Por Will Ripley y Hilary Whiteman, CNN y Edmund Henry, para CNN
(CNN) – Se quedan viendo con los ojos muy abiertos las páginas de las revistas, aparentemente inocentes pero dedicadas a actividades sexuales extremadamente explícitas.
Pueden que sean dibujos, pero los críticos dicen que las imágenes que se encuentran en las páginas de algunas historietas eróticas de Japón son tan perturbadoras que deben ser prohibidas.
“Creo que este tipo de material horrible no está protegido por la libertad de expresión”, dice Masatada Tsuchiya, miembro del Partido Liberal Democrático.
El miércoles, los legisladores japoneses aprobaron una ley que enviará a prisión por un año a las personas que sean sorprendidas con pornografía infantil o se les impondrá una multa de hasta 10.000 dólares.
Sin embargo, no incluye la posesión de anime o manga que represente abuso de menores, sin importar lo sexualmente explícito que sea.
¿Qué tan explícitos son?
Para ver lo que se vende abiertamente en los estantes japoneses, CNN colocó una cámara oculta en una de las muchas tiendas de manga en el distrito de Akihabara de Tokio.
El distrito es un centro conocido por los “otakus”, los miembros obsesivos del mundo de aficionados al anime y manga, un grupo mundial de ávidos seguidores del género.
Debajo de un conjunto de escaleras, hay filas y filas de manga, muchas contienen temas populares e imágenes. Sin embargo, a cinco metros de distancia, en una zona marcada como “solo para adultos”, el contenido da un giro brusco con escenas de sexo impactantes, que aparentemente involucran a menores de edad.
Algunos de los personajes femeninos predominantes visten uniformes escolares, pinzas para el cabello y lucen expresiones inocentes, mientras participan en actos sexuales a veces violentos con personajes dominantes.
¿Debería ser prohibido?
Mio Bryce, experta en anime y manga de la Universidad de Macquarie en Sídney, dijo que la obsesión de Japón con “kawaii” o la ternura hace difícil distinguir si los personajes en el material son niños o no.
“La ternura significa un carácter generalmente más infantil. Tal vez el personaje tiene 20 años, pero quizás desde tu punto de vista el personaje tiene 15 años. Es muy difícil”, dijo.
Ken Akamatsu, quien presiona a los legisladores en nombre de la Asociación de Caricaturistas de Japón, dijo que la prohibición total de contenido explícito podría perjudicar a toda la industria, haciendo que los creadores tengan demasiado miedo de poner la pluma sobre el papel pues podrían arriesgarse a romper las reglas.
Dice que los personajes son imaginarios, por lo que a diferencia de la pornografía infantil real, nadie resulta herido
“Niños reales que sufren y lloran, no es aceptable. Pero el manga no involucra a niños reales. Así que no hay víctimas reales”, dijo.
Los defensores del bienestar infantil no están de acuerdo.
Shihoko Fujiwara está a cargo de Lighthouse, una organización sin ánimo de lucro para niños explotados. Le dijo a CNN que una vez trabajó en un caso en el que un depredador utilizó una caricatura para convencer a un niño de que el abuso sexual era normal. “Así que los pedófilos pueden llevar la animación y decir ‘esto es lo que practicas con adultos”, dijo.
El abuso infantil en Japón
Aunque no existe un vínculo entre el anime, el manga y el abuso de menores, Japón se enfrenta a un “grave” problema de abuso de menores, según un “Libro Blanco” publicado por la Agencia Nacional de Policía en marzo.
El documento señala que el número de víctimas de abuso infantil aumentó un 20% entre el 2011 y 2012, y el número de víctimas, detenciones y casos se encuentran en sus niveles más altos desde que comenzaron a recopilar estadísticas en 1999.
Al mismo tiempo, el número de casos de delitos de pornografía infantil se incrementó a 1.596, el más alto jamás registrado, según el libro. La mayoría - 85% - fueron relacionados con Internet. Las cifras llevaron al Departamento de Estado de Estados Unidos a etiquetar a Japón como un “centro internacional” por producir y traficar pornografía infantil.
El informe de Estados Unidos señaló que hay una ley nacional que trata la “disponibilidad sin restricciones de dibujos animados sexuales explícitos, historietas y videojuegos, algunos de los cuales representaban escenas de abuso sexual violento y violación de niños”.
Añadió: “Mientras que el NPA seguía sosteniendo que no hay un vínculo entre estas imágenes animadas y victimización de los niños, otros expertos sugirieron que los niños se ven perjudicados por una cultura que parece aceptar el abuso sexual infantil”.
¿Qué es el manga?
El término manga significa “dibujo informal”. Los ejemplos más antiguos se remontan al siglo VII, pero se hizo muy popular en el período posterior a la guerra, según Bryce de Macquarie.
Coincidió con el trabajo del llamado “dios del manga”, Tezuka Osamu, creador del “Astro Boy”, uno de los personajes japoneses más populares que incursionaron en los medios de comunicación occidentales.
Ahora, la industria tiene un valor estimado de 3.600 millones de dólares en libros de historietas y ventas de revistas, según las cifras del 2013 del Publishing Science Institute. Las animaciones representan otros 2.300 millones de dólares adicionales, según el Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de Medios.
Como Bryce señala, una muy pequeña parte del mercado comercia material sexualmente explícito que involucra a niños.
“Con frecuencia la gente piensa que el manga equivale a sexo o que el manga equivale a violencia. Pero es solo una parte del manga… hay algunos muy poéticos, muy bonitos”, sostuvo.
‘La ternura es un problema’
El mayor problema, dijo, es que el manga impregna la cultura japonesa. Se puede ver en todas partes, de letreros en la calle a folletos del gobierno.
A menudo, los personajes representados son jóvenes, niñas vulnerables que cumplen los deseos de los consumidores de algo “kawaii” o “tierno”.
“La ternura es el problema”, dijo. “Porque ternura es algo que te hace sentir que tienes que proteger a la persona, y hay una línea muy fina entre ‘yo puedo proteger a la persona’ y ‘puedo controlar a la persona’”.
Agregó que la representación frecuente de jovencitas, sobre todo en el material “Complejo de Lolita”, puede dar “una impresión equivocada de las mujeres”.
“Si lo estás viendo todo el tiempo, ¿cómo estás viendo realmente a la gente? ¿Es solo una fantasía, o tal vez algunas personas con una mente un poco retorcida piensan que en realidad está allí, y que es la manera de tratar a las mujeres? Así que existe un riesgo”, dijo.
(Con información de Yoko Wakatsuki y Edmund Henry)