(CNN Español) – La joven venezolana Geraldine Moreno, de 23 años, resultó herida con perdigón en Valencia, estado Carabobo, durante una manifestación en febrero. No obstante, Geraldine no era parte de la protesta sino que la veía desde afuera de su casa. El disparo —hecho por un presunto efectivo de la Guardia Nacional— prácticamente le destruyó el rostro a la joven, y las heridas le causaron la muerte días después.
Ya van 66 días desde su muerte y aún no hay nadie tras las rejas por el hecho.
En entrevista con Ismael Cala, la fiscal general de Venezuela Luisa Ortega Díaz dijo que “solicitamos tres órdenes de captura y estamos a la espera que se hagan efectivas”. La fiscal agregó que en este caso la Fiscalía está comprometida con la verdad y con el esclarecimiento de este hecho.
En entrevista con Fernando del Rincón, la madre de Geraldine, Rosa Orozco, dijo que desconoce si de hecho ha habido órdenes de captura, como dijo la fiscal. Para Orozco, la actuación de la fiscal Ortega carece de ética profesional.
“Los que mataron a mi hija siguen en las calles”, dijo.
Para Rosa Orozco, lo que hace la fiscal es una burla; “no se lo vamos a perdonar”, dijo.
Orozco le exigió a la Fiscalía entregar el expediente del caso de su hija.
Para la madre, es inaudito que los miembros de la Guardia Nacional, quienes deben resguardar a lo venezolanos, sean quienes están “matando a los muchachos”.
Orozco dijo que no sé en qué país vive la fiscal Ortega Díaz. “Todas las madres a las que nos han matado los hijos también somos venezolanas”.