Por José Manuel Rodríguez, CNN

Buenos Aires (CNN Español) – El llamado telefónico de Vladimir Putin a la presidenta de Cristina Fernández para agradecerle la solidaridad de Argentina tras las sanciones a Rusia por parte de potencias occidentales tras la anexión de Crimea ha reabierto la pregunta sobre cuál es la intención de Moscú con su reciente acercamiento a América Latina.

Fernández de Kirchner volvió a criticar esta semana lo que calificó de doble estándar de algunos países respecto al referéndum celebrado en la región ucraniana de Crimea, que mayoritariamente optó por anexarse a Rusia, y el que se convocó el año pasado entre los habitantes de las Islas Malvinas o Falkland, en el que expresaron seguir perteneciendo a Gran Bretaña.

“O sea si el que hace el plebiscito para la autodeterminación es Crimea está mal. Ahora si el que quiere hacer un plebiscito para la autodeterminación es Malvinas, los kelpers, está bien. No resiste el menor análisis. De verdad, no resiste el menor análisis”, dijo la presidenta.

La llamada de este martes del presidente ruso a Cristina Fernández ocurre en un contexto delicado para Moscú. Francia, Alemania, Reino Unido, Japón, Italia y Canadá unieron sus fuerzas a Estados Unidos para excluir a Rusia de las reuniones grupo de países más industrializados del mundo, el G-8, que volvería a llamarse G-7.

Mientras tanto, según algunos analistas, Rusia busca apoyos en Latinoamérica, particularmente el de Venezuela y Argentina, país -éste último- que integra temporalmente el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

El analista Jorge Elías afirma que “lo que persigue en este momento o lo que necesita en este momento son apoyos, apoyos que ha perdido desde luego de la Unión Europea y de los Estados Unidos después del referéndum en Crimea, esos apoyos los puede conseguir en América Latina porque también ahí aprovecha una grieta. La grieta es la enemistad de algunos países de América Latina, no todos, con los Estados Unidos y la posibilidad de establecer bases en América Latina”.

Para otro analista, Diego Guelar, “no hay duda que el Premier Putin está en una campaña de recuperación de la condición de superpotencia rusa y en esto tiene o ha lanzado una serie de movidas en todo el escenario mundial que incluye desde la península de Crimea a estas aproximaciones a Venezuela o a la Argentina”.

Algunos analistas señalan que la posición de Argentina se interpreta como un mensaje a Washington y Londres. En el caso de Estados Unidos, transmitiría el supuesto malestar de la presidenta por la falta de compañía oficial en el juicio de los fondos buitres que reclaman el pago de la deuda pública vencida; en el caso británico, dicen, sería por la falta de diálogo en la disputa por las Malvinas.