Por Daisy Carrington, para CNN
(CNN) – Picudos o gorgojos rojos. Al verlos, estos pequeños insectos son relativamente simples, quizá incluso ligeramente repulsivos para quienes les desagradan los insectos. Sin embargo, para Mohammed Ashour, son la solución para muchas de las enfermedades que enfrentan los países en desarrollo. El humilde gorgojo rojo podría erradicar potencialmente la hambruna y la desnutrición mundial, podría sacar a comunidades enteras de la pobreza y reducir los niveles mundiales de CO2. Para ser una criatura que mide unos cuantos centímetros, tiene mucho poder.
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“En todo caso, nuestro modelo de negocio es demasiado perturbador”, dice Ashour, quíen lanzó Aspire con cuatro compañeros de estudio de una maestría en administración de negocios de la Universidad McGill. Su objetivo es introducir el cultivo de insectos en los países que tienen afinidad con el consumo de insectos y carecen de acceso al sustento nutricional.
Debido a esta idea ganaron el premio Hult de 2013, el cual entrega 1 millón de dólares como base para financiar la empresa social más innovadora; asimismo, recibieron apoyo de la firma canadiense financiada por el gobierno, Grand Challenges. Con sus ganancias, Aspire estableció un programa piloto en Ghana, donde la inseguridad alimentaria sigue siendo un problema en varias partes del país.
Actualmente, el 75% de los niños en edad pre-escolar y dos tercios de las mujeres embarazadas de Ghana sufren anemia, según la Organización Mundial de la Salud.
“En la comunidad rural, la comida está compuesta principalmente de carbohidratos. Debido a que no reciben la proteína que necesitan (no incluyen mucho pescado o carnes de res en su dieta) pienso que lo que ellos comen es poco nutritivo”, dice el Dr. Clement Akotsen-Mensah, un entomólogo e investigador miembro del Centro de Investigación de Bosques y Cultivos de Horticultura en la Universidad de Ghana.
“El gorgojo rojo puede ser un buen suplemento”, añade.
En 2013, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura dio a conocer un informe que recomendaba el consumo de insectos alrededor del mundo. El informe encontró que libra por libra, los picudos rojos (al igual que otros insectos) tienen niveles de proteína similares a la carne de res, pero superan al bovino en niveles de hierro, potasio, zinc, fósforo y gran cantidad de aminoácidos.
Aunque el gobierno suministra píldoras de hierro y vitaminas a las mujeres embarazadas, Ashour dice que los lugareños no son muy responsables al momento de tomarlas.
“En áreas donde las deficiencias de hierro parecen ser mayores, también existe una falta de educación, o incluso una falta de confianza en el gobierno. Sí vas a una pequeña aldea fuera de Accra, buena suerte si vas a instruir a una mujer para que se tome sus medicinas y esperas que lo cumpla”, señala.
“Estamos presentando el hierro y la proteína en una forma que es mucho más aceptable culturalmente”.
Por otra parte, algunos ghaneses, especialmente los que viven en el norte y el este, ya hacen de los gorgojos rojos una parte de su dieta.
“No lo verás en todas partes en Ghana, pero en los lugares donde se consume, se hace una afinidad bastante alta”, dice Ashour.
Mientras señala que Ghana tiene “una fuerte demanda”, dice lo que le falta es oferta, ya que actualmente los bichos se recolectan a mano. Al introducir el cultivo, Aspire no solo está aumentando el acceso a una fuente de proteína más barata y más nutritiva, sino también está introduciendo nuevas fuentes de ingresos para los ghaneses que viven en la pobreza.
“El proceso del cultivo en sí no es demasiado complicado. Alguien que carece de capacitación, pero es laborioso puede hacerlo y ponerlo en marcha en un corto período de tiempo”, dice Ashour.
Aspire ha decidido centrarse en los agricultores que viven en las comunidades rurales y periurbanas, donde, señala Ashour, hay abundancia de tierra, pero escasez de oportunidades. Aspire le proporcionaría a los agricultores los kits y la formación de forma gratuita; luego, les compraría los gorgojos para distribuirlos de forma masiva en todo el país. Aspire también está estudiando la creación de productos a partir de los gorgojos, como una harina rica en proteínas que podría agregarse a cualquier platillo para hacerlo más nutritivo.
“Creo que tiene mucho potencial”, dice Akotsen-Mensah.
“Anteriormente, la madera de los árboles de palma no se usaba realmente para nada. La gente tal vez sacaba vino de ella, y luego la dejaba. Ahora, pueden utilizarla para criar al gorgojo y obtener algo de ingreso. Podría tener un gran impacto económico”, añade.
Aspire tiene otros proyectos sobre el cultivo de insectos que ya ha lanzado o está analizando. El grupo también ha puesto en marcha un programa piloto de cultivo de saltamontes en México, y está estudiando la posibilidad de introducir el cultivo de grillos en Kenia. La elección del insecto está determinada por los gustos locales. También está estudiando la introducción de la entomofagía (o la práctica de comer insectos) en los Estados Unidos.
Si bien el proyecto en Ghana es bastante nuevo (Aspire lanzó el programa hace menos de tres meses), Ashour tiene grandes esperanzas para él; al final, prevé que sus productos basados en el gorgojo alcancen el 30% del mercado en Ghana.
“Le estás preguntando a un optimista”, reconoce. “Realmente veo que haremos un gran impacto. Para finales del próximo año, sería posible alcanzar a cualquier cantidad entre 500.000 a un millón de personas”.