(CNN)– ¿Te imaginas viajar al espacio en un silencioso globo, en lugar de en un vuelo suborbitales propulsados por cohetes como esos de Virgin Galactic? Pues gracias a los globos de gran altitud esta podría convertirse en la forma más viable para que los turistas puedan experimentar el espacio, o al menos algo estremecedoramente cercano al espacio.
El vuelo en globo ya es una tecnología ensayada y probada –”Es el origen de los viajes espaciales,” explica Annelie Schoenmaker, funcionaria jurídica y de relaciones exteriores de Zero2infinity, una compañía española que planifica lanzar pasajeros al espacio cercano haciendo uso de globos conocidos como “Bloons” a un precio de 110.000 euros (124.000 dólares) cada vez.
Zero2infinity es una de dos organizaciones que tienen la esperanza de usar cápsulas presurizadas suspendidas bajo globos con helio como una forma de llevar a los turistas al espacio cercano.
Los vuelos que utilizan globos llenos de helio comenzaron a principios de la década de 1930. “Para mí esta fue la primera carrera espacial, ya que era la primera vez que fuimos a la estratósfera”, explica el Dr. Jonathan Clark, profesor asociado en neurología y medicina espacial, quien ha asesorado tanto a Red Bull Stratos como a StratEx… el proyecto que vio al ejecutivo de Google, Alan Eustace, hace un salto estratosférico sin precedentes, con asistencia de la compañía de globos World View Enterprises.
“Incluso los primeros trajes espaciales fueron probados con el uso de globos”, añade Schoenmaker. Hasta este día, el vuelo en globo tiene una enorme importancia para la ciencia espacial; la NASA y otras compañías comerciales utilizan globos como un medio barato para probar cargas útiles en entornos del espacio cercano.
Debido a que los globos pueden pasar una cantidad relativamente grande de tiempo en la estratosfera, esto “ofrece viajes con una mayor oportunidad de observación y tiempo de experimentación”, explica Jane Poynter, presidenta ejecutiva de World View, empresa que ofrecerá viajes en globo al espacio cercano por 75.000 dólares. El vuelo en globo a gran altura incluso tiene algunos fans de alto perfil dentro de la comunidad espacial, entre ellos Mark Kelly, el veterano de cuatro misiones del transbordador espacial, quien trabaja con World View como director de operaciones de la tripulación de vuelo.
‘Una experiencia totalmente diferente’
Por supuesto, este en realidad no es el espacio –los globos solo viajan hasta una altura que oscila entre 30 y 40 kilómetros, en la que 36 kilómetros se considera como la altura óptima; para llegar a lo que se define como el espacio, tienes que viajar a una altura de 100 kilómetros. “Pero es bastante cerca y te ofrece una experiencia totalmente diferente”, dice Michael López-Alegría, exastronauta de la NASA y presidente de la Federación de Vuelos Espaciales Comerciales.
Aun así sigues estando lo suficientemente alto, tanto que estás por encima del 99% de la atmósfera terrestre y, aunque no experimentas ingravidez, eres capaz de ver algo que la mayoría de los humanos no han visto –la “delgada línea azul” de la atmósfera de la Tierra. Los pasajeros también podrán ver la Tierra en la oscuridad del espacio, como también la salida del sol sobre la curvatura del planeta.
“Nuestro objetivo es proporcionarles a tantas personas como sea posible una vista que logre cambiar su perspectiva en cuanto a nuestro planeta”, añade Poynter.
La ciencia que se usa para enviar humanos al borde del espacio es la misma que se usa para enviar cualquier otra carga útil. “Es muy fácil”, dice Schoenmaker, “coloca helio adentro, suelta el globo y se eleva, muy lentamente”.
Las cápsulas están completamente selladas, lo que permite una presurización completa en las alturas. “Nuestra cápsula está equipada con lo último en tecnología de sistemas espaciales de soporte vital, diseñada y fabricada por la Corporación de Desarrollo Espacial Paragon, líder mundial en tecnología de soporte vital”, dice Poynter, del sistema World View.
Los globos pueden, en teoría, ser lanzados desde cualquier parte del mundo, siempre y cuando el clima sea favorable. A diferencia de los cohetes, no hay gran aceleración, ya que a un globo le toma entre 1,5 y 2 horas alcanzar la altitud máxima. Una vez allí, dentro de una cápsula unida al globo, la tripulación y los pasajeros pueden moverse a lo largo del borde de nuestra atmósfera por hasta dos horas. Una vez construidas las cabinas, tanto la Bloon como la World View, tendrán instalaciones sanitarias e incluso podrás cenar a bordo.
World View planifica llevar seis pasajeros y dos tripulantes a la vez, mientras que Bloon espera llevar hasta cuatro pasajeros y dos tripulantes, aunque el papel de la tripulación es descrito por Schoenmaker “como más para el apoyo de pasajeros y como precaución por si algo sale mal”.
Para regresar a la Tierra, el helio es expulsado del globo, entonces un ParaWing, que ya está desplegado, se hace cargo del resto del descenso. Schoenmaker explica lo siguiente: “Por razones de seguridad, también tenemos dos paracaídas de respaldo adicionales”. El descenso a la Tierra tarda alrededor de una hora, lo que significa que no hay gran aceleración, y la cápsula aterriza en un lugar predeterminado, guiado de nuevo a la Tierra por un piloto y el apoyo del control de la misión.
El objetivo primordial de los viajes en globo al espacio cercano es que la experiencia será comparable a subir a un avión comercial. Los pasajeros estarían dentro de un ambiente presurizado, al igual que en un avión. No obstante, la decisión de que los pasajeros usen o no trajes espaciales dependerá de la certificación de las autoridades. Al igual que otras formas de viajes comerciales al espacio, en los Estados Unidos los globos a la estratósfera están regulados por la Autoridad Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés), dependencia de la Oficina de Transporte Espacial Comercial –aunque para los vuelos en Europa, la regulación aún no está definida.
Al igual que con todas las formas de experiencias espaciales comerciales, la seguridad es un factor muy importante a la hora de determinar cuándo, de manera realista, se llevarán a cabo vuelos de pasajeros. “No vamos a despegar hasta que estemos completamente satisfechos y confiados con nuestras pruebas”, explica Poynter. A finales de febrero, World View anunció que había volado con éxito un paracaídas desde una altura de 102.000 pies (31 kilómetros). Con exhaustivas pruebas no tripuladas ya en marcha, la esperanza de World View es que pueda despegar ya a finales de 2016, considerando que Bloon inicie sus vuelos en los siguientes años.
Pero debido a que los globos no van al espacio, ¿acaso realmente existe interés en este tipo de experiencia? “Los viajes espaciales en globo sin duda tienen su mercado”, cree Brad Inggs, director ejecutivo de Orbital Horizon, una agencia de apoyo y solución de inteligencia espacial, con sede en Sudáfrica. “Una vez que los lanzamientos se vuelvan habituales, captarán el interés de las personas que buscan ese tipo de experiencia”. Schoenmaker afirma que ya hay una lista de espera para viajes en Bloon, pero dice que no pueden revelar las cifras de los interesados.
También hay posibilidades de que los globos de gran altitud ofrezcan otros beneficios para la vida en la Tierra. “La observación terrestre y cargas útiles de comunicación a bordo de globos también pueden ayudar en operaciones de ayuda en caso de desastres”, dice Inggs. Y los globos también podrían utilizarse para lanzar nanosatélites desde grandes altitudes, reduciendo el costo de lanzamiento.