Slenderman surgió como un personaje en internet. Hoy protagoniza una historia de intento de asesinato.

Por Kelly Wallace

Nota del editor: Kelly Wallace es corresponsal digital y editora de CNN que cubre temas de familia, carrera y vida. Es madre de dos niñas y vive en Manhattan, Estados Unidos. Leesus otras columnas y sigue sus reportes en CNN Parents y en Twitter.

(CNN) — El caso de dos niñas de 12 años acusadas de apuñalar a su amiga 19 veces para impresionar a un coco ficticio de internet plantea muchas preguntas para los padres: ¿cómo podemos estar seguros de que nuestros hijos puedan separar verdaderamente la realidad de la fantasía? ¿Cuáles son las advertencias de que los niños confunden ambas?

¿Y cómo podemos llevar un control de todo lo que consumen en línea?

La policía dijo que las niñas le dijeron que atacaron a su amiga el pasado sábado para ganar el favor de Slenderman, un personaje ficticio en línea que las niñas dijeron que conocieron en un sitio llamadoCreepypasta Wiki, que está lleno de historias de terror.

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Los niños de todas las edades son consumidos con la fantasía en libros y películas como Harry Potter, Crepúsculo y The Vampire Diaries, y no parecen tener problema distinguiendo entre lo que es real y lo que no lo es. Pero una historia como esta hace que un padre se pregunte: espera, ¿quizá mi hijo no lo entiende?

Mary Ellen Cavanaugh de Ahwatukee, Arizona, Estados Unidos, madre de una niña de casi 14 años y un chico de 19 años, dijo que ve que la línea entre la fantasía y la realidad “se reduce drásticamente entre nuestra juventud”.

“Me preocupo por esto con mi propia hija y sus amigos”, dijo Cavanaugh en Facebook, al añadir que su hija y sus amigos disfrutan programas de fantasía relativamente inocentes en la televisión y en línea. Aun así, se preocupa de que su “obsesión” pueda cambiar a un “género más violento en cualquier momento”.

“Creo que la generación de hoy en día fue desensibilizada por las varias formas de los medios, y nosotros como padres (yo incluida) hemos hecho un mal trabajo dándoles una guía apropiada”, dijo Cavanaugh.

La profesora Jacqueline Woolley del Departamento de Psicología de la Universidad de Texas en Austin, Estados Unidos, estudia el pensamiento de los niños y su capacidad para distinguir entre la fantasía y la realidad.

Encontró que para la edad de dos años y medio, los niños entienden las categorías de lo que es real y lo que no lo es, y con el paso del tiempo, utilizan señales para adaptar cosas como unicornios, fantasmas y Santa Claus a lo que es real y a lo que no lo es.

Para los 12 años, la edad de las niñas en cuestión, Woolley cree que ya deben tener una capacidad tan buena para diferenciar la fantasía de la realidad como los adultos.

“No creo que un niño de 12 años sea deficiente o cualitativamente diferente a un adulto en su capacidad para diferenciar la fantasía de la realidad, así que no creo que les falte una capacidad básica para distinguirlo a esa edad”, dijo.

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Woolley sugirió, al añadir que solamente especulaba, que el hecho de que el lóbulo frontal del cerebro no se desarrolla completamente hasta los 25 años podría ser relevante en este caso. El lóbulo frontal controla lo que se llaman funciones ejecutivas, que incluyen el control de impulsos y planeación en el sentido de anticipar todos los aspectos diferentes de un resultado.

“Puede ser una especie de incapacidad de tener en cuenta las potenciales consecuencias y realidad al mismo tiempo que tienes en cuenta consecuencias potenciales dentro de tu mundo de fantasía, mientras que posiblemente un adulto podría lograr pensar sobre las consecuencias de ambos de estos mundos al mismo tiempo”, dijo.

Por otro lado, dijo, muchos niños pueden crear mundos imaginarios y pueden diferenciar lo que ocurre en sus mundos inventados de lo que ocurre en la vida real.

“Realmente no creo que puedas identificar un déficit cognitivo completamente”, dijo sobre el caso. “Quiero decir, pudo haber jugado un papel, pero creo que ocurre algo más”.

Cuando los adolescentes son ‘sociópatas temporales’

El criminólogo Jack Levin, un profesor de Sociología y Criminología en la Universidad Northeastern de Estados Unidos, señala otro posible desencadenador: la relación entre las dos niñas acusadas en el apuñalamiento.

“Creo que es la química entre estas dos niñas. Era algo loco. No en sus mentes sino en su relación”, dijo Levin en @ThisHour de CNN. “Podría ser que una de las niñas tenía más problemas y eso causó que la relación tuviera un giro trágico”, añadió.

“Llamo a algunos adolescentes y preadolescentes, sociópatas temporales”, dijo. “Cometen un crimen horrible a los 12 o 13 años que no se atreverían a cometer si pudieras llevarlos a la edad de 25 años, cuando su cerebro se desarrolló más y ya no tienen este tipo de trastorno de carácter. Y cuando los pones juntos con otro joven, podrías pedir más problemas”.

Linda Esposito, una trabajadora clínica social con licencia y psicoterapeuta en Los Ángeles, Estados Unidos, dijo que ofreció asesoramiento a cientos de niños de 12 años con el paso del tiempo, tratando a niños en escuelas dentro de la ciudad, orfanatos, custodia protectora y a través de consultas privadas.

“Y todavía tengo que encontrar a esas mentes de sangre fría”, dijo Esposito, quien tiene un blog sobre psicoterapia llamada Talk Therapy Biz. “Imagino que mientras la historia se desarrolla, que muchas advertencias se descubrirán. Nadie explota de la nada, ni siquiera los niños que se ven inocentes”.

El papel de los medios

Más allá de cualquier problema que enfrentaran las niñas, su relación y su capacidad; o incapacidad, de separar la realidad de la fantasía, hay otro problema: los medios, de acuerdo con el líder de un grupo vigilante para los medios de niños.

“Lo que ves son niños que están en riesgo de acciones violentas, depresión o ansiedad y que sienten esas cosas más fuertemente, a veces eso puede motivarlos a actuar por las imágenes e historias en los medios”, dijo Jim Steyer, director ejecutivo y fundador del grupo de defensa de los niños sin fines de lucro, Common Sense Media.

“Creo que la investigación es clara en cuanto a que hay una correlación entre la vista repetitiva de violencia, por ejemplo, y un mayor comportamiento agresivo, así como una desensibilización de la violencia”, dijo.

Nadie culpa a los medios, dijo Steyer, pero, “tampoco decimos que no importa, porque sí importa”.

“Este es un problema y un problema actual. Ha sido verdad durante muchos años. En un universo de medios digitales todo el tiempo, es mucho más prevalente porque es mucho más difícil de monitorear”.

¿Qué pueden hacer los padres?

Eso plantea la pregunta de qué pueden hacer los padres, especialmente cuando parece imposible saber todo lo que tu hijo hace en línea.

“Los padres tienen que estar involucrados y ser proactivos antes de permitir que los niños se vuelvan activos en línea y deben continuar con el monitoreo, educación y discusión de comportamientos y situaciones a través de sus años adolescentes”, dijo Anna White Berry en Facebook. Es madre de dos niños en Littleton, Colorado, Estados Unidos.

“Demasiados padres se quedan atrás porque no quieren molestarse aprendiendo tecnología y sitios ‘nuevos’ o sienten que necesitan darle privacidad a sus hijos”, dijo.

Las señales de advertencia para los padres de que sus hijos pueden tener problemas absorbiendo lo que ven en línea, o diferenciando la fantasía de la realidad, incluyen alejarse de sus amigos reales, no comprometerse con otros aspectos de sus vidas, autolesiones y lesiones a otros, dicen los expertos.

Steyer de Common Sense Media dijo que esta tragedia reciente es lo que necesita cada padre para hablar con sus hijos, pero acepta que no siempre es suficiente.

“Creo que la clave es que necesitas tener una conversación con tus hijos y enterarte de lo que hacen, y lo que ven, navegan y juegan y no siempre puedes descubrir todo”, dijo Steyer.

“Tratas de involucrarte. Tratas de establecer el contexto. Tratas de saber, pero no es fácil”, añadió. “No puedes culpar a los padres. No hay un factor involucrado. No hay un factor sencillo”.

¿Crees que la línea entre la realidad y la fantasía se reduce dramáticamente para la generación de hoy en día? Comparte tus opiniones en los comentarios o cuéntale a Kelly Wallace en Twitter o a CNN Living en Facebook.