Por Peter Bergen y Emily Schneider
Nota del editor: Peter Bergen es analista de seguridad nacional de CNN, director de New America Foundation y el autor de Manhunt: The Ten-Year Search for bin Laden – From 9/11 to Abbottabad (Cacería humana: La búsqueda de 10 años de bin Laden, desde el 11/9 hasta Abbottabad). Emily Schneider es una investigadora asociada en New America Foundation.
(CNN) — En un video que fue publicado en YouTube el sábado presuntamente por ISIS, el grupo terrorista, aparecen varias escenas de propaganda yihadista en la pantalla: militantes que leen versos del Corán y examinan un mapa del norte de Siria, escenas de enfrentamientos violentos y explosiones.
Pero este video tenía algo que los anteriores videos publicados por ISIS no tenían: material de vigilancia aparentemente grabado por un drone.
El video de casi 14 minutos de duración muestra vistas aéreas de la base militar del ejército de Siria no. 93 cerca de la provincia de Raqqa, al norte de Siria.
Los militantes de ISIS atacaron la base el 7 de agosto, al desplegar bombarderos suicidas que conducían camiones bomba para debilitar la resistencia en escenas que también se muestran en el video que fue dado a conocer el sábado.
La descripción debajo del material de vigilancia de la base militar siria lee: “Del avión teledirigido del ejército del Estado Islámico”.
El hecho de que ISIS ahora aparentemente esté utilizando un drone de vigilancia relativamente sofisticado para planear sus operaciones militares pone de manifiesto un desarrollo importante: la tecnología que una vez fue el monopolio de estados ahora está siendo utilizada por grupos terroristas. En abril, por ejemplo, las fuerzas armadas israelíes informaron que habían derribado un drone frente a la costa de Haifa, y que dicho avión era operado por Hezbolá, el grupo militante chiíta que opera fuera del Líbano.
Hezbolá negó la responsabilidad del drone, pero anteriormente había afirmado que había operado otro drone que voló 56 kilómetros hacia Israel en octubre.
Hamás también tiene la capacidad de utilizar drones. El 14 de julio, Israel derribó un drone operado por Hamás que estaba volando en espacio aéreo israelí sobre Ashdod, una ciudad al sur de Israel. Esto marcó lo que se cree, es la primera vez que el grupo militante había enviado un vehículo no tripulado hacia territorio israelí.
Hamás luego publicó un video en línea que mostraba otro drone, este con cuatro pequeños cohetes bajo sus alas, que volaba sobre lo que los analistas creen, también podría ser espacio aéreo israelí.
Según Hamás, su rama militar, las Brigadas de al-Qassam, ha diseñado tres distintos tipos de drones: los que se utilizan para propósitos de vigilancia, los que pueden ser drones armados, y los que pueden funcionar como misiles auto-dirigidos (una especie de “drone suicida”).
Posteriormente, Israel bombardeó lo que afirmó, era una instalación de drones dirigida por Hamás en Gaza.
Los combatientes libios de la oposición enfocados en el dictador libio Moammar Gadhafi empezaron a utilizar drones con propósitos de vigilancia durante el verano de 2011, cuando compraron un drone Scout de una compañía canadiense.
La oposición libia necesitaba una forma de inspeccionar sus rutas antes de enviar a los rebeldes a áreas donde los soldados de Gadhafi estaban emplazados. El helicóptero de cuatro rotores del que cuelga una cámara estabilizada parecía ser la opción perfecta. El drone tuvo un costo de entre 100.000 y 200.000 dólares, según un artículo escrito por Laura Rozen, para Yahoo News.
Los drones armados han sido desplegados en combate solo por tres países: Estados Unidos, el Reino Unido e Israel. Sin embargo, según un recuento de New America Foundation, más o menos 80 países tienen la capacidad de utilizar drones, ya sea armados o desarmados. Rusia, China e Irán son algunas de las naciones que poseen drones armados, pero no los han utilizado en combate.
El hecho de que organizaciones terroristas y militares hayan adquirido y utilizado drones durante operaciones de combate con propósitos de vigilancia muestra qué tan rápidamente se está proliferando esta tecnología. Esta es la razón por la que es de importancia fundamental tener un tipo de acuerdo internacional que gobierne el uso de drones armados por parte de entidades estatales y “agentes no estatales”.
Uno podría imaginar la creación de algún tipo de Convenio de Ginebra que especifica como asunto del derecho internacional cuándo el uso de drones armados podría ser sancionado fuera de zonas convencionales de guerra para matar terroristas.
Tal convenio también ayudaría a impedir la venta o transferencia de tecnología sofisticada de drones a agentes no estatales como ISIS.