Por Katia Hetter, CNN
(CNN) – Ahora, viajar en avión me pone un poco nerviosa.
Puedes adivinar por qué. Un avión despega del aeropuerto principal de Malasia y desaparece. Una coalición internacional de países ha estado buscando el vuelo 370 de Malaysia Airlines durante más de una semana sin tener éxito. ¿Cómo desaparece un avión?
Más cerca de casa, la llanta de un avión de U.S. Airways colapsa durante el despegue y las fotos tomadas con teléfonos inteligentes muestran al avión con la parte delantera directamente sobre el suelo. Afortunadamente, el piloto logra aterrizar sin que nadie resulte herido de gravedad. Un avión de Delta Air Lines pierde un panel de una de sus alas durante un vuelo desde Orlando, Florida hasta Atlanta. También logra aterrizar de forma segura. Estos contratiempos que suenan tan alarmantes son pequeños recordatorios de que las cosas pueden salir mal y a veces, eso es precisamente lo que sucede.
A pesar de qué tan poco comunes son los accidentes aéreos, muchos viajeros se ponen nerviosos cuando se producen incidentes serios, e incluso algunos relativamente leves. No es un pensamiento racional. Las probabilidades de morir en un accidente aéreo son realmente bajas.
En 2012, hubo 35,1 millones de vuelos comerciales en todo el mundo, de los cuales 15 resultaron en accidentes fatales con 414 víctimas mortales; ése fue el último año completo sobre el cual la Asociación Internacional del Transporte Aéreo reunió información.
Y las probabilidades son aún mejores si vuelas dentro de los Estados Unidos: no se registraron víctimas mortales en accidentes aéreos en 2012 en EE.UU., según la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte.
Sabes que tienes más probabilidades de morir en un accidente de tránsito. Más de 33.000 personas murieron en choques de vehículos en 2012 en Estados Unidos solamente. También propiamente en Estados Unidos, los datos de seguridad del tráfico para 2012 de la Agencia Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras informa una tasa de mortalidad de 1,14 muertes por cada 100 millones de millas recorridas en vehículo.
Durante el transcurso de tu vida, es más probable que mueras a causa de un suicidio (1 en 106), al ahogarte (1 en 1.112) o al atragantarte con tu comida (1 en 3.842), según el Consejo Nacional de Seguridad.
Ahora que conocemos todos estos datos, ¿por qué nos siguen poniendo nerviosos los desastres aéreos?
La mente fue hecha para huir
Desde una perspectiva evolutiva, el principal objetivo de la mente es estar atenta ante cualquier cosa que nos podría causar daño, y evitarla a toda costa, dice Julie Pike, psicóloga del Centro de tratamiento para los trastornos de ansiedad en Durham, Carolina del Norte. Esto ha ayudado a que las personas vivan más durante miles de años, dice.
El desasosiego que hay en torno al más reciente incidente aéreo nos recuerda qué tan poco control tenemos sobre muchos aspectos de nuestras vidas.
“Nos gusta poder ver, escuchar y controlar las cosas por las que estamos pasando y lo que estamos haciendo; nos gustan las situaciones de las que sabemos podemos escapar si es necesario, tomar el timón o quitarnos del camino”, dice Pike, en un correo electrónico. “Si viajamos en avión, eso es imposible”.
Éste es un extraño misterio de una aerolínea
El piloto de aviones comerciales y autor, Patrick Smith, dice que la intensa cobertura mediática hace que las personas pierdan de vista el hecho de que, a pesar de las tragedias ocasionales, viajar en un avión comercial nunca ha sido tan seguro como lo es ahora.
“Alrededor del mundo, la tendencia durante los últimos años ha sido de constantes mejoras, hasta el punto en que el año pasado fue el más seguro en la historia de la aviación comercial”, dice Smith, quien escribe en un blog sobre los viajes en avión en askthepilot.com, vía correo electrónico. “Esperemos que las cifras sigan bajando, pero un cierto número de accidentes siempre será inevitable”.
“En cierto sentido, lo extraño de la historia de Malaysia Airlines hace referencia a qué tan bien nos hemos alejado de lo que una vez eran las causas más comunes de los accidentes. Los que sí ocurren tienden a ser más misteriosos y extraños que en décadas pasadas”.
Las muertes en accidentes de avión son poco comunes, pero la posibilidad aún resulta aterradora. ¿Qué podemos hacer al respecto?
Enfrenta tu miedo
No trates de evadirlo, sugiere Pike. “En lugar de tratar de controlar el avión, trabaja en aceptar el deseo de controlarlo”, dice.
“Agradécele a tu mente por tratar de protegerte. Enfócate simplemente en darte cuenta de tus pensamientos, sentimientos y sensaciones sin apegarte a ellos o tratar de hacer que desaparezcan”.
Dile a la tripulación que tienes miedo, sugiere la asistente de vuelo Heather Poole, autora de “Cruising Altitude: Tales of Crashpad, Crew Drama and Crazy Passengers at 35,000 feet”.
“Si sabemos que estás asustado, haremos lo posible por tranquilizarte si el avión experimenta un poco de movimiento”, dice Poole, vía correo electrónico. “Te actualizaremos en cualquier información que el capitán nos brinde en relación a retrasos, aspectos mecánicos, clima o turbulencia. Yo he llegado hasta el punto de ocupar el asiento vacío al lado de alguien y tomarlo de la mano”.
Poole, quien ha sido asistente de vuelo durante 18 años, sugiere que los pasajeros que le temen a la turbulencia se sienten cerca de la cabina de mando; la parte delantera del avión no se mueve tanto como la trasera. Los pasajeros también pueden descargar la aplicación MyRadar, para monitorear el clima que podría causar turbulencia.
¿O qué tal una oración? La autora de “The Artist’s Way”, Julia Cameron, escribe oraciones para sus miedos específicos cuando viaja en avión: el despegue, la turbulencia y el aterrizaje. Ella también lleva un buen número de revistas de farándula: “Compra tabloides. Los chismes de las celebridades te absorberán. Leer sobre celebridades que tienen celulitis puede hacer que te olvides de la turbulencia”.