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(CNN) – Una sola inyección letal debía terminar rápidamente con la vida de Joseph Wood la semana pasada. Pero no fue así. Su agonía se prolongó durante más de 100 minutos. Los verdugos de Arizona le inyectaron un total de 15 dosis de cócteles de drogas, de acuerdo con documentos de la prisión divulgados el viernes. Tardó casi dos horas en morir, mientras gruñía y se ahogaba entre gritos, según relataron los periodistas que asistieron a la ejecución.

El fiscal general de Arizona ha detenido temporalmente las ejecuciones después de la muerte prolongada del asesino convicto.

La gobernadora Jan Brewer pidió una investigación interna. Pero el viernes, el senador estatal demócrata Ed Ableser sumó su voz a la de los críticos al calificar la ejecución de “chapuza” y asegurando que no es suficiente una investigación interna y repitió el llamamiento a una investigación independiente.

Dos abogados ajenos al caso y que analizaron el protocolo de ejecución la noche del viernes estuvieron de acuerdo con él.

Richard Dieter dirige el Centro de Información sobre la Pena de Muerte. En us opinión en torno a la pena de muerte y su aplicación existen trampas legales y hay discriminación, pero no apoya ni se opone a ella, dijo Dieter. “Una ejecución debe y puede ser humana y constitucional”, dijo.

Pero esta ejecución fue mal. No siguió el protocolo. “En lugar de aplicar una sola inyección mantuvieron la aplicación de más dosis”. En lugar de conceder el fracaso con la mezcla de drogas, ellos siguieron tratando de matar a Wood con dosis repetidas, dijo Dieter.

El estado utilizó midazolam, un anestésico, e hidromorfona, un analgésico narcótico que, con una sobredosis, detiene la respiración pero deja que el corazón siga latiendo. Es una de las nuevas combinaciones que los estados han intentado - con algunos resultados controvertidos - después de que los fabricantes que operan en Europa impidieron a las cárceles de Estados Unidos el uso de sus medicamentos en las ejecuciones.

Megan McCraken, analista legal de la Universidad de California, Berkeley, ayuda a los abogados defensores que luchan en los veredictos contra la inyección letal.

“La ejecución fallida de Joseph Wood no tiene precedentes y no tiene comparación”, dijo. Wood tenía que recibir una dosis única. “El departamento violó su protocolo”, dijo después de la revisión del documento.

Ambos abogados dijeron que el Estado debería haber seguido el protocolo y los medicamentos utilizados deberían haberse hecho públicos antes de la ejecución y dar la oportunidad a los expertos de opinar sobre su eficacia.

“Estoy muy preocupado”, dijo el Fiscal General de EE.UU., Eric Holder, a PBS NewsHour el jueves. Él se ha encargado de hacer un examen nacional de los métodos para aplicar la pena de muerte después de las ejecuciones fallidas que involucran midazolam.

El senador McCain, que apoya la pena de muerte en algunos casos, dijo que la ejecución de Wood se llevó a cabo de una manera “terrible”. “La inyección letal debe ser una inyección letal de hecho y no de la situación de angustia que prevaleció. Eso es tortura”, dijo.

Como consecuencia inmediata de la ejecución, el departamento penal emitió un comunicado diciendo que se había actuado de acuerdo con el procedimiento. Wood estuvo profundamente sedado todo el tiempo, dijo.

Los funcionarios del Estado y los familiares de dos víctimas del asesino convicto no estuvieron de acuerdo ya que la víctima había estado jadeando en busca de aire, sin embrago desde la institución aseguraban que Wood roncaba y no parecía estar en agonía.

Los informes de que la ejecución fue chapucera son “erróneas”, dijo el Director de Correcciones Charles Ryan.

Jeanne Brown, un pariente cercano de las víctimas de Wood, dijo que recibió lo que se merecía.
Wood fue declarado culpable de asesinato y asalto por las muertes de su ex novia y su padre en 1989.