(upwave.com) — Conoces la sensación. Estuviste fuera en un concierto la noche de ayer o te dejaste llevar un poco viendo en exceso tu programa favorito de televisión, y ahora te arrastras para ir al trabajo sintiéndote como un zombi. Mientras pones tu taza bajo la cafetera, te preguntas cómo diablos vas a sobrevivir las próximas ocho horas.
No haber dormido mucho es una cosa. Pero no haber dormido mucho y tener que pasar un día en la oficina es otra.
“La parte frontal de nuestro cerebro; el área requerida para el funcionamiento ejecutivo, no trabaja apropiadamente cuando no dormimos lo suficiente”, dice Christopher L. Drake, doctor, director de la junta de directores de la Fundación Nacional de Sueño de Estados Unidos e investigador del equipo biocientífico en el Hospital de Trastornos del Sueño y Centro de Investigación Henry Ford en Detroit, Estados Unidos.
“Esto significa que vamos a tener tiempos de reacción más lentos y nos perderemos cosas. También podemos tener problemas de memoria simplemente debido a que nuestra capacidad para consolidar la memoria ocurre predominantemente en la noche”, dice el especialista.
Si regresar a la cama o llamar para decir que estás enfermo no son la opción, aquí hay cuatro consejos para superar el día.
1. Toma una siesta lo más pronto posible
Si no puedes hacer esto en tu oficina, mueve tu automóvil a la parte más alta o más baja del garaje de estacionamiento (o en algún lugar donde sea menos probable que te molesten) y duerme un poco. “Siempre le recuerdo a la gente que no hay sustituto para el sueño”, dice Drake. “Una siesta corta de media hora a una hora puede ser extremadamente refrescante y ayuda a contrarrestar la acumulación de algo de esa somnolencia”.
2. Cambia tus tareas
Si es posible, haz las cosas rutinarias aburridas en la mañana cuando estás más alerta (para que no te quedes dormido intentando completarlas después). Guarda las tareas más estimulantes para después del almuerzo para ayudar a despertar tu cerebro, ya que a menudo te sientes más somnoliento en la depresión de la tarde, gracias a los ritmos circadianos naturales del cuerpo.
3. Cuida lo que comes
Hablando del almuerzo, tu día sin sueño no es el día para comer una pasta pesada (o una dona a las 10:00 horas). Podrías apreciar inicialmente la descarga de azúcar, pero eso pronto será seguido por el temido bajón de azúcar. Los carbohidratos aumentan el nivel detriptófano en tu cerebro, lo que causa que fabrique serotonina, un neurotransmisor que produce sensaciones de calma y somnolencia. Eso suena encantador en teoría, pero no es ideal cuando ya estás demasiado cansado en el trabajo. Mejor ordena esa ensalada asiática de pollo en su lugar.
4. Muévete
Cuando sientas que tu cabeza está a punto de golpear el escritorio, levántate y muévete. Toma las escaleras al otro piso. Por lo menos, camina afuera en el almuerzo para aumentar tu alerta. Algo extra: ejercitarte durante el día te ayudará a dormir mejor en la noche.
Oh, y en el futuro, intenta dormir entre siete y ocho horas cada noche regularmente. La Fundación Nacional del Sueño sugiere que te vayas a la cama y despiertes aproximadamente a la misma hora cada día, incluso los fines de semana. No fumes ni bebas alcohol cerca de tu hora de dormir, y aléjate de las luces brillantes (y la luz de tus dispositivos tecnológicos) muy tarde en la noche. Si tu carga de sueño está bastante completa, un día sin dormir mucho no te agotará tanto como si estuviera completamente vacía.