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(CNN) – ¿Estaría enfadado o emocionado si su pareja acabara de solicitar un viaje de ida, sin vuelta, a Marte? Cuando el esposo de la Dra. Leila Zucker envió la solicitud por mail la primavera pasada, dijo que no quería que ella se fuera, pero que sería un pésimo marido si no se le hubiera contado cuando vio el anuncio.

Hoy Zucker ha pasado ya la primera ronda de recortes de Marte Uno, una organización sin ánimo de lucro que tiene como objetivo enviar a cuatro personas al planeta rojo en 2024 y algunos grupos más en los años posteriores.
“La mayoría de nosotros queremos explorar, ir a nuevos lugares, y entonces es sólo una cuestión de ¿A cuánto estás dispuesto a renunciar para hacerlo” explicó ella.

Zucker es uno de 705 candidatos seleccionados de un grupo de 200.000 solicitantes para la misión. El selecto grupo se ha reducido de 1.058 personas ya que algunos astronautas potenciales se retiraron por razones personales o médicas.

Todos los candidatos restantes serán entrevistados por el comité de selección de la organización. Finalmente, sólo cuatro serán elegidos para el primer viaje. Al parecer, a ninguno de ellos le asusta la idea de que, debido a las limitaciones tecnológicas y financieras, probablemente nunca regresen a casa.

En realidad podría no suceder
Pese a la creciente emoción que rodea a este esfuerzo, no está claro que la organización consiga sacar a delante el proyecto por falta de financiación. El CEO de la organización, Bas Lansdorp, ha dicho que la compañía está buscando entre “una serie de escenarios posibles de financiación”.

Una de las opciones que se están planteando es hacer un reality show con los cuatro primeros seres humos dispuestos a viajar a Marte. El CEO cree que así podrán recaudar los 6.000 millones de dólares necesarios para sacar adelante el proyecto. Lansdorp espera que esta idea televisiva sin precedentes pueda atraer patrocinadores, socios y medios de comunicación.

Pero como nadie ha estado nunca en Marte, nunca se ha probado la tecnología necesaria para llevar gente hasta allí y mantenerlos con vida. El sitio web de la organización explica que “el plan se basa en las tecnologías existentes disponibles y a la venta de probada eficacia”. Sin embargo, la empresa tendrá que demostrar que los sistemas clave que participan en el transporte y el soporte vital funcionarán en Marte.

Marte Uno anunció en marzo que pronto comenzará la construcción del primero de sus “puestos de avanzados” de simulación para entrenar a los astronautas y los equipos seleccionados, entrenándoles en un entorno que simula un hogar marciano.

Zucker, de 46 años, una médico de medicina de urgencias en Washington, no cree que la organización logre finalmente poner en marcha el proyecto, pero si lo logra, ella está dispuesta a estar a bordo. “Sin duda”, apunta.

Asentamiento lejos de su cónyuge
Se podría pensar que emigrar fuera de nuestro planeta podría suponer una gran presión para las relaciones basadas en la Tierra.

Zucker y su marido llevan 21 años casados y no tienen hijos. Si ella se va a Marte, dijo, probablemente le ofrezca el divorcio, pero ella seguirá llevando su anillo de bodas. Él no quería que se fuera pero la apoyaría a seguir sus sueños.

“Ambos somos entusiastas del espacio” dijo ella. “La humanidad necesita expandirse fuera de la Tierra si esperamos que la raza humana tenga éxito en cualquier forma más allá de la supervivencia básica”.

Dan Carey, de 52 años, es otro de los candidatos, también cree que los seres humanos deben extenderse a otros planetas - pero su esposa no ha llevado tan bien la decisión de Carey para postularse a la misión. La pareja, casada desde hace 28 años, tiene dos hijos en edad universitaria.

“Ella está preocupada pensando que va a tener que verme morir en televisión”, explicó Carey.

Es difícil para él dejar a su esposa e hijos atrás para siempre y no conocer a sus futuros nietos. Sin embargo, a él le gusta la idea de hacer historia y ver cosas que nadie ha visto antes.

Sachin Desai y su esposa, Ankita Ritwik, han solicitado viajar los dos. Desai dijo que no podía ir a Marte sin ella. Claro, Marte podría cuestionar su matrimonio, pero muchos matrimonios en la Tierra también se viven en tensión. ” Una de las cosas que hacemos muy bien juntos es viajar, y esto sería un viaje que dure el resto de nuestras vidas, creo que también somos muy buenos para colaborar entre nosotros cuando estamos en situaciones de gran estrés. Sería un cadete espacial mucho peor sin ella”, explica el marido.

Un “experimento social”
Cuando vive lejos de su entorno, se las arreglas para hacer amigos en su nueva situación, y eso es lo que Marina Santiago piensa que va a pasar en Marte. La estudiante de postgrado de la Universidad de Harvard cree que los miembros de la tripulación pueden tomar el lugar de los amigos, la familia y otras personas significativas.
Cree que incluso si Marte Uno no logra llevar a la gente en Marte en 2025, servirá como un “experimento social” para que la gente hable y piense en una misión a Marte, dijo.

” Lo que aprendí en la universidad es que nunca se sabe cuáles son los problemas que vas a enfrentar hasta que realmente llegan. Yo creo que no hay problemas de la humanidad no puede resolver”, aseguró.

Algunos candidatos dibujan analogías a las primeras oleadas de colonos europeos en América del Norte. Los inmigrantes no tenían un rover en Plymouth Rock hablándoles de las condiciones locales antes de que llegaran , dice Gregory Sachs.

“En aquel momento apenas podían comunicarse con su familia”, dijo Zucker. “Al menos tendremos la posibilidad de utilizar el correo electrónico”, señaló.

Aún así, es difícil de vender para los amigos de Brian Robles, uno de los candidatos de Marte Uno que estudia salud pública en la Universidad de Rutgers. “Por lo general , cada vez que le cuento a alguien algo sobre el viaje, dicen que es una misión suicida y que me voy a morir en Marte”, dijo Robles. “Bueno, vamos a morir también aquí. Así que bien podría vivir toda tu vida al máximo”.

Divertido cuenta que la autoridad religiosa de Los Emiratos Árabes Unidos emitió una fatwa para advertir a los musulmanes en contra de la misión debido a que “las probabilidades de morir son mayores que las de vivir”.

Sachs tiene la esperanza de que su viaje no sea en realidad sólo d eida. Él cree que sería más interesantes tratar de traer de vuelta a los astronautas: ” Imagínese solamente el coste y los impuestos sobre los recursos para el cuidado de alguien de edad avanzada en una colonia de Marte”, dijo. Pero la misión actualmente no prevé un plan de retorno.

Hacer comidas marcianas felices
Pasar el resto de su vida en otro planeta podría hacer que una persona pierda ciertas comodidades terrenales como sus alimentos favoritos.

Carey dijo que iba a perder peso sólo para ser capaz de llevarse más chocolate con él, ya que no habría un límite de la cantidad de peso que cada persona puede aportar a la misión.

Michael McDonnell, otro candidato, dijo que quiere hacer la primera pizza en Marte. Zucker se perdería hamburguesas pero tiene grandes esperanzas para poder crear sus propias hamburguesas, tal vez utilizando células madre de la vaca con una técnica demostrada el año pasado.

“Lo más difíciles de abandonar, obviamente, sería mi marido “, dijo Zucker. “La segunda cosa más dura sería la carne”. Sin embargo, por esta oportunidad estaría dispuesta a darles un beso de despedida a ambos.