Por Drew Griffin y Nelli Black, CNN
(CNN) – Christian Bjerk, de 18 años de edad, fue un popular jugador de fútbol en su escuela secundaria. El segundo de los tres hijos de Keith y Debbie Bjerk, estaba ansioso por empezar a estudiar en North Dakota State College of Science en el otoño de 2012 y jugar en el equipo de fútbol de la universidad.
Pero en la mañana del 11 de junio de 2012, Christian fue encontrado muerto, tumbado boca abajo en la acera no muy lejos de su casa en Grand Forks, Dakota del Norte.
El agente de policía que le dio la noticia al padre de Christian también era su entrenador juvenil de fútbol.
“Se le llenaron los ojos de lágrimas, yo no sabía lo que estaba pasando, y me dijo: es Christian, ha muerto”, dijo Keith Bjerk a CNN.
Keith vio a su hijo por última vez la noche anterior, cuando Christian salió a llenar el tanque de gasolina. Más adelane, los Bjerk se enterarían de que su hijo se encontró con algunos adolescentes que conocía y fue a una fiesta en una casa.
No muy lejos del cuerpo de Christian, la policía encontró a dos adolescentes desorientados. Uno estaba desnudo sobre una banca; el otro gritaba en un auto estacionado. Inmediatamente, la policía sospechó que era un asunto de drogas.
Según Mike Jennings, el detective que estaba de turno esa noche, tras realizar una búsqueda en la casa donde se había llevado a cabo la fiesta, encontraron un polvo blanco, pero la policía no pudo determinar qué era.
Días después, otro adolescente murió, y de nuevo, había un misterioso polvo blanco involucrado. Los oficiales se apresuraron a averiguar exactamente qué eran estas sustancias.
Reacciones mortales de una sustancia misteriosa
Elijah Stai y su hermano adoptivo, Justin Rippentrop, llegaron a Grand Forks desde Park Rapids, Minnesota. Estaban celebrando que Elijah pronto cumpliría 18 años y estaban visitando a su prima.
Elijah y Justin estaban pasando el rato con el novio de su prima, Adam Budge, cuando según Justin, él les ofreció un regalo especial: una bolsa de chocolates que había preparado con un polvo blanco. Justin comentó que Adam les había dicho que el polvo era un extracto de hongos psicodélicos.
Elijah estaba nervioso, dijo Justin, porque él nunca antes había probado los hongos psicodélicos.
Poco después de que se comieran la bolsa de chocolates adulterados, comenzaron las alucinaciones.
“Los árboles parecían coliflores que bailaban”, recordó Justin. “Las aceras se movían hacia arriba y hacia abajo como una montaña rusa, y el césped salía disparado hacia el cielo”.
Justin dijo que una vez había probado los hongos psicodélicos, pero rápidamente se dio cuenta de que esto era algo distinto.
Elijah empezó a tener una reacción violenta a la droga. Estaba convulsionando descontroladamente, echando espuma por la boca y golpeándose la cabeza. Para cuando llegó la ambulancia, Justin dijo que él sabía que Elijah había muerto.
Elijah fue trasladado rápidamente al Altru Hospital de Grand Forks, donde fue tratado por el Dr. Qasim Durrani, un médico de la unidad de cuidados intensivos. El Dr. Durrani dijo que Elijah estaba sufriendo de un fallo en varios órganos y que también había entrado en paro cardiaco.
Elijah tenía muerte cerebral. El 15 de junio de 2012, después de haber pasado tres días en el hospital, su familia decidió desconectarlo del soporte vital.
“Fue una sobredosis inusual”, dijo Durrani. “El dilema era ¿qué había consumido?”
El nuevo mundo del tráfico de drogas
La muerte de Elijah, la segunda en dos días debido a una droga misteriosa, causó conmoción en la comunidad.
El laboratorio del estado tardó una semana en identificar que los polvos misteriosos eran drogas sintéticas o de diseño… drogas de las que los cuerpos de seguridad de Dakota del Norte nunca habían oído antes. Elijah y Christian habían muerto por consumir estas drogas.
“Cuando nos enteramos de que eran 2C-I-NBOMe y 2C-C-NBOMe, eso fue nuevo para nosotros”, dijo Chris Myers, el principal fiscal federal de drogas de Dakota del Norte.
La droga 2C-I-NBOMe (también conocida como 25I-NBOMe) y 2C-C-NBOMe son drogas sintéticas o de diseño, sustancias químicas diseñadas para imitar el efecto de la droga prohibida LSD. Estas drogas sintéticas o de diseño son tan potentes que una dosis del tamaño de unos cuantos granos de sal puede ser suficiente para experimentar los efectos de la sustancia.
En los últimos cuatro años, más de 300 drogas sintéticas o de diseño con nombres como Spice, N-bombe y K2, han inundado los Estados Unidos.
“Estas drogas están siendo comercializadas y vendidas como alternativas legales a la marihuana, la cocaína, la metanfetamina y la heroína”, dijo John Scherbenske de la DEA.
A medida que los estados y el gobierno federal se apresuran a “controlar” o prohibir los compuestos químicos, los fabricantes se mantienen un paso adelante de la ley, al cambiar constantemente la composición química de las drogas.
“Las empresas de productos químicos alteran el compuesto ligeramente para evadir nuestras leyes aquí en Estados Unidos. Una vez alteran ese producto químico, ya no es una sustancia controlada”, dijo Scherbenske.
Según la DEA, la mayoría de empresas de productos químicos que fabrican drogas sintéticas está en China. El gobierno de Estados Unidos y otros países occidentales están presionando al gobierno chino para que prohíba ciertas sustancias químicas y detenga la exportación de estas sustancias químicas alrededor del mundo.
En el nuevo mundo del tráfico de drogas, los químicos se producen en el extranjero, se venden en línea a granel y son importados a Estados Unidos, donde los reúnen y empacan para su reventa. Luego, estas drogas son etiquetadas como productos químicos de investigación, no destinados al consumo humano, a fin de evitar una acción judicial.
Scherbenske dijo que no hay propósitos legítimos conocidos para estos químicos.
Las drogas que mataron a Christian y Elijah no estaban prohibidas por la DEA al momento de su muerte. Los padres de los adolescentes nunca habían oído del 2C-I-NBOME.
“Tuve que ir al Internet, y buscar información al respecto”, dijo Keith Bjerk. “Realmente no sabía qué era, no sabía qué tan peligrosas eran”.
En Dakota del Norte, la policía estaba tratando de encontrar de dónde venían las nuevas drogas, y determinar cómo sacarlas de la calle. La investigación rápidamente los condujo a Budge.
“Desde el inicio de la investigación, Adam Budge era el vínculo común entre las dos sobredosis”, dijo el fiscal Myers.
Según Myers, Budge, quien tenía 18 años en ese momento, derritió el polvo de 2C-I-NBOME en el chocolate que le dio a Elijah, y también le vendió un poco de la misma droga a Wesley Sweeney, quien también tenía 18 años en ese momento; este último se la dio a Christian Bjerk.
Myers dijo que Budge no sabía exactamente qué era el polvo, porque él se lo robó a un traficante de drogas llamado Andrew Spofford, de 22 años, quién lo compró por Internet a una empresa en línea llamada Motion Resources.
Una investigación en marcha
Charles Carlton, fundador de Motion Resources, inició la empresa en línea en 2011, cuando vio lo fácil que era comprar drogas de diseño o psicodélicas en línea desde el extranjero.
Carlton dijo que él mismo usaba drogas sintéticas o de diseño cuando se dio cuenta de que “podía hacer dinero distribuyéndolas en pequeñas cantidades”.
Su página web se convertiría en una pequeña concesionaria de drogas para los entusiastas, la cual enviaba drogas sintéticas a todo el país.
Aunque el producto de la empresa imitaba la droga LSD ilegal, Carlton dijo que los productos químicos que vendía aún no estaban prohibidos en Estados Unidos. Empezó su negocio en un edificio de oficinas e incluso lo registró con la Secretaría de Estado y se puso a trabajar.
“Yo era un empleado de mi propia empresa y, dado que conseguimos un formulario de ingresos W-2, teníamos el servicio de nómina completo”, dijo Carlton. “Quiero decir que sabíamos que estábamos caminando sobre una línea muy delgada en cuanto a la ley se refería, pero en ese momento, sentimos que estábamos en el lado correcto de la misma”.
Carlton sabía que podía ser procesado si el gobierno demostraba que estaba vendiendo sus productos químicos para uso recreativo, por lo que colocó la siguiente etiqueta en cada paquete: “solo con fines de análisis y de investigación”.
El producto se vendía solo, dijo Carlton, y rápidamente él y sus dos colegas estaban reempacando los productos químicos que compraban a granel, con los que suplían de 30 a 40 pedidos al día y procesaban lo que él calculaba entre 40.000 y 50.000 dólares al mes en pagos con tarjetas de crédito. Motion Resources tenía clientes en los 50 estados y sus ganancias eran impresionantes.
El negocio de Carlton iba por su octavo mes cuando vio un reportaje en las noticias acerca de la sobredosis de drogas en Grand Forks, Dakota del Norte. El reportaje mostraba una dosis en una bolsita y Carlton, quien entonces tenía 28 años, supo de inmediato que se trataba de su producto.
“Teníamos un fabricante de etiquetas muy especial que las imprimía sobre papel transparente”, dijo. “Yo estaba en shock y no quería que sucediera nada de eso”.
Carlton es el padre de dos niños pequeños. Dijo que como padre, estaba sorprendido; sin embargo, continuó con su negocio. Lo que Carlton no sabía era que su socio en el negocio, Harry George Mickelis, estaba cooperando con las autoridades.
En Grand Forks, Myers estaba buscando la fuente de este lote mortal de drogas de diseño cuando recibió una llamada telefónica que resolvería el caso.
“Antes de que supiéramos de Motion Resources, su socio se puso en contacto con nuestra oficina a través de su abogado y nos indicó que él nos podría explicar toda la conspiración”, dijo Myers.
Mickelis evitaría que lo procesaran y Charles Carlton se convirtió en el objetivo principal del gobierno. La búsqueda que la policía hizo en la casa y en la oficina de Carlton se presentó como una evidencia de fundamental importancia que sellaría su destino. Resultó que Carlton llevaba un diario personal donde documentaba su propio uso de drogas. Era una especie de guía acerca de “cómo usar” las drogas que vendía.
“Esa fue una poderosa evidencia para demostrar que ellos sabían muy bien lo que estas sustancias provocaban y formaron esta empresa con el objetivo de venderlas”, dijo Myers.
Carlton decidió no pelear y se declaró culpable de tres cargos: posesión con intención de distribuir sustancias análogas controladas que ocasionan la muerte, conspiración de lavado de dinero y falsificación de marca, y la confiscación de 385.000 dólares.
Él habló con CNN por primera vez cuando estaba a la espera de la sentencia, ante la posibilidad de pasar el resto de su vida en la cárcel. Carlton dijo que decidió hablar sin reservas para que tanta gente como fuera posible conociera acerca de los peligros de las drogas sintéticas.
El efecto dominó
Carlton era la decimoquinta persona procesada bajo el caso federal de drogas de Dakota del Norte al que ahora se le denomina Operation Stolen Youth, el cual inició con la muerte de Bjerk y Stai.
Andrew Spofford, quien compró las drogas en línea de la empresa de Carlton; Adam Budge, quien obtuvo las drogas de Spofford; Wesley Sweeney, el adolescente que le compró a Budge las drogas y las compartió con Bjerk; y varios otros distribuidores de bajo nivel, están tras las rejas cumpliendo una condena combinada de 121 años de prisión.
“El mensaje que hemos enviado con este proceso judicial es que estas son sustancias peligrosas”, dijo Myers, quien espera que este caso no solo aumente la conciencia sino que también salve vidas.
Debbie Bjerk ha estado en la mayoría de las audiencias y sentencias. Ella está allí para hablarle a la corte de su hijo, para mostrar sus fotos y pasar un video de él vestido con su uniforme en el campo de fútbol. Ella estaba en la corte federal el 28 de agosto para cuando sentenciaron a Carlton.
A la edad de 30 años, Carlton fue condenado a 20 años de prisión por la muerte de Elijah Stai y de Christian, el hijo de Debbie y Keith. Para los Bjerk, este caso nunca terminará.
“Nunca quedará terminado. Christian era… él era un niño, él era nuestra carne y sangre, él era alguien tan importante para nosotros que hubiéramos dado nuestras vidas por él”, dijo Keith Bjerk. Ahora nuestro trabajo es correr la voz entre la gente para que ninguna otra familia tenga que vivir este tipo de cosas y honrar a nuestro hijo”.
Desde la muerte de su hijo, los Bjerk se han convertido en activistas y hacen correr la voz acerca de los peligros de las drogas sintéticas. Gracias a sus esfuerzos, Dakota del Norte ha introducido una nueva ley que prohíbe una serie de productos sintéticos. Y en cuanto al gobierno federal, la droga que mató a los adolescentes ahora forma parte de la lista de sustancias controladas por la DEA.
Los miembros de la familia de Elijah dicen que ellos esperan que su muerte sea una advertencia para los demás acerca de los peligros de las drogas sintéticas o de diseño.
“Quiero que otros padres sepan lo que sus hijos están haciendo”, dijo Melissa Katz, la mamá de Elijah. “Uno siempre debe saber lo que sus hijos están haciendo en la computadora, en línea, con sus amigos. …Esto puede sucederle a cualquier familia”.