Por Paul Vercammen, CNN
(CNN) – La búsqueda de un oficial novato del Departamento de Policía de Los Ángeles, sospechoso de homicidio, se ha extendido hasta convertirse en una persecución internacional concentrada en las ciudades fronterizas de El Paso, Texas, y Ciudad Juárez, México.
El FBI dijo el viernes que cree que el agente policial Henry Solís, quien se encuentra ausente sin permiso, está armado y es peligroso; él condujo 1.288 kilómetros a través del desierto del sur de California hacia El Paso con su padre, en una camioneta, hace una semana.
El FBI está ofreciendo 25.000 dólares por información que los lleve directamente al arresto de Solís en relación con la muerte de Salomé Rodríguez, de 23 años de edad, quien murió tras una pelea entre los hombres en un bar del centro de Pomona, California.
“El patrón sugiere que él cruzó e ingresó a México, pero tiene amigos y familiares que viven en El Paso y en Ciudad Juárez”, dijo Scott Garriola, agente especial del FBI que dirige a la fuerza de búsqueda de fugitivos de la Oficina de Los Ángeles. “Así que podría estar en cualquier lado de la frontera”.
“Es un corto trayecto en autobús desde el interior de México hacia otras partes del país y de América Central”.
El FBI, la Policía de Pomona y el Fiscal de Distrito del Condado de Los Ángeles se negaron a comentar si Víctor Solís podría enfrentar cargos por presuntamente ayudar a su hijo a huir a El Paso.
Garriola dijo que Solís es un veterano de la Infantería de Marina y que además posee “un amplio entrenamiento y conocimiento de armas”.
Las autoridades publicaron tres fotos de Solís, con y sin vello facial, y dijeron que ahora puede tener una barba completa.
La policía dijo que luego de la pelea en el bar temprano en la mañana, Solís persiguió a su víctima a pie en la zona de discotecas y le disparó varias veces.
Garriola dijo que, aparentemente, Solís luego habría llamado a su padre en Lancaster, California, y más tarde esa mañana iniciaron su viaje a El Paso.
Víctor Solís dijo que dejó a su hijo en una parada de autobús en El Paso y que su hijo hizo algunas declaraciones incriminatorias “no solo sobre sus acciones de ese día, sino que también acerca de que nunca lo volverían a ver”, dijo Garriola.
Henry Solís trabajó en la División Devonshire del Valle de San Fernando, donde patrullaba con un oficial de entrenamiento.
A principios de esta semana, el jefe del Departamento de Policía de Los Ángeles, Charlie Beck, despidió a Solís y le solicitó que se entregara.
“Has deshonrado a este departamento de policía, a tu país y tu servicio para el país”, dijo Beck.
Los registros de la Infantería de Marina dicen que Solís sirvió en Iraq desde abril hasta noviembre de 2007, donde ganó varias medallas, entre ellas una por la campaña de Iraq, otra por el servicio en la guerra mundial contra el terrorismo y otra por buena conducta en el servicio del Cuerpo de Marines.
El archivo del departamento de personal también muestra que Solís fue técnico de mantenimiento de aeronaves y guardia de seguridad.
Garriola dijo que confiaba que Solís será capturado y dijo que compartía la opinión que Beck tiene de Solís.
“Es un hermano agente policial, él sirvió a nuestro país, hacemos eco de esa misma indignación”.