Por Daisy Carrington

(CNN) — Ha sido un mal año para el rinoceronte africano, particularmente para aquellos cuyo hogar es Sudáfrica.

En 2013, solo en Sudáfrica, más de 1.000 rinocerontes fueron cazados furtivamente. Es un número peligrosamente alto, si se considera que solo quedan 5.000 rinocerontes negros en el continente (una baja de 97,6% desde 1960).

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La historia del rinoceronte blanco es más agradable. Tras ser rescatados del borde de la extinción, ahora hay 20.000 miembros de la especie; sin embargo, a los conservacionistas les preocupa que ellos también estén en peligro, ya que el cuerno de rinoceronte sigue teniendo un precio elevado en el mercado negro.

“Matan a un rinoceronte cada siete horas, y cuando le mencionas los rinocerontes a alguien, tienden a sacudir la cabeza con desesperación,” dice Dereck Joubert, quien junto a su esposa Beverly, fundaron Rhinos Without Borders (Rinocerontes sin Fronteras), una organización benéfica que recientemente ha ideado un abordaje novedoso para salvar a una de las criaturas más icónicas del África.

La caza furtiva de rinocerontes ha alcanzado proporciones alarmantes

Beverly Joubert/Rhinos Without Borders

En el 2015, la organización benéfica trasladará a 100 rinocerontes de Sudáfrica (que tiene el 80% de la población de rinocerontes de África) hacia Botswana, que tiene el índice más bajo de caza furtiva del continente. Los rinocerontes son principalmente donados por vendedores privados y por el gobierno de Sudáfrica.

“Es una mala idea mantener todos tus activos de alto valor en un solo lugar. Ecológica y genéticamente, tiene más sentido repartirlos, así, si hay una catástrofe en un lugar, no pierdes todo”, explica.

Botswana: ‘dispara a matar’

Una de las razones por las que en Botswana los niveles de caza furtiva son tan bajos es porque tienen una política de cero tolerancia a la caza furtiva. La iniciativa anti caza furtiva es manejada por la Fuerza de Defensa de Botswana, quienes tienen una política de “disparar a matar”.

“Si los cazadores furtivos son aprehendidos y no bajan sus armas inmediatamente, los militares básicamente los tratan como una amenaza militar agresiva”, declara Joubert.

“Los riesgos son demasiado altos para los cazadores furtivos, y las recompensas muy bajas”.

Botswana es más remoto y menos poblado también; estos son dos factores que él dice, ayudan a mantener la caza furtiva al mínimo.

“Un grupo de extranjeros que caminan con fusiles AK47 son rápidamente identificados”, explica.

Haciendo el traslado

Rhinos Without Borders se ha asociado con el emprendimiento de turismo andBeyond, quienes trasladaron a los rinocerontes de una de sus reservas privadas a Botswana en 2011. Los rinocerontes candidatos son sedados y se toman muestras de sangre para ser estudiadas, a fin de asegurarse de que están lo suficientemente fuertes para hacer el viaje.

Luego, los rinocerontes se recuperan durante un período de cuarentena de seis semanas antes de ser trasladados en avión a un lugar secreto en Botswana.

“Ellos tampoco irán a reservas cerca de las fronteras, porque el presidente y la Fuerza de Defensa de Botswana, no quieren atraer a los cazadores furtivos”, explica Beverly Joubert.

Debido a que el primer instinto de los rinocerontes es buscar a otras manadas, y Botswana tiene una baja densidad de la especie, se usa estiércol sintetizado de rinoceronte para ayuda a reubicar a los animales, a fin de que establezcan su territorio. El proceso cuesta alrededor de 45.000 dólares por rinoceronte.

Rompiendo el mito del cuerno

Los rinocerontes son asesinados casi exclusivamente por su cuerno, el cual actualmente se vende por 65.000 dólares por kilo (2,2 libras). La demanda es principalmente impulsada por los compradores del Asia Oriental quienes (erróneamente) atribuyen varias curas medicinales al cuerno.

Además de operar la organización benéfica, los Joubert también son cineastas y fotoperiodistas para National Geographic. Juntos, han hecho varios documentales en los que disipan los mitos en relación a las supuestas cualidades medicinales del cuerno de rinoceronte con la esperanza de cambiar las actitudes en el exterior.

Los rinocerontes serán trasladados a Botswana.

Beverly Joubert/Rhinos Without Borders

“Se ha afirmado que el cuerno de rinoceronte cura el cáncer, baja la fiebre y es un afrodisíaco, y ha sido demostrado que ningunas de estas cosas son ciertas”, dice Beverly.

“De verdad, es como mascar tu propia uña del dedo. Es caroteno, eso es todo”.

El vínculo con el marfil

La historia del comercio del cuerno de rinoceronte está vinculada al comercio del marfil. En 1989, la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES por sus siglas en inglés) aprobó con éxito una prohibición internacional en relación al marfil. El precio por el material se vino abajo de la noche a la mañana y la caza furtiva de elefantes principalmente se detuvo. En 2002, el comercio se abrió nuevamente cuando a unas cuantas naciones, entre ellas Sudáfrica, se les permitió vender sus reservas de marfil.

“En el momento en que sucedió, vimos una afluencia de cazadores furtivos. Al mismo tiempo, hubo un cambio en el mercado para incluir directamente a los rinocerontes”, dice Dereck.

Algunos conservacionistas han propuesto criar elefantes y rinocerontes para satisfacer la demanda mundial… una idea que los Joubert consideran, es irremediablemente equivocada.

“Si la estrategia es inundar el mercado, la economía no concuerda”, dice.

“Quizá podrías producir 6 kg de cuerno al mes si crías a los animales, pero el mercado es mil millones de veces más fuerte”.