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Por Laura Smith-Spark y Tim Lister

(CNN) — El Talibán de Pakistán ha emprendido desde hace tiempo un movimiento insurgente en contra del gobierno de ese país y han perpetrado varios ataques violentos.

A principios de 2014, el gobierno pakistaní suspendió las negociaciones de paz con el grupo islamista proscrito, formalmente conocido como Tehreek-i-Taliban Pakistan o TTP, luego de que perpetrara en junio dos descarados ataques en los alrededores del mayor aeropuerto de Pakistán, el de Karachi.

Desde entonces, las fuerzas armadas pakistaníes emprendieron una ofensiva terrestre para sacar a los militantes (incluidos los que están afiliados con el TTP) de las regiones tribales laxamente gobernadas del noroeste de Pakistán. La campaña ha causado el desplazamiento de miles de personas.

Un vocero del TTP que se identificó como Mohammed Khurrassani dijo a CNN vía telefónica que el ataque del martes 16 de diciembre contra una escuela militar en Peshawar era la venganza por la muerte de cientos de miembros inocentes de las tribus durante los operativos del Ejército.

Dijo que las operaciones militares en la región habían obligado al grupo a tomar “medidas drásticas”.

El grupo quiere que las autoridades dejen de intervenir en las regiones tribales del noroeste de Pakistán, pero también tiene un objetivo ideológico extremista, dijo Sajjan Goehl, director de Seguridad Internacional del grupo de estudios Asia Pacific Foundation.

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Al igual que el Talibán del vecino Afganistán, dijo, el Talibán de Pakistán se opone a educar a los niños al estilo occidental y a dar empleo a las mujeres.

El grupo también está ideológicamente ligado a grupos como al Qaeda, señaló.

“Este es un grupo terrorista, no solo un grupo que busca controlar las regiones tribales”, explicó Gohel.

La escuela que atacaron el martes, a la que asisten niños y niñas, aunque en aulas separadas, es la principal escuela para los hijos del personal del Ejército en Peshawar. Emplea tanto a maestros como a maestras.

“Su objetivo principal es el Estado pakistaní y sus fuerzas armadas”, dijo Raza Rumi, del Instituto Jinnah (un grupo de estudios pakistaní), acerca del TTP después de los ataques de Karachi.

“Están resentidos porque (Pakistán) está aliado con Occidente y quieren que se imponga la ley islámica en Pakistán”.

Represalias letales

Las inestables provincias de Waziristán del Sur, Waziristán del Norte y Khyber Pakhtunkhwa, así como la frontera montañosa con Afganistán, han sido bastión del Talibán pakistaní y de otros grupos rebeldes (como el movimiento Haqqani Islamista) desde hace tiempo.

La ofensiva militar que se emprendió en la región ya suscitó represalias letales.

En 2013, entre las 81 personas muertas a causa de un ataque suicida en la Iglesia Protestante de Todos los Santos de Pakistán estuvieron los miembros del coro y los niños que asistieron al catecismo. Un grupo derivado del Talibán pakistaní se adjudicó los ataques contra la iglesia y dijeron que eran consecuencia del programa estadounidense de ataques con drones (naves robot no tripuladas) en las zonas tribales del país.

En meses recientes, el grupo se ha fragmentado cada vez más, lo que significa que se han formado más facciones rebeldes y algunos miembros han desertado para incorporarse a ISIS. Asimismo, el Ejército pakistaní intensificó su campaña en Waziristán del Norte y en Khyber Pakhtunkhwa.

El Talibán pakistaní nombró a Jhurrassani como portavoz en noviembre de 2014 luego de que su predecesor, Shahidullaj Shahid, se separara del grupo y jurara lealtad a ISIS.

‘Les interesa matar’

Ayesha Siddiqua, analista pakistaní y autora del libro Military, Inc., dijo a CNN que Pakistán necesita reevaluar su enfoque respecto a los grupos rebeldes y decidir si tolerará cualquier forma de insurgencia en el país.

“Hasta que eso ocurra, seguirá corriendo sangre”, dijo.

Sin embargo, no es probable que el ataque más reciente provoque cambios en las políticas, dijo, ya que algunos de los elementos de la política interna pakistaní siguen simpatizando con el TTP.

Con este ataque, explicó Siddiqua, el Talibán pakistaní trata de “provocar el mayor derramamiento de sangre y el mayor horror y terror” posibles.

“Dicen que ‘como el Ejército mata a nuestros niños, entonces nosotros respondemos’. Así que es muy claro que su objetivo es causar el mayor daño, matar a la mayor cantidad de gente. No les interesan los rehenes, les interesa matar”, dijo.

“Como no pueden acceder tan fácilmente a los objetivos estratégicos, van contra objetivos más fáciles”.

Gohel, el analista, dijo que este cambio de táctica por parte del Talibán pakistaní es extremadamente perturbador.

“Atacar una escuela es una dinámica totalmente diferente y es especialmente una táctica que cuenta con el respaldo de las fuerzas armadas”, dijo.

“Es una clara declaración de intenciones. Han combatido a las fuerzas armadas desde hace mucho y ahora tratan de visualizar eficazmente el terrorismo como lo vemos en esas imágenes explícitas que se transmiten en todo el mundo”.

Blancos estadounidenses

El Talibán pakistaní también ha tenido en la mira a Estados Unidos desde hace mucho.

Además de jurar que obligarían a las tropas estadounidenses a salir de Afganistán, se adjudicaron el fallido atentado en Times Square, en Nueva York en 2010, y juraron venganza contra Estados Unidos por la muerte de Osama bin Laden.

En 2012, uno de los líderes del TTP patrocinó unas operaciones externas(en el extranjero) en contra de blancos estadounidenses y británicos.

Su difunto líder, Hakimullah Mehsud (quien murió en 2013 en un ataque estadounidense con drones), juró enviar atacantes suicidas a Estados Unidos.

Se cree que las ofensivas pakistaníes recientes han debilitado al grupo, pero es claro que sigue teniendo la capacidad de perpetrar un ataque impactante.

Con información de Jim Sciutto.