Por Shasta Darlington, CNN
(CNN) – Los soldados que patrullan las calles, sitios de construcción que apenas están empezados y canales llenos de aguas residuales. Los Juegos Olímpicos de 2016 están todavía a dos años de distancia, pero la lista de problemas parece crecer.
La situación en Río de Janeiro es tan grave que el vicepresidente del Comité Olímpico Internacional, John Coates, arremetió en abril, al llamar a las preparaciones lo “peor que he experimentado”.
Citó varios problemas, incluida la calidad del agua, tensiones sociales y lugares retrasados, particularmente el Parque Olímpico Deodoro, el segundo lugar más grande, donde la construcción ni siquiera ha comenzado. Después bajó el tono de sus comentarios.
Mientras Brasil se prepara para recibir a cientos de miles de aficionados internacionales al Mundial en una semana, tiene que asegurar que el mundo también estará listo para los Olímpicos dos años después.
Los retrasos son exagerados, dice el director de comunicación del Comité Organizador Local de Río, llamado Río 2016.
“Decidieron levantar una advertencia porque probablemente tenían miedo de que gastáramos tiempo viendo el Mundial”, dijo a CNN, Mario Andrada, en una entrevista reciente. “Pero hay cero riesgo de que los lugares no estén listos para los juegos”.
Río 2016 dice que el 38% de los sitios están terminados, incluidos 11 que ya operan, incluido el Estadio Maracaná que organizará la final del Mundial.
Preparándose para 2016
El progreso en los sitios de construcción varía ampliamente.
En el suburbio playero de Barra da Tijuca, donde muchos de los eventos se realizarán, la Villa Olímpica está en una etapa avanzada, con grandes bloques de departamentos erigidos.
En el cercano Parque Olímpico, los cimientos fueron puestos, pero la construcción no ha progresado mucho.
En cuanto a Deodoro, donde los eventos de BMX, kayak y rugby se llevarán a cabo, la construcción ni siquiera se espera que comience hasta la segunda mitad de este año, pero Andrada dice que rápidamente pueden compensar el tiempo perdido.
“Deodoro comenzó tarde, incluso podrías decir que más de seis meses tarde, pero Deodoro es muy simple de organizar”, dijo. “La construcción allí es muy fácil”.
En la Bahía Guanabara, el sitio de los eventos de vela y windsurfingolímpicos, bolsas de plástico y viejos tenis se mueven en el agua.
El medallista brasileño de vela de oro, Eduardo Penido, nos mostró los botes de basura que quitan los restos flotantes del área de juego.
“Es un problema pero no para la vela”, dijo. “Es un problema para el ambiente”.
De acuerdo con el biólogo, Mario Moscatelli, el mayor problema es lo que no puedes ver.
“Vas a poner a atletas de alto rendimiento en esta agua, que ni siquiera es agua, es un baño”, dijo durante una entrevista que evaluaba la Marina Gloria, que servirá como la base para los eventos de vela olímpicos.
El hedor de las aguas negras flotaba mientras hablaba.
“Espero que las autoridades hagan lo que prometieron, porque más allá de ser un problema ambiental y de salud pública, es una vergüenza nacional”.
Incluso las mejores estimaciones de los funcionarios de la ciudad dicen que solo el 49% de las casas de Río están conectadas a las líneas de drenaje.
El alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, dice que los atletas no corren riesgos de salud, pero admite que la limpieza prometida no estará completa antes de los Olímpicos.
“Esto no va a ser un problema para los juegos. Esto es un problema para nosotros”, dijo. “Siempre he creído que los Olímpicos son una buena excusa para hacer las cosas y creo que nos perdimos una oportunidad”.
Combatir el crimen
En la cuestión de seguridad, las autoridades lanzaron un llamado programa de pacificación de la policía en 2008 dirigido a sacar a las pandillas de drogas de las villas notoriamente peligrosas o favelas. La policía trasladó a docenas de barrios con éxito mixto.
Aunque las tasas de crimen en los barrios se ha reducido ampliamente, hay indignación de algunos residentes y un resurgimiento en el crimen que generó que las autoridades llamaran al ejército para que ayudaran a principios de este año, dañando aún más la reputación de Río.
En este punto, es demasiado pronto para decir si los Olímpicos enfrentarán el mismo tipo de protestas extensas y descontento nivelado en el Mundial.
Según una encuesta reciente del Centro de Investigación Pew, el 61% de aquellos entrevistados dijo que creen que organizar el Mundial es algo malo porque quita dinero de las escuelas, cuidado de salud y otros servicios públicos.
El presupuesto de los Olímpicos se disparó a 16.000 millones de dólares, pero los funcionarios dicen que es una historia diferente, porque el dinero privado es utilizado en su mayoría para financiar los lugares.
“La mayoría del dinero público no se gasta en los lugares, ni en estadios lujosos, sino en legado, en transporte, en drenaje”, dijo Paes, el alcalde de Río, al señalar los extensos corredores de autobús que la ciudad ya comenzó, que conectan a los lugares y a las áreas aisladas de la ciudad.
Tendrá dos años para convencer a Brasil y al mundo.
Después de que el Mundial termine el 13 de julio, toda la atención estará en los Juegos Olímpicos de Río.