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(CNN) -— Anita Ekberg, la actriz sueca cuyo papel en La Dolce Vita (La Dulce Vida) la lanzó a ser un símbolo internacional de la sensualidad, murió en Italia este domingo.

Su muerte fue reportada ampliamente por los medios italianos, citando complicaciones de una enfermedad de varios años. La mujer tenía 83 años.

Ekberg murió en el país que la hizo una estrella internacional, gracias a su interpretación de Sylvia, la mujer de los sueños de Marcello Mastroianni en el clásico de 1960 de Federico Fellini. Sin embargo, se decía que la mujer expresaba que Fellini le debía su fama a ella, y no al revés.

Una escena de La Dolce Vita en la que Ekberg se baña en la Fontana di Trevi en Roma, en un traje negro de escote, la inmortalizó como un sex symbol, un mote al que después se refirió como una “desventaja”.

El cantautor estadounidense Bob Dylan también la inmortalizó al mencionar a Ekberg en su canción I Shall Be Free.

Nacida en Malmo, Suecia, en 1931, el camino de Ekberg hacia el estrellato comenzó en 1950, cuando representó a su país en la competencia de Miss Universo, según refiere el sitio electrónico IMDb. No ganó el certamen, pero sí logró un contrato de modelaje en Estados Unidos, donde posó para Playboy y otras revistas norteamericanas.

Logró papeles en Hollywood en la década siguiente que destacaban su belleza y su figura voluptuosa. Apareció en la comedia Abbott and Costello Go to Mars, interpretando una guardiana del planeta Venus.

También participó en dos comedias con Dean Martin y Jerry Lewis, Artists and Models y Hollywood or Bust, y en otra película con Bob Hope, Paris Holiday.

La sueca hizo de Italia su hogar tras el estrellato, en donde continuó con su carrera en la televisión y el cine, pero generó más noticias por su vida personal, que incluyó dos matrimonios.

Ekberg estuvo ausente de la luz pública en años recientes. Según refieren los medios italianos, se había convertido en una especie de indigente, con pocos recursos financieros, al comenzar a resentir el paso de los años.