(CNNMéxico) — Estados Unidos tiene una responsabilidad compartida con Centroamérica en el tema de la migración y en el del tráfico de drogas, aseguró este viernes el presidente estadounidense, Barack Obama.
Obama se reunió con sus homólogos de Honduras, Guatemala y El Salvador con el objetivo de discutir estrategias para enfrentar la llegada de menores centroamericanos a territorio estadounidense.
“Nosotros reconocemos nuestra responsabilidad compartida en este tema y en el tráfico de drogas, la demanda se encuentra en Estados Unidos”, aseguró Obama, quien lanzó un llamado a los republicanos en el Congreso para trabajar en una reforma inmigratoria integral y en la aprobación de fondos adicionales solicitados por su gobierno para tratar el problema.
Obama habló en una conferencia de prensa, acompañado del presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina; Juan Orlando Hernández de Honduras y Salvador Sánchez Cerén de El Salvador, luego de una reunión privada con los mandatarios en la Casa Blanca.
“A medida que enfrentamos esta situación reconocemos que tenemos que hacer más a largo plazo para atender los problemas de pobreza y violencia en Centroamérica… expresé mi compromiso de colaborar con cada país para idear planes de acción agresivos”, expresó el mandatario tras señalar su interés en tratar las raíces de la migración.
Obama lanzó un llamado a los republicanos en la Cámara de Representantes para trabajar en los temas migratorios antes de las vacaciones de los legisladores en agosto. Comenzando por los 3.700 millones de dólares solicitados por su administración para atender el problema de los niños migrantes.
El dinero se ocupará en fortalecer la seguridad en la frontera, dar más fondos para jueces migratorios con la finalidad de acelerar los procesos de deportación y en recursos para los países centroamericanos para prevenir el envío de los menores, explicó.
Obama aseguró a los mandatarios que de aprobarse una reforma migratoria, actualmente atorada en la Cámara de Representantes, el país tendrá la capacidad de fortalecer la frontera para tener un proceso de migración ordenado. Y enfatizó que quienes deseen entrar al país pero no cumplan con los requisitos serán deportados.
“Tenemos que evitar el continuo flujo de niños que se ponen en gran riesgo y de familias que se ponen en riesgo, para poder hacerlo dentro de un marco legal y humanitario muchas de la reivindicaciones de estos niños y las familias van a terminar en deportaciones”, dijo.
“No lo digo porque nos falte compasión, somos un país de inmigrantes pero también de leyes y una inmigración desordenada que ponga en riesgo a las personas, no solo pone en riesgo a niños y su familia, también envía la señal de que las personas que sí siguieron el proceso legal no tienen el respaldo de la ley”, agregó.
Desde el pasado mes de octubre más de 52.000 niños, en su mayoría provenientes de El Salvador, Honduras y Guatemala, han sido detenidos en la frontera estadounidense, lo que ha provocado una crisis política y humanitaria que el gobierno de Obama intenta gestionar, sin el apoyo de la oposición republicana.
El gobierno estadounidense ha subrayado que los niños que cruzaron la frontera en los últimos meses no obtendrán estatus legal o ciudadanía, y que en cambio son considerados “prioritarios” para ser deportados.
Los menores emigran principalmente de El Salvador, Guatemala y Honduras, huyendo de la violencia en sus países y en busca de sus familias en Estados Unidos.