Por Reza Sayah, CNN
Teherán, Irán (CNN) – Es inusual que las mujeres disfruten de la emoción de los deportes en público con los hombres en Irán, pero es lo que ocurrió este fin de semana, cuando varios restaurantes y cafeterías parecieron ignorar la prohibición de transmitir el Mundial.
Dentro de una cafetería en Teherán, una joven iraní cubierta con el velo apretaba la mano de su prometido mientras avanzaban los segundos del emocionante partido de Irán contra Argentina.
Otra mujer —que estaba sentada entre dos amigos varones empapados en sudor por los nervios y que se iban quedando afónicos— se mordía suavemente sus cuidadas uñas.
Ahí mismo, otra mujer aplaudía, se emocionaba y gritaba al enorme televisor.
“Es mejor así, 100%”, dijo Negar Valayi. “No ocurre a menudo. Sería grandioso que tuviéramos más de esto”.
“De hecho es mucho mejor verlo con mucha gente alrededor porque hace que te emociones más”, dijo Roya Marzbahan.
Las autoridades iraníes prohibieron a las mujeres la entrada a la mayoría de los eventos deportivos tras las Revolución Islámica de 1979 porque se consideraba que era antiislámico que las multitudes mixtas disfrutaran los partidos.
Durante los últimos 35 años, el público que asiste a los partidos de fútbol, el deporte más popular de Irán, ha sido totalmente masculino.
Se permitió durante un breve período la asistencia de las mujeres a los partidos de voleibol durante la presidencia de Mohammad Jatami —que era moderado—, pero se volvió a implementar la prohibición en 2005, cuando Mahmud Ahmadineyad llegó al poder.
Las autoridades advirtieron a los restaurantes que no transmitieran los partidos, en un aparente esfuerzo por evitar que las multitudes mixtas vieran el Mundial de este año.
“Nos dijeron que no encendiéramos el televisor porque eso podría crear problemas”, dijo la recepcionista de un restaurante a CNN vía telefónica.
Una de las medidas más sutiles para evitar las multitudes mixtas es que no hay mujeres en los anuncios del Mundial que se ven en Teherán y la televisión estatal transmite los partidos con varios segundos de retraso para censurar las imágenes de las aficionadas que se consideren demasiado atrevidas para los espectadores.
Sin embargo, en un país en el que las normas sociales conservadoras chocan a menudo con una población joven, desafiante y amante de la diversión, las mujeres siguen exigiendo igualdad.
A principios de junio, varias mujeres iraníes entraron a escondidas a un partido de voleibol masculino que se jugaba en Teherán, disfrazadas de aficionadas brasileñas, según reportes de los medios estatales.
Otras protestaron afuera del partido.
“También tenemos derechos. Deberíamos poder asistir a los partidos”, dijo Negar Valayi.
“Están quitándonos nuestros derechos”, declaró Roya Marzbahan. “Ver a nuestros equipos es nuestro derecho”.
Los medios estatales reportaron en junio que la vicepresidenta Shahindokht Molaverdi estaba “investigando” la prohibición a las mujeres de asistir a los partidos de voleibol, lo que tal vez indique que el presidente moderado Hassan Rouhani está atendiendo las demandas de las mujeres por la igualdad de derechos para disfrutar los deportes.