Por Shasta Darlington
São Paulo, Brazil (CNN) — Una finalista de Miss Bum-Bum, Andrea Urach, ahora admite que su obsesión con la belleza -y la cirugía cosmética- casi la mata.
Urach, de 27 años, inició su carrera como modelo y estrella de un reality show cuyo rostro y cuerpo fueron esculpidos en la sala de operaciones.
“Me he sometido a más de 10 cirugías”, le dijo a CNN. “Mi nariz, mis pómulos, mi mandíbula”. “Me he inyectado los labios numerosas veces, cambié mis pechos dos veces y me hice una liposucción en dos ocasiones”.
En 2012, ella quedó en segundo lugar en el concurso exclusivamente brasileño conocido como Miss Bum-Bum, o Miss Trasero. Posteriormente, fue contratada como modelo.
“Idolatraba a mi cuerpo, así que tenía que ser perfecto”, dijo durante la entrevista en el apartamento de São Paulo que comparte con su hijo de nueve años.
Su agente sacó las fotos de antes y después.
Primero, fotos de una delgada madre adolescente apodada “larguirucha” sonriendo y abrazado a su bebé.
En las fotos más recientes, su cuerpo es distinto: gruesos labios, enormes pechos y su ahora famoso trasero, al igual que sus voluptuosos muslos.
“Me hacía cirugías plásticas como si fuera al supermercado”, dijo. “Quería que me sacaran unas costillas para tener una cintura más delgada. Quería cortar mis dedos de los pies para usar zapatos más pequeños”.
Grandes dosis de hidrogel y PMMA
Con el tiempo, los procedimientos médicos le pasaron factura.
En noviembre del año pasado, Urach fue trasladada al hospital de emergencia porque se encontraba en shock séptico. Ella pasó semanas en cuidados intensivos, y luego en silla de ruedas.
Debido a que quería tener muslos más curvos, Urach había tomado grandes cantidades de esteroides anabólicos. Luego, inyectó sus muslos con hidrogel y un plástico conocido como PMMA.
Para noviembre, el tejido de sus piernas se estaba pudriendo. Las fotografías que fueron tomadas en el hospital muestran unas enormes úlceras abiertas.
Más de dos meses después, aún es necesario drenarle las piernas. Nosotros la acompañamos en su visita al doctor.
“En el momento en el que Andressa se inyectó el hidrogel, se puso 10 veces la cantidad permitida”, dijo el cirujano plástico Felipe Tozaki. “Se inyecta en el músculo, en la grasa y piel, y es difícil de sacar”.
Después de la mala publicidad, las autoridades dijeron que no renovarían la licencia para que el hidrogel sea utilizado en Brasil.
Ahora, Urach advierte en contra de la vanidad excesiva.
“Espero que esas heridas, esos agujeros puedan ser un ejemplo para advertirle a las mujeres de que existe un enorme riesgo. Tienes que respetar los límites de tu cuerpo”, dijo.
En busca de atajos, encontró doctores no calificados
Brasil, de acuerdo con la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética, superó a Estados Unidos en 2013 como el país con más procedimientos de cirugía cosmética: 1,45 millones. Si bien las mujeres estadounidenses se pusieron más implantes de senos que sus homólogas brasileñas, las brasileñas se sometieron a 64.000 procedimientos para aumentar los glúteos, casi seis veces más que las estadounidenses.
Desafortunadamente, muchas mujeres toman atajos o buscan a doctores que no están calificados, pero que están dispuestos a intentar procedimientos más arriesgados.
“Si mi doctor no hubiera estado dispuesto a poner los 500 mililitros de hidrogel en cada pierna, yo habría ido a cuatro o cinco doctores, para que me pusieran un poco cada uno”, dijo Urach.
De acuerdo con el Consejo Federal de Medicina, hay 5.500 cirujanos plásticos reconocidos en Brasil, pero casi 12.000 doctores practican intervenciones cosméticas sin la capacitación adecuada.
La demanda de procedimientos cosméticos aumenta en los meses de verano y especialmente antes del carnaval, cuando muchas mujeres buscan un procedimiento cosmético antes de ponerse sus llamativos bikinis para los desfiles del carnaval.
El doctor Tozaki dijo que el problema es cultural, pero también es médico, y señaló que del 10% al 15% de los pacientes “tienen problemas psiquiátricos”, más específicamente trastorno dismórfico corporal.
“Se ven en el espejo y siempre encuentran algo malo”, dijo Tozaki.
“Como yo”, dijo Urach.
Después de sus cirugías de pesadilla para eliminar el hidrogel de sus muslos, dijo Urach, ella nunca se someterá a una cirugía de nuevo.
Pero tampoco regresaría a cómo lucía antes.
“Me gusta cómo luzco ahora”, dijo Urach. “Es bueno tomar medidas para mejorar tu imagen, solo que no sean medidas excesivas”.