una “loca narcisista”.
Blair, quien murió en 2000, escribió que “(Hillary) no trata de hacer excusas (para Bill Clinton); fue una falta de juicio enorme y ella no asumirá la responsabilidad de eso”. CNN confirmó la autenticidad de los documentos y contactó a un vocero de Hillary Clinton, quien no ha respondido.
Lewinsky seguirá siendo parte de la historia de los Clinton. Y eso nos lleva a preguntar: ¿En dónde está ahora? Inmediatamente después del juicio político de Clinton, siguió bajo los reflectores. Trabajó con el escritor Andrew Morton en un libro sobre ella, titulado Monica’s Story (La historia de Monica), que se publicó en marzo de 1999.
Fue portavoz de Jenny Craig en 1999, según el sitio IMDb, y trabajó como reportera de cultura estadounidense en la cadena británica Channel 5. Lanzó una línea de bolsos y en 2010 condujo un reality showpara la televisión llamado Mr. Personality.
En los años que siguieron a su pasantía en la Casa Blanca, estuvo a disposición de los medios para hacer entrevistas, entre ellas una con la revista Time y otra con Barbara Walters.
Sin embargo, en 2005, cambió por completo el ritmo. Se mudó a Londres, asistió a la London School of Economics e hizo una maestría en psicología social. Su tesis se tituló In Search of the Impartial Juror: An exploration of the third person effect and pretrial publicity (En busca del jurado imparcial. Una exploración del efecto de la tercera persona y de la publicidad previa al juicio).
Su representante de ese entonces, Barbara Hutson, dijo que “el público compuesto de estudiantes y padres rompió en un aplauso espontáneo… Fue un momento muy emotivo para ella”.
Sin embargo, desde 2006 Lewinsky ha mantenido un perfil extremadamente bajo. Permaneció en Londres buscando trabajo y la vieron en Nueva York acompañada de unos amigos en 2009.
Hutson, quien ya no representa a Lewinsky, dijo a CNN que “trata de llevar una vida privada”, pero prometió que respondería a nuestras solicitudes de comentarios.
Sin embargo, en 2012 salieron a la luz los reportes de un contrato de 12 millones de dólares (156 millones de pesos) para publicar un libro. Si resultan ser ciertos, la vida discreta de Lewinsky podría llegar a su fin.
Según el diario The New York Post, ella estaba proponiendo un libro jugoso y revelador a los editores. Si un libro así se publicara pronto, antes de 2016, podría ser la segunda vez que Lewinsky tenga un impacto político importante en los Clinton.