Por Michael Pearson, CNN

(CNN) – Hay un video que circula en Internet cada cierto tiempo y muestra a un par de presentadores de televisión en la década de los noventa, quienes no tienen idea de lo que está pasando mientras tratan de descifrar los misterios del Internet.

“Entonces, ¿qué es el Internet?”, pregunta el presentador del programa “Today” de NBC, Bryant Gumbel, en el video de 1994 luego de encontrarse con una dirección de correo electrónico que termina en el sufijo .com que ahora es tan famoso, como si estuviera escrito en un idioma extraterrestre.

Cuánto hemos avanzado.

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El dominio de Internet .com nació hace treinta años. Por si no lo sabías, las compañías y organizaciones que distribuyen direcciones de Internet utilizan dominios de alto nivel como .com para organizar las direcciones. Existe .gov para el gobierno, .edu para la educación, .mil para el ejército y .org para las organizaciones. Las direcciones que terminan en .com pueden ser registradas por cualquier persona, aunque el sufijo significa “comercial”.

Aunque existieron otros dominios antes que él, al menos de manera oficial, .com es el que le dio inicio al movimiento en línea, lanzó las carreras de incontables millonarios, reformó nuestra economía de manera radical y se abrió paso hacia nuestras vidas y lenguaje cotidiano.

Veamos hacia atrás a uno de los precursores de los dominios ahora que entra a su cuarta década, y veamos qué le podría deparar el futuro:  

No entró en escena repentinamente. Sucedió poco a poco

El primer nombre de dominio .com —Symbolics.com— fue registrado el 15 de marzo de 1985. Solamente otros cinco se le unieron ese año. Los primeros 100 nombres no fueron registrados sino hasta después de dos años, según Verisign, la compañía que ahora maneja la extensión. Pero entre 1995 y 2000 —la era de la “burbuja punto com”— los registros finalmente tomaron vuelo, al pasar de 9.005 hasta más de 20 millones.

Le dio nueva forma a nuestra economía  

El enfoque en el comercio inherente a .com convirtió lo que empezó como un ejercicio académico en una fuerza motriz comercial.

En el año 2010, el Internet había crecido hasta alcanzar los 2,3 billones de dólares en cuanto a su impacto económico en las 20 economías más grandes del mundo, según el Boston Consulting Group (PDF). Para 2016, la firma prevé que esa cifra casi se duplicará hasta 4,2 billones de dólares. Otro cálculo de 2011 (PDF) estableció el impacto económico del Internet en 8 billones de dólares. Los sitios web que utilizan el dominio .com impulsaron la mayor parte de ese crecimiento: el cien por ciento de las compañías de Fortune 500 y las corporaciones de mayor crecimiento en el mundo tienen presencia en .com, dice Verisign.

Definió una era  

¿Quién podría olvidar la era .com, ese período de un crecimiento aparentemente desenfrenado en el que todo lo que contara con el sufijo .com parecía ser infinitamente valioso?   La promesa de una nueva economía impulsada por temerarios empresarios jóvenes estadounidenses era ineludible. Es este el momento cuando el “.com” se convirtió en un punto de referencia. El controversial hacker y empresario de la Web Kim Schmitz incluso cambió su segundo nombre a Dotcom en un aparente homenaje al elemento que lo hizo rico.

“Antes de 2000, el término punto com se refería a la innovación e iniciativa empresarial estadounidense, tanto dentro como fuera de Estados Unidos”, dijo Stephanie Ricker Schulte, profesora de comunicación de la Universidad de Arkansas y autora del libro de 2013 “Cached: Decoding the Internet in Global Popular Culture”.

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A lo largo del camino, acumuló un poco de bagaje

Los inversionistas le siguieron asignando dinero a las empresas tecnológicas. Siguieron gastando. Pero faltaba algo: ganancias. Lo que llegó a ser conocido como la “burbuja punto com” estalló en 2000, liquidando millones de dólares en valoraciones y poniéndole fin a las compañías especulativas como pets.com, cuya mascota en forma de títere de calcetín se convirtió en un símbolo ampliamente ridiculizado de los defectos de la era. A pesar de su imagen cursi, dada a conocer al país junto a una serie de otras empresas punto com durante el Super Bowl de la NFL en 2000, la compañía perdió 147 millones de dólares en los primeros nueve meses del año, y para noviembre, ya estaba muerta.

“Después de 2000, luego de que la llamada burbuja estallara, ‘punto com’ llegó a representar el orgullo desmedido y la avaricia estadounidense, especialmente fuera de Estados Unidos”, dijo Schulte. “Mi ejemplo favorito de esto es un artículo publicado en Alemania que describió a ejecutivos de Internet que lavaban sus autos con champaña”.

Ahora, parece que menos emprendimientos o trabajadores de Internet se definen a sí mismos con la etiqueta punto com. Emprendimiento parece ser el término preferido.

“No es algo bueno en general”, dijo Andrew L. Rusell, un profesor adjunto en el Stevens Institute of Technology en Nueva Jersey. “Hay cierta ambigüedad en el .com”.

Sin embargo, aún se mantiene fuerte

Aun así, es difícil de discutir el control del dominio .com. En promedio, se registra un nuevo dominio .com por segundo, dice Verisign, sumándose a los 115 millones ya existentes.

Y mientras probablemente ya hemos dejado atrás los días más vertiginosos de la fiebre del oro en cuanto a los nombres de dominio en Internet, estos aún se venden a precios altos. El sitio web insure.com, por ejemplo, se convirtió en 2009 en el sitio más caro que jamás ha sido comprado, a un costo de 16 millones de dólares, según most-expensive.com.

¿Qué nos depara el futuro?  

Hoy en día, el campeón indiscutible está siendo desafiado por una gran cantidad de ansiosos recién llegados. Todo el tiempo surgen nuevos nombres de dominio más personalizados: .coach, .green y .money son solo algunos de los más recientes. Cada vez más, el comercio electrónico se lleva a cabo por medio de aplicaciones de teléfonos inteligentes, lo que hace que sea razonable preguntar si el .com siquiera existirá en 10, 20 o 50 años.

¿Acaso darán órdenes los futuros ejecutivos de las empresas de Fortune 500 para desmantelar los antiguos sitios web .com como una reliquia de una “curiosa” tecnología del siglo XX?   Quizá, pero probablemente no, dice Schulte.

“Creo que el .com siempre estará presente, al menos de manera residual”, dijo. “La historia es importante, incluso en los lugares tan aparentemente efímeros como el Internet”.