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Pasión por la cancha y el mundo ecuestre
02:52 - Fuente: CNN

Por Chris Murphy, CNN

(CNN) - Si bien Thomas Müller es el campeón del mundo con Alemania, en su país natal tiene un título diferente: director administrativo de zanahorias.

Esto se debe a que su esposa, Lisa, es una aspirante a jinete de doma clásica con sus propios proyectos para conquistar el deporte que le gusta.

En el mundo de la equitación, a los caballos suele premiárseles dándoles zanahorias por el esfuerzo realizado.

Al parecer, las horas que pasan en los establos en las afueras de Múnich parecen estar dando resultados, ya que Lisa ganó su primer título a nivel nacional durante el fin de semana.

Mientras que la joven de 25 años de edad perfecciona sus habilidades en el mundo de los caballos rampantes, Thomas está muy interesado en la crianza, así como en disfrutar la soledad de un ambiente que se encuentra a años luz del foco de presión al que está acostumbrado.

“Vengo aquí para verificar que todo esté en orden”, le dijo a CNN en la primera entrevista televisiva de la pareja.

“Y por las zanahorias. ¡Soy el director administrativo de las zanahorias! Cuido a los perros. A veces ayudo un poco, pero es asunto de ella”.

“Lo disfruto mucho. Me hacen sentir cómodo, la actitud, su apariencia y la forma en que viven su vida. Es divertido. Es fácil relajarse cerca de los caballos”.

A sus 25 años de edad, Müller ha sido condecorado con todos los premios del mundo del fútbol.

Él tiene una gran cantidad de trofeos nacionales, entre ellos tres títulos de la Bundesliga de Alemania, ganó la Liga Europea de Campeones y la Copa Mundial de Clubes de la FIFA con el Bayern Münich en 2013.

El año pasado en Brasil obtuvo el premio máximo cuando Alemania se abrió paso para ganar su primer triunfo en la Copa del Mundo desde 1990, tras derrotar de forma memorable al anfitrión Brasil 7-1 en las semifinales, para luego ganarle a Argentina en la final.

Sin embargo, no escucharás mucho sobre el momento histórico de la carrera de Müller en los establos.

“A él le interesan los caballos, así que cuando estamos juntos hablamos de caballos y no realmente de fútbol”, explicó Lisa.

“Sabe más de caballos que lo que yo sé de fútbol”.

Aunque Müller ha disfrutado de un éxito abrumador en una etapa temprana de su carrera, el camino de Lisa ha sido más riguroso y exhaustivo.

A pesar de que ha estado montando caballos desde que su abuelo la introdujo al deporte cuando tenía cuatro años de edad, se necesita tiempo para crear un fuerte vínculo con un caballo para doma clásica.

Además, a pesar de su reciente victoria en el Grand Prix de la ciudad bávara de Kreuth, ella demuestra que está en clara sintonía con su caballo Birkhofs Dave; Lisa dice que su curva de aprendizaje es larga.

“Tienes que invertir ocho años para aprender todo, pero aun así no lo sabes todo. Siempre sigues aprendiendo”, dijo.

“No es como en otros deportes, siempre tienes que entrenar, tienes que lograr una armonía entre el caballo y tú”.

“Tiene su propia mente, sus propios sentimientos. Tienen que volverse un equipo y es por eso que toma tanto tiempo. Cada caballo es diferente, así que tienes que sentirlo”.

“Quiero ser cada vez mejor. Quizás en algún momento seré muy buena, ese es mi sueño. Las Olimpiadas serían un sueño”.

“Creo que para todo deportista es un sueño y quieres alcanzarlo, pero solo unas cuantas personas lo logran. Quizá sí, quizá no”.

Según el entrenador de Lisa, Götz Brinkmann, es una posibilidad obvia.

En las eliminatorias del año pasado para el prestigioso Piaff-Förderpreis —una serie nacional para jinetes de 25 años o menores— destacó su potencial.

“Nunca había tenido una estudiante que se desarrollara tan rápido sin importar qué caballos tuviera”, le dijo Brinkmann a CNN.

“Ella tiene voluntad y talento, además no se detiene. Ella sigue trabajando. No muchos jinetes tienen la capacidad y por eso ella es afortunada de cierta forma”.

“Creo que sin duda podrá triunfar a nivel internacional”.

Müller opina lo mismo.

Aunque tiene prohibido montar —para evitar lesiones que podrían afectar su carrera en el fútbol—, se ha interesado mucho en la relación que tiene su esposa con Birkhofs Dave.

Las disciplinas de ambos dependen de un alto nivel de habilidad, pero también de una comunicación sólida y aunque la competencia es dura, Müller tiene grandes esperanzas para ambos.

“El potencial está ahí”, dijo. “Creo que es nuestro caballo más talentoso y el número uno en nuestro establo y para Lisa”.

“Sin embargo, no es una garantía para que triunfe porque en Alemania hay una gran cantidad de oponentes. Una gran cantidad de buenos jinetes y muchos buenos caballos. Al igual que en el fútbol”.

“Ella no siente presión. Quiero que sea feliz con los caballos, con el trabajo y con las competencias. Pero no es fácil”.

“Es muy difícil sobresalir en la doma clásica en Alemania. Ella necesita tiempo para desarrollar su calidad. Vamos por buen camino y tenemos que esforzarnos por lograrlo”.

Müller también encuentra similitudes entre la forma en la que algunos caballos con potencial se vuelven purasangre, ya sea en las carreras o en el ámbito de la doma clásica, mientras que algunos quedan relegados”.

“Hay algunos talentos que crecen y que alcanzan la cima”, dijo. “Sin embargo, algunos talentos no llegan a la cima”.

“Es interesante ver el desarrollo de los diferentes caballos, cuando llegan al establo y cuando se van. Pero él [Birkhofs Dave] sin duda se queda”.

Müller también tiene su propio negocio suplementario en los establos: la cría.

“La cría de cierto modo es por diversión”, explicó. “Por supuesto que quiero criar al mejor caballo que pueda. Pero es difícil y se trata de un poco de suerte. Sin embargo, hago lo mejor que puedo para optimizar”.

“Mi sueño es que algún día Lisa monte un caballo que yo haya criado. Pero falta mucho para lograr eso”.

A pesar de que ella a menudo va a ver a Thomas cuando juega en el estadio del Bayern Münich —en el Allianz Arena—, Lisa no encaja en lo más mínimo en el estereotipo de esposa o novia de un futbolista.

A menudo se considera que las esposas y novias de futbolistas de alto perfil son adictas a las compras obsesionadas con la moda y a arreglarse las uñas cuidadosamente, una imagen que los periódicos sensacionalistas han cultivado.

Sin embargo, Lisa, quien decidió no viajar con Thomas a la Copa del Mundo en Brasil el año pasado, no siente ni una pizca de celos por el trato de superestrella que su famoso esposo obtiene.

“No siento celos”, dijo. “También están las desventajas. Todos llegan y quieren tomarse una fotografía, una selfie o piden un autógrafo. Eso sería demasiado. No puedo hacer eso como lo hace Thomas”.

“Él es muy relajado. Yo quiero dedicarme a mis caballos por mi cuenta. Puedo cuidarlos de la mejor forma, los puedo montar de la mejor forma y soy la que más los quiere”.

“Ellos son mis compañeros, mis hermanos. Puedo contarles todo tipo de problemas. Son la parte más importante de mi vida”.

Esta declaración hizo reír a su esposo: “Ya lo acepté”, bromeó. “Tal vez yo esté en el quinto lugar… pero está bien”