Por Kelly Wallace, CNN

(CNN) – Anais Bordier y Samantha Futerman tienen la misma risa y las mismas mejillas pecosas. Usan el cabello de la misma forma y lo han tenido así desde que eran bebés. Comparten el odio a las zanahorias cocidas, el amor por el mismo esmalte de color y la necesidad de dormir 10 horas al día.

Ambas se molestan, se empujan y codean una a la otra como si hubieran crecido juntas, pero no fue así. Ninguna de las dos sabía que tenía una hermana gemela idéntica, hasta hace menos de dos años.

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Ahí es donde entra en escena el poder del Internet, mucha suerte y una serie de “¿qué pasaría si…?”

Recientemente me senté con las hermanas de 26 años de edad en el Central Park para hablar de su nuevo libro “Separated @ Birth: A True Love Story of Twin Sisters Reunited” (Separadas al nacer: una historia de amor verdadero de las hermanas gemelas que se reencontraron), el cual narra su reencuentro completamente moderno.

Bordier, quien creció en París, aspira a ser diseñadora de modas y estudiaba en Londres. Un sábado de diciembre de 2012, mientras estaba en un autobús, un amigo le envió una captura de pantalla de un video de YouTube en el que aparecía Futerman, quien es actriz.

“Automáticamente pensé: ‘Oh, ¿quién publicó un video de mí en YouTube?’”, dijo riendo. El parecido era asombroso. Cuando llegó a casa, lo vio de nuevo y se dio cuenta de que no era ella, sino una chica que era exactamente igual a ella y que vivía en Estados Unidos.

Buscó en los créditos del video para encontrar el nombre de la mujer, pero no pudo encontrar nada, así que olvidó el asunto.

Eso fue hasta que el mismo amigo que le envió la captura de pantalla le dijo que vio a la chica del video en un avance de una película, también en YouTube; eso fue más o menos un mes después.

Los instintos investigadores de Bordier se pusieron a trabajar a toda marcha. Averiguó el nombre de Futerman y descubrió que ambas cumplían años el mismo día, y habían sido adoptadas en Corea del Sur.

“La acosé un poco más, descubrí que en realidad había nacido en la misma ciudad portuaria de Corea y, efectivamente, comencé a ver todas sus fotos”.

Tomó valor y decidió ponerse en contacto con Futerman a través de Facebook, enviándole una solicitud de amistad y un mensaje.

Un “Juego de gemelas” contemporáneo  

Las similitudes entre su historia y la película “Juego de gemelas”, en la que Lindsay Lohan protagoniza la versión más reciente, eran evidentes en el caso de Bordier. En su mensaje a Futerman escribió: “No quiero parecerme mucho a Lindsay Lohan, bueno… pero… cómo decirlo… me preguntaba, ¿dónde naciste?”

Futerman, quien creció en Verona, Nueva Jersey, y quien tiene dos hermanos (hijos biológicos de sus padres) y un medio hermano del anterior matrimonio de su padre, al principio no sabía qué hacer con la solicitud de amistad de Bordier y su mensaje.

“Es bastante extraño recibir un mensaje de ti misma en Facebook”, dijo ella. “Es una experiencia muy extraña”.

Le tomó varios días responder.

“Pensé: ‘¡Guau!, esto realmente podría ser verdad’”, dijo Futerman.

La primera vez que hablaron por Skype, se suponía que iban a hablar durante 90 minutos, pero terminaron hablando durante tres horas; esa conversación produjo un cambio de vida.

“En ese entonces, teníamos 25 años, y es como ese tipo de crisis del cuarto de vida cuando piensas que todo va cuesta abajo”, dijo Futerman. “Tengo que comprar mi seguro de salud. Me van a sacar del seguro de mis padres. Ya no queda nada bueno, y luego aprendes que todo es posible”.

Para Bordier, quien es hija única, descubrir que tenía una hermana fue increíble, pero darse cuenta de que tenía una gemela fue “una locura aún mayor, porque tienes tanto en común”.

“Tienes un vínculo muy fuerte que en realidad no puedes explicar, pero nos entendemos sin siquiera tener que hablar”, dijo Bordier. “Puedo ver su lenguaje corporal. …Nos entendemos de inmediato”.

Su primer encuentro: ‘Realmente aterrador’  

Una prueba de ADN demostró lo que ya sabían: que, de hecho, eran gemelas. Ahora tienen programado reunirse en persona, por primera vez, en Londres.

“La única manera de explicarlo es que ha sido la relación a larga distancia más intensa y que han hablado durante meses en los medios sociales y por Skype”, dijo Futerman.

Pero comunicarse por Internet era una cosa; reunirse en persona era “aún más aterrador”, dijo.

Bordier dijo que en esa primera reunión se encontró ante la necesidad de mantener su distancia, ya que todo era “muy extraño”, pero al mismo tiempo quería una prueba de que su hermana gemela idéntica era real.

“Así que solo la empujé”, dijo durante la entrevista, momento en el que ambas se rieron. Esa misma risa.

Su reencuentro, el cual cada una de ellas narra en capítulos alternos en el libro, también es parte de un documental que están produciendo y esperan lanzar el próximo año.

El apoyo que han recibido a medida que su historia ha ganado la atención nacional y el interés por parte de otras personas adoptadas y gemelos, las ha motivado a tratar de crear conciencia y proporcionar recursos para las adopciones internacionales.

“Nos inspiró a convertirnos en algo más grande que solo nosotras y compartir nuestra historia con un propósito”, dijo Futerman.

Ella y Bordier se han unido a la amiga de Futerman, su colega actriz Jenna Ushkowitz, una coreano-estadounidense que fue adoptada y es miembro del reparto de “Glee”, para iniciar una fundación llamada Kindred. La fundación se enfoca en ayudar a las personas adoptadas, tanto en Estados Unidos como en todo el mundo, con reuniones familiares y otros problemas que podrían encontrar.

“Es una gran alegría encontrar a tu familia”, dijo Bordier. “Supongo que cuando eres adoptada, siempre buscas a alguien que se parezca a ti, que te entienda”.

Ambas mujeres dicen que sus padres se sienten satisfechos por la noticia, a pesar de que al inicio estaban molestos, ya que ninguno de ellos sabía que las niñas tenían una gemela. En sus papeles de adopción se indica que el nacimiento fue un parto simple, dijeron.

“Por supuesto, mi madre era muy protectora y dijo: ‘Hubiéramos adoptado a las dos’, cuando sintió que estábamos perdiendo la oportunidad de crecer juntas”, dijo Futerman.

Ellas han tratado de encontrar a su madre biológica, pero revelaron en el libro que no estaba interesada en comunicarse con ellas.

“Si hemos aprendido algo de esta historia, es que las cosas sucederán como deben suceder”, dijo Futerman. “Y si un día ella quiere contactarnos, entonces aquí estaremos; estamos dispuestas y preparadas”.

Un vínculo inquebrantable  

A pesar de que una vive al otro lado del mundo de la otra, Bordier en París y Futerman en Los Ángeles, se envían mensajes de texto varias veces al día, todos los días.

“Básicamente, cuando me despierto tengo hasta 20 mensajes de texto: ‘¿Qué estás haciendo?’, ‘voy camino al trabajo’, ‘hace frío afuera’”, dijo Futerman. “Simplemente son cosas completamente arbitrarias que ocurren durante el día. Y es constante”.

Bordier dice que Futerman siempre la despierta por la mañana por medio de mensajes de texto, debido a la diferencia de horario. Ella suele recibir mensajes como: “Despierta, llegas tarde”, dijo.

“Es increíble percatarte que alguien está siempre despierto en algún lugar del mundo, y te sientes protegida”, dijo Bordier.

Pudieron haber sido separadas cuando eran bebés, pero dicen que ahora están unidas para siempre.

“No nos preocupa estar separadas de nuevo”, dijo Futerman.