Por Carlos Fernández de Lara
(CNNMéxico) — La alarma de tus lentes comienza a sonar incansablemente y de inmediato, una pequeña luz parpadeante aparece en la esquina del cristal derecho. “Ver notificación”, dices en voz alta, al tiempo que se despliega y escucha la siguiente leyenda: “El refrigerador se encuentra a 36% de su capacidad, existe 5% menos de leche. Tiempo de vida del queso: 15 horas, jamón: 8 horas, fruta: 0 horas. ¿Desea ordenar productos?”. Basta responder que “Sí” y autentificar el pago vía el lector de retina incorporado para realizar la despensa de la semana.
Ese podría ser uno de los muchos escenarios que como usuarios viviríamos en el 2025, a medida que la web evoluciona y tendencias como los dispositivos vestibles y el Internet de las Cosas se expanden a todas las industrias y sociedad, de acuerdo con el reporte Digital Life in 2025 de The Pew Research y la Universidad de Elon.
El informe analizó las respuestas de 1,600 expertos en tecnología e innovación, quienes respondieron a preguntas sobre el impacto y la forma en la que teléfonos, lentes, relojes, automóviles, ropa,refrigeradores o casas inteligentes se comunicarán con Internet en la siguiente década.
Los entrevistados concordaron en tres grandes aspectos sobre cómo serán las sociedades y el Internet en 2025.
Chips hasta en la leche, en los refrescos y en el papel de baño
Patrick Tucker, autor del libro La verdad desnuda: ¿Qué pasa en un mundo que es capaz de anticipar todos tus movimientos?, menciona que en 2008 ya existían más dispositivos conectados a internet que humanos, para 2013 se registraron más 13,000 millones y en 2020 se espera que la cifra rebase los 50,000 millones. “Estamos hablando de teléfonos, tablets y computadoras, pero también de sensores, implantes, radares y aparatos que ni siquiera se han concebido aún”.
¿Qué tipo de dispositivos podrían ser? Cartones de leche, bebidas o alimentos con sensores integrados, que sean capaces de conectarse al refrigerador del usuario para notificarle su estado, tiempo de caducidad o si están por agotarse.
Algunos de los expertos consultados afirmaron que el costo de los chips será tan bajo para 2025, que incluso los dispensadores de papel sanitario en las oficinas y hogares podrían integrar sensores para alertar al usuario vía web cuando el rollo esté por agotarse.
“La mayoría de nuestros dispositivos se comunicarán con Internet sin que lo solicitemos.
En los próximos 11 años muchos de los aparatos electrónicos que tengamos vivirán sobre nosotros. Por ejemplo, los circuitos en los lentes (como Google Glass) serán tan diminutos que serán casi invisibles al ojo humano”, explica Paul Saffo, director de Discern Analytics.
Pero no sólo los alimentos y accesorios podrían beneficiarse del internet en 2025. Para Jim Hendler, profesor de Ciencia Computacionales del Instituto Politécnico Rennsselaer en Nueva York, en la próxima década los sensores subcutáneos que entreguen datos en tiempo real sobre el estado de salud de un paciente serán un común denominador.
“Aparatos como Fitbit evolucionarán en sistemas capaces de medir el nivel de azúcar en la sangre, la ingesta real de calorías, la presión sanguínea o incluso detectar ciertas patologías. Su objetivo será dar mejor información sobre el estado de salud del usuario, pero también podrán conectarse de manera directa con médicos personales o servicios de urgencias en caso de riesgos o accidentes”, respondió Hendler en el reporte.
¿Privaci… qué?
Con más de 50,000 millones de equipos conectados a internet, las sociedades del futuro deberán asumir que su concepto de privacidad ha desaparecido, al menos en gran medida.
“Para 2025, la mayoría de las sociedades habrán renunciado al concepto que tienen de privacidad, la humanidad se habrá ‘inyectado’ dentro de tendencias como el internet de las Cosas”, escribe Peter R Jacoby, profesor e investigador en tecnología en San Diego Mesa College.
Aaron Balick, doctor en psicoterapia y autor del libro Psychodynamics of Social Networking, describe en el reporte de Pew que el Internet 2025 creará un doble efecto social.
“Existe un enorme beneficio en que sean las máquinas, apoyadas por sistemas web, las que tomen ciertas decisiones (como manejar o diagnosticar pacientes) en donde la conciencia humana no juega un papel de riesgo y error; sin embargo, este cambio podría generar un desinterés y perdida de habilidades de la sociedad”, advierte Balick.
Bienvenidos los Cibersirvientes
Aunque complicado y poco fluido, actualmente es posible sostener conversaciones cortas con asistentes de voz inteligentes, como Siri de Apple y Google Now. Para 2025, los expertos auguran que mejores sensores, big data y tendencias como el análisis contextual darán vida a verdaderos “cibersirvientes” digitales.
De acuerdo con Per Ola Kristensson, de la Universidad de St. Andrews, en los próximos años podremos ingresar y manipular datos en nuestro dispositivos móviles de manera casi inmediata gracias a la combinación de sensores de movimiento, asistentes de voz y lectores de retina. “Nuestros aparatos entenderán el contexto de quiénes somos y lo que queremos”.
Hal Varian, Chief Economist de Google va un poco más allá y asegura que lo único que hará falta para que nuestra celular o computadora ingresen información serán nuestro pensamientos.
“En 2025 comenzaremos a ver los primeros equipos con los que podremos interactuar a través de nuestros pensamientos. Lo que ya será un estándar general es la posibilidad de hablar con asistentes digitales de la misma manera que lo hacemos con las personas, gracias a que estarán conectados de forma permanente a Internet”, predice Varian.