CIUDAD DE MÉXICO (CNNMéxico) – Era un lugar lleno de vida, en el que nacían diariamente entre ocho y 10 bebés. Pero este viernes solo retumbaba la maquinaria que destruía columnas, techos y paredes de lo que quedó del Hospital Materno Infantil de Cuajimalpa, en la capital mexicana.
La explosión del jueves, que provocó hasta ahora la muerte a dos bebés y una mujer, convirtió en una montaña de escombros a la clínica en la que todos los días madres daban a luz, 50 niños recibían consulta externa, y se practicaban 45 cirugías diarias, como indicó el secretario de Salud local, Armando Ahued.
Un libro rosa con el título “Registro de Pacientes” es lo que quedaba en la entrada del hospital.El hospital de Cuajimalpa en el que todos los días nacían hasta 10 niños quedó reducido a una montaña de escombros y dudas
En un terreno baldío contiguo, los trabajadores dejaron una cama doblada junto a un equipo de RCP y una lámpara. El resto del hospital se perdía entre los escombros.