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Por Alanna Petroff

(CNNMoney) – Los usuarios de celulares alrededor del mundo se han llevado un nuevo susto en relación a su privacidad.

Un informe de The Intercept asegura que las agencias de espionaje de Estados Unidos y del Reino Unido han hackeado conjuntamente al fabricante más grande de tarjetas SIM a fin de monitorear los teléfonos celulares alrededor del planeta.

The Intercept fue cofundado por Glenn Greenwald, experiodista de The Guardian y quien trabajó con Edward Snowden para dar a conocer el enorme programa de espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés).

Al citar documentos proporcionados por Snowden, aseguró que la NSA y el equivalente del Reino Unido hackearon Gemalto para obtener las claves de codificación que les permitan el acceso a las tarjetas SIM alrededor del mundo.

Según los informes, Gemalto, con sede en los Países Bajos, fabrica dos mil millones de tarjetas SIM cada año. Entre los clientes se encuentran AT&T, T-Mobile, Verizon, Sprint y otras 450 compañías de telecomunicaciones a nivel mundial, según se indicó en el informe. También fabrica chips para tarjetas de crédito y trabaja con más de 3.000 instituciones financieras.

La compañía, la cual se enorgullece por su seguridad digital de alto nivel, dijo que no tenía conocimiento del hackeo, el cual ocurrió entre 2010 y 2011. Está investigando el informe.

“En esta etapa no podemos verificar los hallazgos de la publicación y desconocíamos que estas agencias estaban llevando a cabo esta operación”, dijo la compañía en un comunicado.

Las acciones de la compañía cayeron un 7,5% en las operaciones matutinas en Europa.

Snowden, un excontratista de la NSA, filtró los documentos clasificados que contienen información sobre las operaciones de espionaje generalizadas de esa agencia en 2013.

Posteriormente, los fiscales federales de Estados Unidos acusaron a Snowden de espionaje y robo de propiedad del gobierno.

El denunciante ha estado viviendo asilado en Rusia desde 2013. En agosto de 2014, su abogado dijo que se le concedió una prórroga para permanecer en Rusia durante tres años más.