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Por Barry Neild

(CNN) — La mención de los Alpes suizos generalmente evoca una oleada de imágenes placenteramente nostálgicas.

Cumbres nevadas.

Pastores de cabras con mejillas sonrosadas.

Barras de chocolate triangulares.

Y gigantescos rascacielos de cristal.

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¡Bueno!, tal vez no esto último, pero eso podría cambiar pronto después de una polémica decisión de construir lo que será el edificio más alto de Europa occidental –y el hotel más alto del mundo– en una pequeña comuna suiza.

A 381 metros (1.250 pies), la Torre 7132, cubierta de vidrio reflectante, cuya terminación está prevista para el 2019, tendrá la misma altura que el Edificio Empire State.

Si alguna vez se lleva a cabo, el “transparente y delgado” hotel y complejo spa de lujo ofrecerá vistas sin precedentes del paisaje suizo.

También hará que la comuna de la montaña de Vals, al sureste de Suiza, hogar de aproximadamente 1.000 personas y, según algunas estimaciones, aproximadamente del mismo número de ovejas, se vea pequeña.

Eso ha generado una avalancha de criticas de menor importancia, en particular, de parte del equipo de influyentes expertos de arquitectura, quienes originalmente estaban encargados de elegir el diseño del edificio.

La Torre 7132 –nombrada así en honor al código postal de Vals– ha sido encargada por los propietarios de Therme Vals, un elegante spa alpino que puede acomodar a 1.000 huéspedes en habitaciones cuyo valor inicial es de aproximadamente 250 dólares por noche.

El llamativo aspecto de la torre, diseñado por Morphosis Architects, con sede en Estados Unidos, fue concluido después de que un concurso internacional atrajo la participación de algunos de los diseñadores estructurales más destacados del mundo.

Sin embargo, antes de que se anunciaran los resultados, el panel de jueces puso un alto a la competencia, quejándose de que el proceso de selección no había abordado los intereses y que habían “importantes signos de interrogación” que se cernían sobre la escala y el diseño del proyecto.

El arquitecto clave, Thom Mayne, insiste en que su brillante torre de 53.000 metros cuadrados, se mezcla fácilmente con su entorno rural.

“Para el hotel 7132 y su llegada, el increíble entorno exige la reducción de su materialidad y presencia en el diseño, de modo que, como en todo nuestro trabajo, la conexión con el sitio llegue a ser algo fundamental”, dice en un comunicado.

“Tanto como sea posible, el hotel es un acto minimalista que reitera el sitio y ofrece al espectador una perspectiva del paisaje refractada en el espejo”.

Los dueños de la torre propuesta han dicho que quieren que su hotel –el cual contará con 107 habitaciones y suites para huéspedes, así como restaurantes, salón de baile, galería, biblioteca, gimnasio, piscina y centro de negocios– sea uno de los cinco mejores del mundo, y que sus precios sean fijados como corresponde.

Sin embargo, ya que todavía tienen que convencer a las autoridades locales de planificación que, según consta, lo pondrán a votación pública, todavía existe la posibilidad de que tan elevadas ambiciones puedan venirse abajo.