Por Peter Shadbolt, para CNN
(CNN) – Imagínate una ciudad dirigible flotante a 30 millas de distancia por encima de la abrasadora superficie de Venus, un hogar para un equipo de astronautas que estudia uno de los planetas más inhóspitos del sistema solar.
La NASA actualmente está trabajando justo en eso; haciendo flotar un concepto que algún día podría llevar a una misión tripulada de 30 días, hacia el vecino planetario más cercano a la Tierra.
Si estás viendo esta nota en tu móvil, mira aquí la galería.
Con el tiempo, la misión podría implicar la presencia humana permanente suspendida sobre el planeta.
Un profundo calor
Venus, también conocido como la estrella de la mañana y el cual fue nombrado en honor a la diosa del amor y la belleza porque era el más brillante de los cinco planetas conocidos por los antiguos astrónomos, es un lugar caliente, sulfúrico e infernal, cuya superficie tiene más volcanes que cualquier otro planeta en el sistema solar.
Con una temperatura promedio de 462 grados centígrados (863 grados Fahrenheit), una presión atmosférica 92 veces mayor que la de la Tierra y una capa de nubes de ácido sulfúrico, incluso las sondas hacia Venus han durado un poco más de dos horas. Su superficie es lo suficientemente caliente como para derretir el plomo y su presión atmosférica equivale a bucear una distancia de 1,61 kilómetros debajo del agua.
Pero, por encima de este caldero de dióxido de carbono, a una altitud de 50 kilometros (30 millas), los científicos dicen que las condiciones son lo más cercanas a la Tierra que encontrarás en cualquier lugar del sistema solar.
La gravedad a esta altitud, es solo ligeramente inferior a la de la Tierra, su presión atmosférica es similar y el espacio aéreo proporciona la suficiente protección contra la radiación solar como para que no sea más peligroso que hacer un viaje a Canadá.
La creación de HAVOC
Conocido en la NASA como HAVOC (por sus siglas en inglés) –Concepto Operacional de Venus a una Gran Altitud– los ingenieros y científicos de la Directiva de Análisis de Sistemas y Conceptos en el Langley Research Center de la NASA en Hampton, Virginia, han estado trabajando en un estudio preliminar de viabilidad sobre cómo los robots y los humanos podrían hacer realidad una misión a Venus.
“La atmósfera de Venus es un emocionante destino tanto para más estudios científicos como para la futura exploración humana”, dijo el ingeniero aeroespacial Christopher A. Jones de la Subdivisión de Análisis de Misiones espaciales.
“Un concepto es un vehículo más ligero que el aire que podría transportar una hueste de instrumentos y sondas, o un vehículo de habitación y ascenso para una tripulación de dos astronautas para explorar Venus hasta por un mes”.
Él dijo que el estudio mostró que la misión requeriría menos tiempo para completarse que las misiones tripuladas hacia otros planetas e, incluso, podría ser un ensayo para una misión a Marte.
Más cerca de la Tierra
Venus tiene la ventaja de estar mucho más cerca de la Tierra. Su distancia mínima a la Tierra es de 38 millones de kilómetros, en comparación con 54,6 millones a Marte.
“El tipo de misión multi-década que creemos que podría tener éxito sería un programa evolutivo para la exploración de Venus, con un enfoque en la arquitectura de la misión y el concepto del vehículo para una misión tripulada de 30 días dentro de la atmósfera de Venus”, dijo.
En el corazón del concepto se encuentra la difícil tarea, en cuanto a la logística, de enviar una nave espacial que ingrese a la atmósfera de Venus sin que aterrice en el planeta.
El modelo HAVOC consiste en colocar a los astronautas dentro de una ‘aeroshell’ que entraría en la atmósfera a 7.242 kilómetros por hora.
Luego de que su descenso sería a solo 450 metros por segundo y luego desplegaría un paracaídas, la cáscara desaparecería para revelar un dirigible plegado. Unos brazos robóticos desplegarían el dirigible, el cual se inflaría con helio para permitir que la aeronave flotara a una distancia de 48.3 kilómetros por encima de la ardiente superficie del planeta.
Jones dijo que los desafíos técnicos clave para la misión incluyen la realización de las maniobras de “aerocaptura” en Venus y la Tierra (el proceso de entrar en la órbita de ambos planetas), la inserción y el inflado de las aeronaves, y la protección de los paneles solares y la estructura contra el ácido sulfúrico en la atmósfera.
“Con los avances en la tecnología y un mayor refinamiento del concepto, las misiones a la atmósfera venusina pueden expandir el futuro de la humanidad en el espacio”, dijo.
Una misión permanente
En última instancia, la NASA podría buscar una presencia tripulada permanente en la atmósfera de Venus.
Suspendidos en una góndola debajo de las aeronaves, los astronautas no tendrían que hacer frente a los desafíos físicos de la gravedad cero, donde la ingravidez provoca que los músculos se atrofien y que los huesos se desmineralicen.
Y tan solo a 167 grados Fahrenheit (75 grados Celsius) –solo 30 grados Fahrenheit más caliente que la temperatura más alta jamás registrada en la Tierra– incluso la tecnología actual tiene la capacidad de lidiar con todo lo que Venus podría presentar en contra de la misión.
Aun así, HAVOC está previsto como una campaña de múltiples fases y misiones robóticas que tendría que ser enviada para hacer pruebas de tecnologías y para comprender mejor la atmósfera.
Aun cuando la NASA no tiene planes en la actualidad para financiar el concepto, el equipo con sede en Langley continúa su trabajo con la esperanza de que la agencia espacial podría hacer que el plan llegue a buen término dentro de unas cuantas décadas.
“Finalmente, una misión humana de corta duración nos permitiría ganar experiencia al tener a humanos viviendo en otro mundo, con la esperanza de que algún día sea posible vivir en la atmósfera de forma permanente”, dijo Jones.